Capítulo 7

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Narra Sergey

Llegó el recreo, y me dirigí hacia Hipatia, al ver que Mónica Y Jill se fueron casi sin mirarme.

Las miré decepcionado, e Hipatia al darse cuenta me mira y me dice:

Tremendas zorras esas dos, ¿eh?

La miré y asentí.

De verdad, que asco - dije.

Cariño, ya te olvidarás de ellas cuando te pongas con nosotros ahora - dijo Hipatia con cierto entusiasmo.

Me entró curiosidad saber con quien se ponía en los recreos, ya que siempre la veía con gente diferente.

¿Con quien te pones en los recreos? - Le pregunté con curiosidad.

Que donde nos vamos a ponar, querrás decir, ¿no? - dijo.

Eh... Es literalmente lo mismo que dije - respondí.

No cariño, no. De todas formas, me pongo con la gente de la clase de al lado. - dijo sin darle importancia.

A la cabeza solo se me vino Kayn, y sonreí inconscientemente.

Hipatia al darse cuenta, me sonrió y me dijo:

¿Qué? ¿pensando en Kayn? No te preocupes, también se pone con nosotros - dijo.

N-no estaba pensando en Kayn... - dije poniéndome rojo sin poder disimular.

Pero relájate hombre, que ya sé que no habláis tanto pero seguramente no será tan heavy el reencuentro - dijo dándose la vuelta y yéndose a la vez de que me hacía una señal para que la siguiera.

Ay Hipatia tú no viste el verdadero reencuentro en el baño, te habrías quedado flipando.

Se acercó a un grupo de unas 6 personas y antes de sentarse con ellos me presentó.

Amigos, este es Sergey, es de mí clase y está aquí con nosotros porque sus amigas son unas zorras - dijo tranquilamente.

Mira, encima nos traes drama, que guay - dijo una de las chicas que estaba sentada.

Kayn me miró de reojo, sin mirarme a los ojos.

Me extrañó, pero no le di importancia.

¿Nos vas a contar que pasó? - preguntó uno de los chicos.

Claro claro - dije antes de contar todo lo ocurrido.

Entonces, una chica agarra de la mano a Kayn y le dice

Espero que nuestra relación no sea así de tóxica nunca.

Y acto seguido le da un beso en la mejilla.

Al principio no podía procesar lo que acababa de ver, pero cuando Kayn la llamó cariño en vez de por su nombre, sonó el timbre que indicaba el final del recreo.

Me quedé mirando fijamente a Kayn, mientras él evitaba contacto visual conmigo.

Se fueron todos, y quedé yo sentado ahí, junto a Hipatia, quien me estaba esperando.

Oye Sergey... ¿Qué te pasa? - preguntó Hipatia con un tono serio por primera vez.

Esque... Nada, olvídalo - dije seco, sin ganas de hablar.

Me pasé el resto del día en silencio y la verdad esque también con cara de peo. Pensé que podía confiar también en Kayn, pero... Resulta ser que es la misma mierda que Jill y Mónica.

Al acabar las clases me fui casi corriendo a mí casa, pero Kayn me paró en la puerta del instituto.

Oye Sergey, lo de antes... - dijo Kayn intentando explicarse.

No hace falta que me expliques lo que hagas con tú vida. Sé feliz con tú novia, o lo que coño seáis - respondí de forma borde.

En serio Sergey, yo lo... - dijo Kayn.

¿Lo qué? ¿Lo sientes? ¿Y de qué me sirve a mí eso después de...? bueno, tú entiendes a lo que me refiero - dije serio.

Kayn quedó en silencio a la vez que aparecía su novia y Le daba un abrazo por la espalda.

Que coñazo de día, aunque por suerte hoy por la tarde nos vemos, ¿eh Kayn? - Le dijo la novia.

Kayn quedó en silencio.

Bueno... Pasenlo bien esta tarde - dije mientras empezaba a irme corriendo a mí casa, aguantándome las lágrimas.

Pasa una buena tarde - dijo en un tono alegre su novia.

La idea de que Kayn también me había traicionado me mataba.

Mí padre ya no me llevaba a clase ni me venía a buscar porque el instituto estaba más cerca de mí casa, así que en no mucho tiempo llegué a mí casa. Abrí la puerta y entré.

Hola Sergey - dijo mí padre sentado en la mesa de la cocina mientras comía.

Hola papá - respondí con una voz leve mientras iba a mi cuarto a dejar todas mis cosas, para luego irme a la cocina a sentarme con él para comer.

¿Qué tal el día hijo? - preguntó.

Bueno, digamos que he tenido días mejores... - dije sonando bastante triste.

La expresión de mi padre cambió totalmente. Creo que nunca he hablado con él sobre problemas serios que haya tenido con nadie.

¿Qué ha pasado hijo? pensaba que este curso estaba yendo todo bien - dijo mientras me miraba con cierta pena.

Papá... ¿recuerdas el viaje que hicimos hace unos meses con el colegio? - pregunté.

Claro, fue hace nada. Lo pasamos genial eh - dijo el padre intentando animar a su hijo.

Esque hay algo de ese viaje que no te llegué a contar y creo que me está causando problemas.

La sonrisa que acababa de forzar mí padre desapareció. Su expresión denotaba preocupación.

¿Qué ocurrió Sergey? ¿Estás bien? - preguntó confuso.

Y así fue como hablé por primera vez con alguien de lo ocurrido en ese viaje.

De quién menos te lo esperas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora