La hija de mis enemigos

Lo cambia todo

Miles no podia seguir en aquella fiesta. Se retiró diciendo que estaba algo cansado.

-Esta bien hijo, ve a descansar. Creo que yo haré lo mismo, también estoy cansado- le dijo Quaritch

De camino a las habitaciones, el coronel hablo con su hijo:

-Miles, me siento orgulloso de ti. Desde los 5 años querías ser un militar. Hoy probaste que eres capaz de defender a los tuyos. Serás un gran hombre, eres muy fuerte y también eres leal y solidario. He notado como ayudas a tus compañeros a avanzar, eso es bueno. Tienes grandes habilidades, pero no pierdes tu sentido de compañerismo. Tu madre también estaría muy orgullosa de ver en el gran muchacho en el que te has convertido-

Eso le llegó a Miles... definitivamente ya no quería ser militar...pero, escuchar a su papá tan orgulloso de él y que además mencionara a su madre...el chico soltó unas lágrimas

-Mi hijo, calma, ven aquí-

Quaritch abrazo a su hijo

-Se que la extrañas mucho, yo también lo hago. Pero ella está en un lugar mejor, desde ahí nos cuida-

-Si papá, lo se, pero, me gustaría algún día poder hablar con ella-

-A mi también me gustaría hijo. Paz era una mujer muy bondadosa e inteligente. Creo que tú heredaste su bondad-

Miles solo pudo abrazar a su padre aún más fuerte. Estuvieron así un rato, hasta que el Coronel habló:

-Vamos hijo-

Quaritch abrió la puerta de la habitación de su hijo, mientras el chico cepillaba sus dientes el hombre quitó las cobijas de la cama. Cuando Miles salió del baño su padre le dijo:

-Se que ya eres grande para esto pero, ¿me permitirías arroparte?

-Claro papá-

El chico se metió a la cama y su padre lo arropó.

-Hijo, lamento si no siempre di lo suficiente, pero me he esforzado en hacerlo. Se que jamás podré llenar el vacío que la pérdida de tu madre dejó-

-Papa, tu has sido el mejor papá del mundo. Siempre has estado para mí. Te quiero papá-

Al Coronel le salieron unas lágrimas de los ojos, abrazo nuevamente a su hijo, se despidió y se fue a su cuarto.

Miles de quedó pensativo. Pensaba en todos los recuerdos con su padre, cuando jugaba con él de pequeño, cuando le enseño a nadar, cuando le preparaba pastel para cada uno de sus cumpleaños, cuando se quedaba con él porque tenía que un "Na'vi malvado" saliera de su armario, cuando le contaba cuentos antes de dormir...en fin, todos los recuerdos felices que tenía con él.

El chico no sabía que hacer, por un lado estaban esas pobres mujeres y por otro lado estaba su papá. Habían dos opciones y ninguna le gustaba:

1.- Dejaba que Johansson y Parker hicieran lo que quisieran con esas mujeres. Si hacia eso la culpa lo perseguiría siempre, pero no tendría que traicionar a su papá

2.- Las liberaba esa misma noche pero traicionaba a su papá de la peor manera posible...aún recordaba como su papá confió en Jake Sully y éste lo traicionó uniéndose a los enemigos. Si el ayudaba a esas na'vi entonces estaría traicionado a su papá exactamente de la forma en que Sully lo traicionó.

Después de un rato pensando escucho a alguien tocando su puerta. El chico se paró de la cama y, al abrir, vio a Katherine:
-Kathy, ¿qué pasa?

Katherine cerro la puerta y se sentó en una silla para después hablar:
-Miles, es obvio que no estás feliz con lo que pasó hoy. No te gusto tener que perseguir a esas chicas azules y mucho menos te gusto saber que las torturarían y después las matarían-