Capítulo 17

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Chloe 🌼

Cuando abro mis ojos siento un dolor punzante en mi mejilla, todo lo sucedido llega a mi mente haciendo que me levante, pero al ver a Denisse descansar en una silla me relajo un poco, la llamo y ella se sobresalta pero al verme sonríe y me abraza.

La puerta se abre haciendo que nos separemos. Bill entra y sonríe al vernos juntas. Comenzamos hablando sobre lo sucedido y Bill me comenta que le darán más o menos cuatro años de cárcel por robo, al enterarse que las cosas que sacaba de mi apartamento las vendía como si fueran nuevas, y también por agresión al sujetarme y lanzarme de esa forma causándome moretones en las muñecas y en la mejilla. También me cuenta que Laia al enterarse de lo sucedido también puso una demanda, pues a ella le robo algunas cosas. Esto no me alegra pero me alivia un poco jamás pensé hacer esto pero ahora puedo sentirme un poco liberada puesto que esto me tenía agobiada, el temor de que se llevará mis cosas de nuevo me daban ganas de llorar sin parar.

Mi mirada se posa en un ramo de margaritas en la mesita del hospital.

—Arthur estuvo aquí toda la noche, lo convencimos de que fuera a descansar.

—¿Qué hora es? — pregunto un poco confundida.

—Son las cuatro de la mañana— responde y yo me preocupo, no fui a trabajar, van a despedirme.

—Celia llamo y yo le conté todo, no te preocupes dijo que la directora no llegó y que vendrá la próxima semana.

Un suspiro de alivio sale de mis labios y recuesto mi cabeza en la almohada cerrando mis ojos.

—Ya puedo irme ¿Verdad? No fue nada grave— les digo y ellos me miran.

—Le preguntaré a la enfermera — dice Bill saliendo.

Denisse me mira y toca mi mano. Estaba muy preocupada, cuando la vi pude notar el miedo en sus ojos pero nadie podía intervenir era algo entre Jake y yo.

Bill vuelve a entrar y detrás de él la enfermera, ella comienza a revisarme y luego me sonríe diciéndome que ya estoy bien que solo debo aplicarme hielo sobre el moretón y nada más. Eso me alivia, ya quiero volver a… ¿mi casa? No yo no volveré a allá.

—¿Qué pasa te sientes mal? — pregunta Denisse mirándome por el retrovisor.

—No volveré al apartamento — le informo — ¿Pueden llevarme a la casa de mis papás?

—¿A dónde tus papás? — pregunta la pareja a unísono.

—Si, no quiero volver al apartamento y no quiero molestar en tu casa Denisse. Mientras busco un nuevo apartamento me quedaré en casa de mis papás.

—Sabes que en mi casa no molestas, siempre eres bienvenida.

—Lo sé, pero quiero estar con ellos.

Ella asiente y Bill comienza a manejar hasta la casa de mis papás.

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El moretón no ha desaparecido por completo, pero hoy ya me siento lista para regresar a trabajar. Mientras intento esconder el moretón con maquillaje mamá me mira y me cuenta sobre sus clases de yoga.

—¿Y Alice cómo está? — le pregunto pensando en la progenitora de Arthur.

—Esa mujer está encantada contigo, Chloe. Siempre me pregunta por ti y me habla sobre Arthur intentando que me encante él como tú le encantas, sin saber que yo estoy encantada con ese muchacho. Y aún más al saber que estaba junto a ti ese día.

—Eso fue casualidad, mamá — le respondo terminando de maquillar el moretón.

—Nada es casualidad en esta vida, hija— dice saliendo de la habitación.

Tal vez tenga razón, pero y si no es casualidad ¿Qué es?

Me despido de mis papás y utilizo el auto para poder llegar al trabajo. Cuando llego Celia me recibe con un abrazo y me hace muchas preguntas, las cuales respondo con tranquilidad mientras nos sentamos a comenzar a trabajar.

Vicki me recibe y por primera vez en lo que llevo trabajando en este lugar me trata bien, me pregunta sobre el tiempo de cárcel que le darán a Jake y se queja diciendo que es muy poco, pero a mí parecer es demasiado.

Cuando llega la hora de irme pienso en los días en los que Jake llegaba a buscarme pero yo estaba tan cansada que lo ignoraba o me quedaba dormida. No sé ni porque estoy pensando en eso pero la culpabilidad hace que me desanime.

Mientras manejo hasta la casa voy tratando de no pensar tanto en él, no quiero sentirme más culpable, pero me siento mal por demandarlo, yo solo quería que me dejara en paz yo no quería que se arruinara su vida. Cuando me bajo del auto para entrar a la casa de mis papás una voz me detiene.

—¿Chloe? — pregunta una voz a mi espalda. La mujer frente a mi tiene unas grandes ojeras y el brazo vendado.

—¡Laia! ¿Qué te pasó?

Lágrimas comienzan a bajar por sus mejillas intenta hablar pero su voz tiembla demasiado. Me acerco más y la abrazo, es mi amiga, y aunque no me haya contado que salía con mi ex, sé que ahora está sufriendo.

—Chloe, lo lamento. Siento mucho haber salido con tu ex. Él parecía ser un hombre maravilloso, comenzamos a hablar y el me dijo que ya no te amaba que estaba cansado de ti y yo le dije que él me gustaba y una cosa llevo a otra y… Ni siquiera podía verte a la cara, Chloe eres mi amiga y debí pensar en eso antes de salir con... — solloza contra mi pecho pero sigue hablando — antes de ir a sacar tus cosas, lo enfrente, pues ya me había robado algunas cosas y yo lo estaba dejando pasar, me hacía la que no veía.

—No tienes que contarme todo esto, Laia — la interrumpo pero ella me ignora y continúa.

—Ese día, lo enfrente y lo único que gane fue un brazo roto. Él estaba borracho, yo jamás lo había visto así y me asuste así que solo hui, me fui a casa de Lía y ahí Bill le contó a mi hermana lo que había pasado. Lo lamento tanto, Chloe.

—Está bien, Laia. No te disculpes más, por favor eres mi amiga nunca estuve molesta, sí me sorprendí al enterarme porque hubiese sido mejor que tú me contarás, pero ya está en el pasado ¿Si?

—¿Por qué eres así, Chloe? Ahora me siento peor, eres demasiado amable que es raro — añade sintiéndose más calmada.

—¿Es raro que alguien sea amable? Eso me parece aún más raro — le respondo haciéndola reír — ¿Todo en el pasado?

—Todo en el pasado — responde y me da un abrazo con su brazo sano.  — Tengo que irme, pero espero que podamos salir un día juntas como antes.

—Claro, todavía tengo mi mismo número.

Porque el dinero que gano no me alcanza ni para un auto ni para un teléfono nuevo.

—Te llamaré, lo prometo — dice alejándose.

Me siento liberada, es como si una carga que estaba sobre mis hombros se hubiese esfumado necesitaba decirle que no estaba molesta y creo que también necesitaba escuchar sus disculpas.

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Margaritas [Flores #1] (Borrador) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora