El viaje había sido hace unos 4 meses, cuando acabó el curso escolar. No era un viaje demasiado movidito, simplemente viajaban a Tenerife, que es una isla del archipiélago canario. Aún así, el viaje les parecía increíble y estaban todos emocionados. Solo iban 2 profesoras y como la clase era medianamente grande, invitaron a algunos padres al viaje, habiendo un cupo máximo de 2. Sev decidió apuntarse, intentando autoconvencerse de que lo hacía por acompañar a su hijo, pero realmente le apasionaba la idea de ver a Caleb, a quién no había visto nunca fuera de reuniones de padres.
El viaje estaba yendo sobre ruedas para todos. Los alumnos por fin podían pasar más tiempo juntos, incluso dormir más de dos personas en las mismas habitaciones (aunque fuera contra las normas). Los adultos sin embargo, se quedaron Sev y Caleb en un habitación y la otra profesora y la otra madre en otra. Tanto a Sev como a Caleb les gustaba la idea de pasar más tiempo juntos, pero no tenían que olvidarse de que el hijo de Sev estaba delante en casi todo momento, menos por las noches... Los días fueron pasando como uno esperaría en un viaje de estos, los niños con sus más y sus menos, pero al final todos pasándolo bien. Los adultos también lo pasaban bien, probablemente no tanto como los niños porque tenían que cuidarlos al fin y al cabo. Aún así, había una buena dinámica y un buen rollo entre los 4. Todos pensaban que tenían suerte de que no hubiera ido ningún otro padre pedante, porque les podría haber amargado a todos.
Sin embargo, Caleb y Sev lo pasaban bastante bien. Parecían 2 amigos de toda la vida. La tensión romántica añadía a la situación, una tensión que todo el mundo notaba.
Era ya el cuarto día del viaje y estaban todos en el transporte a su siguiente actividad, que era ir a la playa y hacer actividades ahí. Jill estaba sentada con Mónica y Sergey y Kayn estaban en los dos asientos de detrás.
Mónica como sigas girándote así te va a dar un dolor de cuello de la hostia - dijo Sergey riéndose.
¿Y como pretendes que hable con ustedes? - dijo Mónica - tenemos que estar siempre en contacto.
Mónica por 10 minutos que estemos sin hablar no creo que vaya a pasar nada - dijo Kayn.
Nononono - dijo Mónica estresada - tiene que ser siempre.
Los 4 se rieron y siguieron hablando. Caleb y Sev estaban sentados uno al lado del otro, como de costumbre.
Ya hacía un montón de tiempo que no iba a la playa, me moría de ganas - dijo Sev.
Yo voy cada finde prácticamente, vivo muy cerca de una playa - respondió Caleb.
A ver si me invitas alguna vez - sonrió Sev.
Claro, cuando volvamos tenemos que ir alguna vez - rió Caleb tímidamente.
La profesora y la madre les miraban con cierto juicio. No por ser dos hombres, si no porque era un profesor y un padre de un alumno. Bueno, ex-alumno prácticamente. Aún así, no les quitaban el ojo de encima, no querían perderse ni un detalle.
Hemos llegado - anunció el chófer.
Buenos chicos, levántense y vayan saliendo poco a poco - dijo la profesora.
Todos cogieron sus cosas, se pusieron en pie y fueron saliendo ordenadamente de la guagua. Todos empezaron a caminar dirección a la playa.
Papá - dijo Sergey mientras se acercaba a Sev - creo que me olvidé de la toalla en el hotel.
Joder Sergey, mira que lo avisamos mil veces... Por suerte tienes a un padre que sabe que eres un pequeño olvidadizo y traje dos toallas por si acaso - dijo Sev parándose en el sitio y abriendo su mochila. Sacó una toalla con dibujos y se la alcanzó a su hijo.
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De quién menos te lo esperas.
RomanceTodo empezó con un beso inocente... Pero nadie pudo adivinar hasta donde llegaría dicho beso.