Isabella Gilbert había tenido que ver morir al amor de su vida.
Contra todo pronóstico,Klaus Mikaelson estaba muerto,y ella sentía que se había ido con él.
Sin soportar seguir en la ciudad,sale corriendo de Mystic Falls junto a Caroline,dispuesta a...
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Isabella suspiro irritada mientras se tumbabaen su cama,cansada después de verse arrastrada a otro día de búsqueda de como devolverle la humanidad a Stefan que consistió en su hermana irritada,Damon coqueteando con ella y Elena quejándose todo el camino a casa de que no podía estar con él porque era una persona horrible.
—¿Es por eso que intentas tan desesperadamente llamar su atención?—le había respondido con una ceja alzada.
Su hermana no volvió a hablar después de eso,a lo que daba gracias,lo último que quería era seguir escuchándola sobre cómo Klaus había arruinado su vida cambiando completamnete a Stefan.
¿Lo habíahecho? Si.
¿Isabella queríaescucharlo? Claramente no.
La recién descubierta bruja pensó en sísería factible quemar vivía a su hermana con sus nuevas habilidades.Posiblemente tendría a la mitad de la pandilla de Scooby queriendo acabar con ella,pero viendo que tenían la amenaza de Klaus,podría huir a las Bahamas o algo así.
Mientras planeaba su ruta de escape,su teléfonocomenzó a sonar,atrayendo su atención cuando el tono característico de alguien en concreto hizo que sus ojos se abrieran y saltara rápidamente de la cama,casi cayéndose en el proceso,para agarrar el móvil.
A Isabella le encantaba tener un tono en concreto para cada persona depende de lo bien que le cayera o como encajaba su personalidad con cada canción.
Con Caroline,era Long Live. Para Elena,Family Line;Damon,Happier Than Ever.Katherine era Look What You Made Me Do,más por la personalidad de la vampira que por su relaciónensí.
Pero ahora sonaba I Wanna Be Yours.
Si,la bruja sabía que no era precisamente sutil.
En cuanto tuvo el aparato en sus manos,se tomó un momento para relajarse antes de contestar.
—¿No estás muy ocupado en tu viaje de creación de híbridos?
—Sabes que siempre tengo tiempo para ti,amor—Isabella podíaprácticamente escuchar esa sonrisa encantadora al otro lado del telefono—He supuesto que ya me echarias de menos.
