Capítulo 3

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Chloe🌼

Voy hacia el trabajo tratando de concentrarme en mis pasos y no pensar en todas las cosas que pasaron este fin de semana, tengo tanto en mi mente; Jake y Laia están saliendo, Denisse el sábado en la mañana me creo mi perfil en la app de citas, aunque la verdad yo no quería y ella lo hiciera obligándome, un mensaje de Jake me llegó el sábado en la noche para luego hacer lo único que sabe hacer, dejarme sin nada. Mi mente es un nudo de cosas por pensar, pero yo decido ignorar todo aún sabiendo que en algún momento estallare, puede ser en enojo o en llanto.

Espero el autobús mientras observo a una niña junto a su mamá, ayer no pude ver a la mía como lo hago todos los domingos, no podía darle la cara después de que Jake se llevará todo lo que me quedaba en mi apartamento, mi sillón incómodo, pero adorado se ha ido ¿Cómo puedo ser tan tonta como para ignorar que el se lleve cosas que compre con mi dinero, con mi esfuerzo y trabajo? No lo sé a veces soy un poco, cómo decirlo sin que suene ofensivo para mí misma, estúpida. Pero también pienso en que él tal vez este acomodando su vida, aunque sean con cosas que no le pertenecen.

El autobús llega y logro conseguir un asiento vacío, esto es un milagro conociendo el tráfico de los lunes en la mañana. Hoy no va ser un mal día mi suerte va comenzar a cambiar, Dios tendrá misericordia de mi y de mi mente.

Mi teléfono comienza a vibrar, pero yo voy muy concentrada en ver los autos pasar. Saludo a un pequeño niño que va camino a la escuela y él me regresa el saludo

¡Como amo los niños!

Pensé que muy pronto estaría formando una familia, ahora eso lo veo muy lejano. Mi teléfono vibra y vibra ya un poco estresada contesto sin ver quién es.

— Chloe, necesito entrar al apartamento, necesito la llave — habla un poco agitado la persona que me hace un desastre en la mente.

—Estoy en un autobús de camino al trabajo.

No tengo que darle explicaciones, no se las merece ni las necesita.

—Necesito usar el baño y ducharme — murmura y yo ya me lo puedo imaginar frente a mi apartamento mientras observa sus pies, siempre observa sus pies.

—Laia podría prestarte su ducha es muy grande y tiene miles de jabones de distintos olores, si gustas puedo llamarla.

—Déjate de tonterías, Chloe, estoy hablando seriamente— vuelve a murmurar —tendré que forzar la cerradura.

—No te atrevas, Jake —me bajo del autobús y ya puedo observar el edificio donde trabajo.

—Tarde, ya lo hice.

—¡Hijo de su m...! — como quisiera ahora mismo golpear su estúpida cara —¿ Sabes cuánto me costó arreglar la cerradura la otra vez? ¡no, no lo sabes!— le gritó al teléfono y cortó la llamada.

Pensé muy rápido que este sería un buen día, pero respira y vuelve a respirar Chloe que lo peor está por venir.

Llego al edificio y lo primero que me encuentro es el rostro somnoliento de Celia, mi compañera de trabajo, cuando me ve hace una mueca y me señala la oficina de la editora en jefe. Estoy en problemas puedo presentir un regaño aproximándose a cada paso que doy.

—Fisher, que milagro que estés a buena hora—dice mirándome sobre sus lentes de lectura.

—Logré subir al autobús y conseguir asiento vacío, así que sí es un milagro.

Se quita los lentes y se levanta a buscar unos papeles para entregármelos, yo me dedico a observar su oficina ¿Qué se sentirá sentarte en esa silla y mandar personas mientras escribes y tomas café frío?

Margaritas [Flores #1] (Borrador) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora