Capitulo 6: Azabache

21 1 0
                                    

Casi una semana después de la desaparicion de Steve, encontré a la señora Wanda, su hermano y al señor Vision en la sala principal. Ella lloraba, el señor Vision la estaba abrazando y su hermano solo observaba en silencio.

Luego se percataron de mí.

-James, acércate -pidió la señor Visión.

Me senté en el sillón frente a ellos, mientras la duda y el mal presentimiento crecía en mí.

-James, hay algo importante que debemos decirte -empezó el señor Visión.

Asentí. El hombre y su cuñado intercambiaron una mirada, mientras la señora aún ocultaba su rostro.

-Es sobre Steve.

Aquel nombre despertó en mí inquietud, no lo había escuchado en días. Y de pronto, con la señora Wanda llorando, mi respiración se profundizó.

-No, no, James, no es nada malo -el señor Vision se adelantó-. Él, él se fue.

Pude sentir el ceño arrugarse en mi frente, incapaz de comprender las palabras del hombre.

-Steve investigó sobre su familia biológica y los encontró. Pidió dinero a Peter para viajar a Nueva York dónde se encontró con ellos.

-Él dijo que lo necesitaba para hacer un regalo a sus padres y a ti -me miró el mencionado.

Volví hacia el señor Visión.

-Fui a buscarlo -el hombre siguió-. El familiar es su madre. Ella me explicó el porqué lo dejo. Al parecer su ex esposo era violento y no tenían recursos suficientes para mantener un bebe, pero ahora el hombre está muerto y ella asegura poder cuidarlo, incluso con la universidad.

-Aun sigo pensado que todo es mentira -interrumpió la señora Wanda-. Esa mujer solo quiere dinero. Obligará a Steve pedir dinero y dejar sus estudios.

-Wanda, es como te dije. Ella se veía arrepentida y no necesita dinero porque tiene un trabajo fijo en un hospital, además, Steve es quien decidió quedarse con ella.

La mujer negó. Tenía la mirada concentrada en algo que todos ahí no podíamos alcanzar.

-Él prometió seguir en contacto con nosotros -aseguro el hombre.

-¡Tu debiste traerlo de vuelta! -exigió ella.

-Sabes que hubiera estado mal hacer eso.

La señora Wanda se levantó y sin más palabras subió las escaleras. En el silencio de la sala se pudo escuchar el portazo desde su estudio.

El señor Visión suspiró, mientras Peter recostó su cabeza hacia atrás del sillón.

-Me va odiar para siempre -murmuró este último.

El señor Vision le echo una mirada y negó, luego se dirigió a mí.

-Steve dijo que te extrañará, pero que algún día volverán a verse.

Sin embargo, aquella noche no pude evitar pensar en una sola palabra: mentiroso.

Los días posteriores la casa estuvo en silencio tenso. La señora Wanda no permanecía en su estudio, mientras su esposo se encargaba del desayuno y la cena. Todo se convirtió en una rutina sin fechas.

Una tarde, al terminar mis deberes, me quedé observando la calle; el ocaso iluminaba los árboles y había niños paseando en bicicleta. El viento apenas soplaba. Pero había un extraño peso es mis hombros y un cansancio desde el centro de mi ser. Me pregunté el motivo, pero mi mente solo me devolvió un recuerdo en el que Steve hablaba desde el otro lado de la habitación sobre películas y música.

El lienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora