Capitulo 8

31 7 0
                                    


Narrador Omnisciente...

El tiempo avanzaba sin esperar a nadie, inexorable en su marcha, sin ofrecer segundas oportunidades. La señorita Rothschild comprendía esto a la perfección. Aunque deseaba cambiar eventos del pasado, sabía que era una batalla perdida, y castigarse mentalmente por ello no tenía sentido. Decidió liberarse de las cadenas del pasado y enfocarse en el presente.

Las hermanas adoptivas de la señorita Rothschild habían compartido una tragedia insondable. Sus padres habían sido víctimas de un ataque atroz, un secuestro aéreo que culminó en la explosión del avión en el que viajaban. No quedaron restos identificables, solo un avión carbonizado y ninguna certeza de su destino. La noticia de este suceso se propagó rápidamente, convirtiéndose en un festín mediático. Para los enemigos, fue una victoria, para las hermanas, una pérdida irreparable.

Ante la incertidumbre y la necesidad de esperar a que la hermana mayor, la señorita Rothschild, asumiera la responsabilidad de dirigir el imperio familiar, surgió un sentimiento agridulce. Aunque estaba preparada para el desafío, no podía evitar sentir la ausencia de sus padres. Pero entendió que nada podía devolverles la vida, y el tiempo, inexorable, seguía su curso, como sus padres solían enseñarles, enfocándose en el presente y el futuro, en lugar de los recuerdos irreparables del pasado.

Sofia había crecido y era y es una excelente alumna, una de las mejores de su institución. Mientras tanto, Rashta intentaba lograr lo que se proponía. Aunque ya no se llevaba mal con la hermana mayor de las Rothschild, no se hablaban mucho. Solo preguntaban cómo les había ido el día, pero solo con pequeñas palabras o frases.

"Y, ¿cómo ha ido su día, chicas?" - Preguntó la mayor hacia sus hermanas, que estaban a los lados de la mesa.

"A mí bien, hoy tuve un examen y saqué la mejor calificación" - Dijo la pequeña Sofia hacia su hermana mayor.

"Y a ti Rashta, ¿cómo ha ido tu día?" - Dijo la mayor hacia la hermana de en medio, que solo jugaba con su comida sin mostrar mucho interés.

"Él tenido mejores, pero es un día normal y corriente" - Dijo Rashta, levantando la cabeza y mirando a la mayor, quien solo le dedicó una sonrisa.

"Bueno, yo ya terminé" - Dijo Sofia, levantándose de su asiento al sentir el ambiente pesado entre sus hermanas.

"Está bien, puedes ir a tu cuarto" - Dijo la mayor hacia la pequeña Sofia, quien asintió con la cabeza y se retiró del comedor.

La pequeña niña ya se había retirado del comedor, dejando a las dos hermanas, quienes solo se limitaban a seguir en un infinito silencio, ya que ninguna de las dos quería empezar un tema de conversación.

"Y, ¿cómo va tu día?" - Dijo la hermana de en medio, sorprendiendo a la mayor, ya que normalmente era ella quien empezaba los temas de conversación.

"Pues la verdad es que bien, aunque con algunos problemas con unas empresas vecinas. Mañana tendré una reunión, así que me tendré que ir a las tres de la mañana. Despierta a Sofia por mí, ¿sí? En todo el tiempo que yo no esté, tú estarás a cargo. Las cocineras ya saben qué hacer y solo tienen que seguir su rutina normal" - Dijo la mayor mientras tomaba un poco de café negro.

"¿Eh? ¿Yo estaré a cargo? ¿Y cuándo regresarás?" - Dijo algo alterada mientras le pedía una explicación a la mayor, quien seguía tomando café.

"Muchas preguntas y pocas respuestas. Recuerda que tienes mi número de teléfono. Si pasa algo, llámame, y yo estaré aquí de inmediato. No te preocupes, regresaré en dos días" - Respondió la mayor antes de levantarse de su asiento.

Amor desde el infierno (en pausa pero seguiré subiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora