Las campanas de la iglesia comenzaban a sonar, todos los invitados tomaban sus asientos, mientras tu madre estaba frustrada y asustada, caminaba de un lado a otro, sin dejar de estar pensativa, una mano tomó su antebrazo jalandola de forma violenta.
- ¿Donde carajos esta esa maldita mocosa? La ceremonia ya empezó, más te vale encontrarla o de lo contrario te ira mal en la casa.- Tu padrastro de forma molesta entró a la iglesia, para hablar con el novio el cual estaba algo desesperado, pues ya se habían tardado más de lo normal. -Mi niña, ¿donde estas? Ya está la ceremonia, por favor no me hagas esto, vuelve... ¡TN! ¡TN!...-
Tu padrastro hablaba con tu prometido para hacerte saber que se van a retrasar unos segundos. -¡Ja! Mira, yo no estoy para juegos, tu me habías prometido que esa maldita mocosa iba a ser mi esposa, si no aparece, te juro que te haré pagar con tu miserable vida, así que quedas advertido.- Dijo el hombre de forma amenazante a tu padrastro, quien empezó a sudar frío, y salió en tu busqueda.
El aire golpeaba tu rostro, era la primera vez que subias a una moto, mejor dicho, es la primera vez que sales con alguien por tu voluntad, en aquel momento no importaba si conocías a ese chico o no, solo sentias un gran alivio, sabías que ahora todo sería paz, a tu mente se venían todos los recuerdos de tu sufrimiento.
En un momento el chico detuvo la moto, bajando de esta.- ¿Quiéres algo de comer? Debes de tener mucha hambre, supongo que no has comido nada desde que te pusieron ese vestido, ven acompañame, este es mi restaurante favorito. Algo humilde, pero tiene la mejor comida de todo Tokyo. - Decía quitado de la pena, algo que te hacia preguntarte ¿Cómo es posible que alguien actúe de esa forma?
- Mmm, creo que no me has escuchado, ¿Vas a venir o no? - La voz de aquel rubio te interrumpió de tus pensamientos, haciendote volver en si, solo reaccionaste bajando de la motocicleta y siguiendo al chico. Como era de esperarse, las personas los observarian, en especial a ti, no era común ver a una novia bajando de una motocicleta.Aquel desconocido parecía no importarle ni mucho menos llamarle la atención aquellas miradas, solo se limitó a entrar al restaurante, mientras tu lo seguias por detrás.
-Ven por aquí, este es mi lugar favorito, adelante pide lo que quieras, yo te invitaré.- A pesar de su apariencia de niño chiquito, era muy caballeroso, en aquellos instantes, te le quedaste mirando. El solo miraba la carta del menú, escogiendo algo de comer. Por un momento el se dio cuenta de que lo estabas mirando, limitándose a solo regalarte una sonrisa mientras seguía observando aquella carta. - Creo que pediré una hamburguesa... ¿Tu no vas a pedir nada? - Aquello te hizo sobre saltar, rápidamente miraste el menú, aunque aún estabas algo distraída, habían pasado tantas cosas en ese día, así que solo pediste lo mismo que el.Un hombre tomó nuestros pedidos y se fue para preparar dichos alimentos. - Entonces... ¿qué planeas hacer ahora? Digo, ya no tienes que estar asustada, esos tipos no te van a encontrar, pero, aun no se que tienes en mente ahora que estas libre.- sus palabras tenían toda la razón, estabas completamente sola, no tenías familiares cerca, ni mucho menos amigos, lo único que te quedaba, era ese desconocido el cual te ayudó a escapar. - Y-yo... no lo se, la verdad nunca pensé que podría escapar de mi infierno, y sinceramente ahora que ya no tengo que hacer nada que me digan... no se a donde ir.- Un suspiro pesado salió de la boca del chico, el cual miraba con atención todo lo que decías.
- Supongo que ahora estas sola... Vaya, creo que fue algo repentino, el robarte de tu matrimonio, supongo que ahora eres mi responsabilidad, tendré que hablar con mi abuelo, no se como lo tome.- Al escuchar como aquel chico quería hacerse cargo de ti, una gran tristeza te inundaba la mente, no querias ser una carga para el, además de que no tenías ni idea de quien era, cual era su nombre, o que diablos hacia ese día en la iglesia, tenías que hacer las cosas por ti sola, sin depender de nadie. - Y-yo te agradezco que me hayas salvado, pero prefiero hacer las cosas ahora por mi cuenta, no quiero ser una carga para ti o para tu abuelo, además... ya hiciste mucho solo con salvarme, y ahora me invitas de comer, creo que ya es suficiente.- Decias de una forma fría, el chico solo te miraba algo confundido.
-Me recuerdas a un amigo mío... es parecido a ti, el quiere alejarse de los problemas, pero a diferencia de ti, el no se rinde fácil... sigue y sigue adelante, es igual de llorón que tu, pero eso solo lo hace un héroe, una persona que siente... - te sentias algo ofendida por que te dijo llorona, aun no entendías a que quería llegar con eso. - Bueno, para dejar de lado tanto... puedes quedarte conmigo, jamás dije que fueras una molestia, al contrario, sería algo nuevo para mi tener una chica en mi casa, que no sea mi hermana. No te pido nada a cambio, solo que me siento responsable de ti, por favor... déjame hacerme cargo de ti.- Cuanto estabas por responder, el mesero los interrumpió dejando las hamburguesas en su mesa.- ¡Maldita sea! Todo esto es tu culpa, tu maldita culpa... - Gritaba tuvo padrastro, mientras tenía el cuello de tu madre, apretando este con fuerza. El rostro de tu madre se volvía en un tono morado. Quería matarla en verdad. - Tu y esa pequeña zorra me las van a pagar muy caro, arruinaron uno de mis negocios importantes, ese bastardo nos iba a hacer millonarios, pero esto me la pagarán.- Tu madre estaba por quedarse inconsciente, fue en ese momento en donde alguien tocó la puerta, haciendo que el hombre soltara a tu mamá y fuera a abrir la puerta...
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Gracias por hacer esta historia posible 🥰❤
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Mi Pequeña Obsesión ♡
RomanceUna chica obligada por sus padres a contraer matrimonio, es salvada a manos de un desconocido, un desconocido que poco a poco le enseñara las dificultades de la vida diaria.