SILENCIO (Chloe)(MLB)

CAPITULO - 0

Narrador.

Chloe ya hacía sentada en su puesto en el jet privado de su madre, después de el último insistente con respecto a los Miraculos y Monarck. Además del escándalo de nivel terrorista que generó, sus padres ya no tenían más remedio que sacarla del país donde sería más difícil que alguien la identificará.

Audrey Bourgeois estaba sería mientras contactaba de izquierda a derecha a cuántos podía con tal de borrar o siquiera arreglar un poco la imagen de su hija mayor, nada por amor, solo con tal de que la suya no sea manchada en el proceso.

Cada segundo le era de vital importancia con tal de que en las redes no explotará más lo ocurrido.

Algunos arreglos de papeles, borrado de identidad y un par de años era lo que se planeó.

Apresurado pero era una carrera contra el tiempo mismo y este no perdonaba.

La rubia menor solo podía sentir un nivel inhumano de irá y miedo, cada tanto miraba a su madre que hablaba enojada por teléfono.

Tenia sellado su destino y no habría poder en la tierra que la salvará.

Finalmente la más grande corto sus llamada y dejo su celular sobre su mesita al frente de su puesto, quitándose los lentes mientras tallaba sus sienes para tratar de liberar un poco de estrés.

El porte de diva que dominaba al mundo no estaba, ahora solo el de una mujer más haya de la desepsion, no se le podía decir madre ya que nunca lo seria en realidad.

-ya arregle todo Carolai, apenas lleguemos te llevarán al internado dónde antes estaba Zoé y no quiero saber nada de problemas en ti en mucho tiempo¿Entendido?- preguntó la rubia mayor con enojo, mientras aniquilaba a si hija con la mirada.

Chloe mordió el interior de su mejilla con frustración, otra vez no recordaba si nombre u tal vez nunca lo haría.

-si mamá - le respondió la adolecentes tragando todo su malestar.

El viaje siguió en silencio, solo con el fondo de las turbinas del avión en su máxima potencia.

La de ojos azules solo podía ver aquella parte del avión mientras de reojo volteaba a ver la compuerta del jet, sería tan fácil levantarse y abrirla.

Ser succionado afuera y caer, pero dejo morir todo eso dentro de su mente apenas lo pensó.

Sería un largo viaje hasta Estados Unidos.

Por lo que prefirió dormir un poco, disfrutando cada pisca de la libertad que le quedaba.

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La chica de lentes de sol despertó al sentir parte de la turbulencia del avión.

Miro afuera de su ventanilla notando que estaba a nada de llegar a él aeropuerto, notando como cada vuelo comercial salía rumbo a quién sabe dónde peor seguro para ella era mejor que a dónde iba en primera instancia.

Pudo ser peor, legalmente debieron de llevarla a una cárcel pero de no ser por la intervención rápida que se dió no estaría ahí, pero aún así no tenía suerte de estar ahí.

-que bueno que despertates Caserola, pronto llegaremos así que menor ve preparándote- le dijo Audrey sin verla en ningún momento, estaba más inmersa en su ordenador.

Cada noticia de París le era más importante que nada ahora.

Chloe ya posea seis órdenes de detención en Francia por los que esperaba la sangre no llegara a Estados Unidos también.

En cuanto a la chica no tenía mucho que prepararse, no tenía nada consigo más que un poco de dinero y su ropa de diseñador.

No hubo tiempo de hacer las maletas.

...

El jet apenas tocaba la pista cuendo la rubia más joven noto un par de camionetas negras a esperando.

-justo a tiempo- dijo la modista observado lo mismo que su hija - ellos te llevarán directo al internado, mientras yo iré a agreglar algunos papeles-

Le menciono mientras guardaba su cosas en un maletín, muy diferente a los que usaba, este era meramente de trabajo.

-¿me dejaras otra vez?- preguntó la adolescente sin nada que perder.

La mayor no respondió, tomo sus cosas y salió de ahí sin decir nada, mientras la niña la seguía.

-buenos días señora Audrey Bourgeois, sea bienvenida a Estados Unidos, resivimos el encargo de escoltar a su hija la señorita Chloe Bourgeois si no me mal informaron- dijo un hombre de traje, con las insignias de la institución femenina a la que sería enviada.

-asi es- contesto con simpleza, para luego ir a la otra camioneta que estaba ahí para irse.

No sé había despedido de su propia hija y poco le había importado dejarla con personas que apenas y se habían identificado.

-por favor haga el favor de seguirnos, no queremos recurrir a la fuerza- dijo el escolta principal que había resivido a su madre, mientras más se acercaba a la rubia.

-yo creo que no- una vez el hombre se hacerca lo suficiente está soltó una patada a la entrepierna de este, dejándolo en el suelo, cuándo su compañero vio esto trato de detener a la chica pero solo resivio un puñetazo en la mandíbula, pero no fue suficiente para detenerlo por lo que en segundo fue contra la Rubia.

Pero está se aparto de del camino y lo golpeó detrás de la espalda.

Dejándolo un momento en el suelo, sin perder tiempo fue a la camioneta subiendo a esta, para su suerte tenía las llaves puestas por lo que solo dió marcha saliendo de ahí de toda velocidad, pero tratando de no chocar contra alguien o algo.