Capítulo 10

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Secret Omega

Zayn anotaba algunas cosas en su libreta, había libros por doquier encima de la cama de Louis y también demasiado silencio. Después de una charla larga y nostálgica que realmente no llegó a nada importante, Louis se había recuperado un poco y habían decidido poner manos a la obra. Después de todo, Zayn estaba ahí para recibir ayuda en una de sus tareas.

Louis realmente trataba de concentrarse, trataba de enfocarse y dejar toda su atención en las complicadas ecuaciones que su amigo tenía que resolver, pero su mente terminaba viajando en otras direcciones y después se quedaba en blanco. ¿Cómo podría concentrarse cuando un pesar tan grande le inundaba el corazón? ¿Cómo hacerlo después de volver a ser consciente de lo arruinado que estaba, de lo estúpido que había sido? Fallaba una y otra vez. Al tercer suspiro irritado, Zayn le dedicó una mirada comprensiva.

—No tienes que hacerlo si no tienes ánimos —el joven le dijo.

—Viniste hasta aquí por esto, lo terminaré. Solo dame un momento y-

Zayn le quitó el lápiz de la mano y luego le sonrió dulcemente—. En serio, no hace falta.

Louis resopló, se pasó una mano por el rostro y luego alzó los hombros—. Lo lamento. Es solo que...

Zayn lo entendía, no imaginaba lo que era llevar sobre los hombros una carga tan pesada como la de Louis. No sabía lo que era sentir que sería infeliz por siempre, no sabía lo que era vivir libre en la sociedad, pero ser prisionero de una mentira. Debía ser demasiado difícil, demasiado doloroso, demasiado lamentable. Había una solución, claro, pero Louis había dejado claro que prefería desaparecer antes que ceder ante ello. Zayn realmente no tenía ningún voto ahí.

—No tienes que decir nada, está bien. —Zayn acarició la espalda de su amigo con aprecio—. Además, ni siquiera es una tarea tan importante. Solo quería venir aquí y pasar la tarde contigo, realmente me hiciste falta hoy.

A pesar de sentir una presión constante en su pecho, Louis logró sonreír. Miró a Zayn con ojos brillantes y luego se levantó para abrazarlo con suavidad. El pelinegro respondió al contacto, cerrando los ojos y suspirando.

—Gracias por estar aquí —Louis murmuró—. Gracias por escucharme y por quedarte incluso si soy un desastre.

Zayn suspiró, apretó más a su amigo entre sus brazos y después se alejó para mirarlo a los ojos.

—No tienes que agradecerme nada —le respondió—. Tú me cuidaste una vez, me protegiste, estuviste para mí... Haré lo mismo por ti. Voy a cuidarte, no estarás más solo en esto, me quedaré siempre que me dejes hacerlo.

Louis le observó con ojos brillantes y una sonrisa pequeña en sus delgados labios. Pudo sentir el cariño en las palabras del joven pelinegro y no pudo evitar querer llorar. Luego de tanto tiempo, incluso con sus padres, incluso con Harry que siempre estaba a su lado, se sintió realmente acompañado, pero más que eso, se sintió comprendido. Estaba en una constante lucha, en un constante sufrimiento, pero con Zayn ahí, mirándolo y abrazándolo, supo que ya no estaría solo.

—Voy a estar para ti siempre —Louis prometió.

Zayn le sonrió—. Y yo para ti, Lou. No lo dudes ni por un segundo.

[...]

Al final, Louis había podido ayudarle a Zayn a terminar su tarea. En algún momento de la tarde pudo dejar de sentirse miserable y logró enfocarse, incluso le enseñó un par de cosas más, explicando con tranquilidad y paciencia cada uno de los ejercicios.

—Serías un maestro excepcional —Zayn sonrió, terminó de guardar sus libros en su mochila y luego se recostó en la cama de Louis.

El castaño le dio una mirada desde su escritorio de estudio al otro lado de la habitación e hizo una mueca—. Nunca lo consideré —admitió.

Secret Omega | Larry Stylinson Donde viven las historias. Descúbrelo ahora