gallina (v. barco x a. giay)

ocho; actuar.

tercera persona.

valentín no es celoso, de verdad, es un sentimiento desconocido para él. nunca se caracterizó por ser alguien inseguro, no se creía indispensable mas tampoco reemplazable. además, siempre había tenido la atención de aquellas personas que consideraba mas importantes en su circulo social, ya sea familia o amigos.

entonces no entiende muy bien como reaccionar ante la secuencia desfavorable que sucede ante sus ojos.

sus cejas se fruncen, un mohín tembloroso surge en sus labios y su corazón se aprieta dentro desu pecho, como si se lo estuvieran estrujando con fuerza en un puño firme. se siente descompuesto, sus extremidades pesan una tonelada y su estómago está revuelto, quiere vaciarlo en el baño mas cercano pero no puede moverse.

agustín parece comodo hablando con la chica, la mira con una sonrisa tan grande que cualquiera pensaría que está encantado con ella. se ríen mucho, la rubia le toca un hombro y giay no hace nada para alejarla. le ofrece su trago y ella lo acepta, lo bebe y no saca sus ojos de él.

valentín arde en rabia. sabe que no debe sentirse así, es decir, están en un tipo de cita, si, pero aún son amigos. y no tiene nada por lo que reclamarle al castaño, agustín puede hacer lo que quiera con su tiempo.

pero no con el suyo, así que en teoría puede irse cuando quiera

¿no?. que agustín se quede con ella si quiere pero él no va a quedarse ahí a ver como le roban al wacho que tecnicamente no es su wacho. todavía.

decidido, baja del taburete con un saltito y se acerca al par medio tambaleante, rogando en sus adentros no parecer tan borracho como lo está realmente. quiere hacer una escena pero no quedar como el chiste en ella, así que cuando se encuentra detrás del mayor le toca un hombro y espera a que se volteé para poner su mejor carita de indispuesto.

—¿qué hacés acá, val? te dije que no te movieras—enseguida le rodea la cintura con un brazo y barco se siente un poco mejor cuando la rubia capta la acción con sus ojos azules.

es muy bonita, sería totalmente su tipo si tan solo...si tan solo no estuviera tan enloquecido por un pibe alto de pelo castañoy ojos verdosos que brillan intensamente cuando lo miran. como ahora, pero está enojado, no importa cuantas veces intente alejar la molestia de sus facciones o acciones, no puede evitarlo.

—tardaste mucho—murmura, vuelve a sacar el arma mortal que es el puchero y agustín sonríe enternecido quiero irme, gi.

—ay ¿es tu hermanito?—interrumpe la fémina, mirándolos con una sonrisa amable, no parece mala pero a barco ya le cae mal aunque no le haya hecho nada de forma directa.

el colorado ya está por defenderse de ese 'ataque' pero no hace falta cuando el mas alto vuelve a tomar la palabra, apretándolo contra su cuerpo.

—no no, es mi—se detiene. lo mira de una manera tanlo mira de una manera tan intensa, como pidiendo permiso para decir algo que puede comprometerlos a ambos, así que valentín asiente una sola vez y puede notar la sonrisita complacida que tiene el castaño cuando voltea a ver a la chica para responder―es mi chico.

—¿tu chico?—lo procesa unos segundos, corriendo la vista de uno hacia el otro, bajando a la mano del mayor en la cintura del mas bajito y de nuevo a sus caras, hasta que parece caer en cuenta y abre los ojos sorprendida―ah, disculpame, no sabía.