No Estoy Enfermo

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Es el evento que todos esperan, siempre se ha admirado la manera en la que los latinos llevan las fiestas en un memorable sentimiento que ansia una repetición de cualquier evento. La música urbana que todos afirmaban sentir ganas de bailar, los coloridos atuendos y bailes que sorprendían a los europeos y, todos usando sus acentos para sentirse parte de las románticas lenguas. Según mencionaban los alumnos del otro lado del mundo, su atención se enfocó mucho en las alegres personalidades de los latinos al momento de hacerse notar en una fiesta en su nombre.

Alguien comenzó a tocar incontablemente la puerta de una habitación, a los alrededores muchos estaban inquietos por escuchar el ruido en los pasillos.

-Amber, ¿Estás ahí?-. Preguntó Blaz mientras tocaba la puerta.

Del otro lado nadie respondió, se preguntaba si era muy temprano para exigirle a una mujer que despertara.

-¡Vamos Amber, es el último día de la semana!

Nadie respondió y volvía al joven más inquieto.

-¡Amber, anda!-. Continuo tocando la puerta cada vez mas fuerte.

Se escuchó un ruido tras la puerta, así que, continúo, era ella acercándose a la puerta.

-¡Amber, abre ahora, estar fuera de tu habitación de esta manera puede provocar malas interpretaciones!

Finalmente se abrió la puerta.

-¡Al fin, preciosa, tardaste mucho...!-. Dijo el joven a punto de entrar.

De inmediato, una almohada le golpeó en la cara.

-Tu es imprudent-. Lo regañó, estaba somnolienta.

-Entonces... ¿Te veo más tarde?

Ella ni siquiera respondió, solo lo empujo fuera de la puerta y él se alejo.

-¡Te veo allá abajo, preciosa!-. Dijo sarcástico al verla de esa manera.

-Largate ya, Blaz-. Exigió.

-No te entiendo, hace unas horas estabas esperando que te hablara sobre Zoé y preguntaste todos los detalles posibles, creí que realmente querías conocerla.

El joven sabía lo que hacia, no tenia ningún propósito de manipularla pero, la única forma de reunir a sus amigos era convencieondola de verse en el lugar con la persona que ella estaba buscando. Blaz dió solo medio paso, esperaba que abriera la puerta y, cuando escucho la perilla sonrió, había funcionado.

-¿Dónde te veo?-. Dijo ella en un resignado suspiro.

-Estaré en la fuente del jardín principal con unos amigos en treinta minutos, me notaras.

-Bien, à bientôt-. Volvió a cerrar la puerta y se escuchó su prisa por estar lista a tiempo.

-Que estresante mujer-. Dijo avanzando hacia el frente.

Blaz lo había prometido, iba a cumplir con su palabra de reunir a sus amigos, además de entender el interes de Amber por descubrir a Zoé. Se presentó frente a la habitación de Zoé y tocó varias veces la puerta para poder despertarla, estaba entusiasmado, deseaba que conocieran a sus amigos y le estaba dando una gran importancia por crear un ambiente perfecto. Decidió no molestar de la misma manera que lo hizo con Amber, así que espero tras la puerta, mientras tanto, se preguntaba hace cuanto no se había reunido con sus amigos, era un joven tan solitario antes de Dai y, después de eso, solo un intento por no volver a serlo. Unos segundos después sus pensamientos se interrumpieron por el sonido de la puerta.