Isabella Gilbert había tenido que ver morir al amor de su vida.
Contra todo pronóstico,Klaus Mikaelson estaba muerto,y ella sentía que se había ido con él.
Sin soportar seguir en la ciudad,sale corriendo de Mystic Falls junto a Caroline,dispuesta a...
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— And I know we weren't perfect but I've never felt this way for no one— cantó la bruja tamborileando sus dedos en el volante mientras conducía por una carretera vacía camino a su nuevo destino.A su lado,la mujer loba le ponía los ojos en blanco mientras miraba un mapa con el ceño fruncido,pero Isabella no sabía si era de frustración por no entender lo que indicaba el papel o cansancio por llevar más de tres horas escuchándola cantar sin parar— And I just can't imagine how you could be so okay now that I'm gone.
Su situación en sí era bastante curiosa por decir lo menos.
Cuando la sacaron de su burbuja en Londres,Isabella se dio cuenta de que no podía seguir viviendo en el aislamiento que tenía en esa ciudad.Ignorar lo que había pasado y pretender que su novio no había sido asesinado por su familia no funcionaba con ella.No hacia qué superara el dolor,solo hacía que se enterrara de forma más profunda en ella y se esparciera,como si fuera un virus.
Cuando llego a Mystic Falls de nuevo,supo que no podía volver a dejar atrás a Klaus,que tenía que hacer algo,pero no sabía el que.Pensó que tal vez encontrar a los Mikaelsons la ayudaría,pero ese era un paso que aún no estaba preparada para dar.
Y luego estaba la muerte de Katherine,lo que rompió completamente toda la situacion,ya que lo último que esperaba era perderla,y para cuando se entero y pudo ir a despedirse de la ex vampira solo le quedaban unas horas de vida.
Perderla fue otro golpe bajo para Isabella,pero lejos de recluirse en su dolor,decidio llevar a cabo la última petición de Katherine,aquella que escribió en un sobre de forma secreta para que la pandilla de Scooby no lo descubriera.
En el sobre solo encontró la dirección de algún lugar y el nombre de una tal Hayleh Marshall,de la cual no había oído hablar nunca,y no entendía porque Katherine quería que la buscará,pero supuso que tuvo que haber algún motivo,así que decidió aferrarse a las instrucciones de aquella carta.
Pero antes de hacer eso,había una última cosa que tenía que hacer en Mystic Falls.
Despedirse de Caroline.
Sabía que dejar una carta en su mesita de noche explicando porque tenía que irse de forma apresurada del pueblo no era lo que su amiga se merecia después de estar un año junto a ella intentando ayudarla a superar su dolor,pero Isabella tenía que hacerlo,ya que sabía que si lo hacía en persona Caroline no la dejaría ir.
Y porque quería a su amiga más que nada,sabía que tenía que alejarse de ella.
La vampira había perdido un año de su vida a su lado.Isabella vio como la rubia lloraba por las noches,pero se centró tanto en ayudarla a ella que olvidó su propio dolor,y Caroline se merecía no tener que cargar con ella y sus problemas que era incapaz de superar.
Caroline se merecia ser libre de hacer lo que quisiera con su vida y no tener que preocuparse de que ella tuviera un colapso o un ataque de pánico que llevara a una gran destrucción provocada por la magia.