No Estoy Enfermo

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En Estados Unidos-New York se encuentra una escuela muy prestigiosa en donde van a estudiar los chicos mas inteligentes de otros países del mundo, aceptan a personas que manejen muy bien el idioma ingles y español latino. Su escuela es reconocida por sus carreras muy bien preparadas, sus alimentos nutritivos y además de los excelentes maestros de dicha institución, cumple con los mejores requisitos en seguridad y en cuanto a los alumnos, no existe generación con un sólo alumno que haya reprobado una de sus materias. La escuela es perfecta. Comúnmente se reciben alumnos de China, Corea, España, Japón, Londres, Francia, México, Canadá y muchos otros más; en esta ocasión se elegirán a los alumnos que también estén preparados de manera deportiva, no solo que practiquen un deporte, sino que la institución también los prepararan mejor con su nuevo programa deportivo, solo deben tener buenas condiciones físicas y si su especialidad no es el deporte aun así recibirían la misma educación. Los encargados de la mas prestigiosa y grande escuela en New York están buscando a alumnos a los cuales también puedan ser en un futuro parte del consejo de la institución y quien reciba este honor será parte de futuras decisiones para la mejora de esta. Muchos estudian y se esfuerzan por este gran honor en la escuela pero son muchos los que llegan y pocos los que se han quedado. La escuela abrirá sus puertas al público nuevamente ofreciendo otra gran oportunidad.

Corea del sur:

Era una tarde algo aburrida, un chico estaba recargado con ambos brazos en los barrotes de un balcón, la vista era la misma de cada día, sus ojos solo reflejaban el vacío que había en su mente, pensaba mil cosas a la vez pero al mismo tiempo nada, un suspiro dio una ligera pausa al silencio de aquella tarde, se alejo del balcón y metió sus manos a sus bolsillos delanteros buscando en su mente alguna idea de como pasar el rato pero en su mente no encontró nada y de sus bolsillos unos golpes agudos llamaron su atención, saco de sus bolsillos unas llaves, las alzo a la altura de sus ojos y vio que eran las llaves de un auto, el auto de papá. Sonrió y carcajeó, ya sabia que hacer para pasar la tarde, entro a su habitación y de su cama tomó su teléfono buscando un número, marco y del otro lado de la linea nadie contesto así que solo dejó varios mensajes.

Isaac:
Nos vemos frente a la escuela Mack... Iremos a dar un paseo por la carretera, no olvides llevar algo de dinero...

Nadie respondió en ese momento pero era algo obvio que el mensaje seria visto pronto, se cambio de ropa algo rápido y al bajar dejo en la nevera de la cocina un mensaje para mamá y papá cuando ambos llegarán a casa. El auto no era algo muy seguro para usar después de la última vez pero el tenía planeado darle algunas mejoras y ser mas discreto. Subió al auto, encendió el motor y antes de acelerar observo como se alzaba la puerta de la cochera muy despacio, observo como el sol se ocultaba lentamente y en cuanto se oculto de entre las calles subió el volumen de la radio y acelero, saliendo y alejándose de casa. Pasaron algunos minutos y no tardo en llegar, su amigo Mack estaba en el lugar acordado, al parecer el mensaje fue recibido. Mack es un chico asiático, su nombre es proveniente de América por elección de su madre y sabe hablar bien el español latino, es el mejor amigo de Isaac y probablemente su único amigo.

—Sube Mack...—. Ordena el chico.

—Genial Isaac, ¿cómo conseguiste que te prestaran el auto después de la última vez?—. Cuestiona con curiosidad.

—Cierra la boca y no preguntes, iremos a visitar a alguien hoy—. Responde con un tono molesto, algo aquí no esta bien.

—¿Piensas darle la revancha a Kwan?—. Pregunta Mack con miedo en su voz una vez que comprende la tensión en los puños de su amigo.

—Esta vez lo venceré...—. Responde— la carrera pasada Kwan hizo trampa, sabia que la pista que decidió utilizar no la soportaría con el antiguo auto que manejaba—. Dice con seguridad en sus palabras.