¿Pueden los Jedi vestirse de naranja?

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En primer lugar, me gustaría pedir disculpas a aquellos de ustedes que se vieron inundados con alertas de actualización para esta historia durante la semana pasada. He estado corrigiendo algunos errores básicos de ortografía y gramática en capítulos anteriores y, por alguna razón, este sitio decidió enviar alertas cada vez que lo hacía. No sé por qué. Hasta donde yo sé, se supone que eso no debería suceder.

Además, varias personas comentaron que pensaban que el sable láser de Naruto no sería lo suficientemente grande para acomodar todas esas tallas, así que hice algunos cálculos (no te preocupes, me recuperaré). El sable de luz promedio tiene, sin incluir la placa base, entre 750 y 1000 centímetros cuadrados de espacio en la empuñadura. Resta un poco para varios interruptores y diales y aún te quedarán al menos 700 cm 2 . Según cómo me imaginaba la empuñadura de Naruto, tendría entre 750 y 850 cm 2 disponibles. Hay 27 "imágenes" grabadas en su empuñadura. Si tienen un promedio de 3 cm 2 cada uno, que es lo más grande que me imagino, entonces eso hace un total de 81 cm 2 de tallas. Agrega un poco de espacio entre cada uno y llámalo 90 cm 2 . Eso significa que como máximo las tallas cubren el 12% de su empuñadura. Los cilindros tienen mucha más superficie de lo que cabría esperar.

De todos modos, aquí está el capítulo 20. Gracias a todos por su apoyo hasta este punto. Nunca esperé seriamente alcanzar este hito cuando comencé esta historia, pero aquí estamos. Espero que disfrutes.

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Capítulo 20

Su grupo tardó menos de veinte minutos en llegar al apartamento de Shmi. Una vez que llegaron, Anakin tocó el timbre. Después de unos momentos, la puerta se abrió con un silbido y una oleada de deliciosos aromas salió del apartamento hacia el pasillo. Mientras todos estaban de pie y salivaban ante el olor, Shmi Skywalker estaba en la puerta, sonriendo con cariño.

"Bueno, esta es ciertamente una visión familiar", dijo, dándole a Anakin un rápido beso en la mejilla, para su vergüenza. "Mi hijo, apareciendo en la puerta con un montón de perros callejeros, esperando que yo les diera de comer".

Obi-Wan se rió entre dientes mientras Anakin se sonrojaba. Mientras tanto, Naruto se retorcía de emoción y el olor a comida le hacía babear.

"Hola señora Skywalker", exclamó. "Es bueno verte. ¿Anakin te habló de Jiraiya y yo? Seremos padawans y tendremos que construir nuestros propios sables de luz, ¡y será increíble!"

"Más despacio, querido, todavía necesitas respirar", le amonestó Shmi, antes de envolverlo en un cálido abrazo. "Sí, él me lo contó todo y estoy muy orgulloso de ti. Por cierto, ese sable de luz se ve maravilloso. Debes haber trabajado muy duro para lograr tanto progreso en solo un año".

Naruto alegremente le devolvió el abrazo. Como nunca había experimentado el amor de una madre cuando era niño, ahora aceptaba con entusiasmo ese afecto. Shmi, cuando escuchó esto de su hijo, se propuso como misión compensar al menos parcialmente el amor que Naruto había perdido mientras crecía. Naruto, que era a la vez una persona fácil de amar y también desesperado por una familia viva, rápidamente se había establecido como algo así como un sobrino favorito o un hijo menor a sus ojos. Ciertamente, tanto ella como Anakin lo consideraban parte de su familia.

Se enderezó y miró a Jiraiya. Él sonrió e inclinó la cabeza respetuosamente hacia ella.

"Oh, supongo que deberías felicitarte a ti también, réprobo irredimible", dijo, con una mezcla de cariñosa exasperación y genuino orgullo en su voz. Si bien Naruto había sido un visitante bastante frecuente durante los últimos ocho meses, ella solo había visto a Jiraiya un puñado de veces. A ella le agradaba bastante y burlarse de él era divertido, pero no podía decir que lo consideraba más que un amigo algo distante.