El escape

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La semana de espera ya había pasado, en unas horas mas Miles y Katherine pondrían en marcha el plan de escape.

Ambos sentían muchos nervios, en parte por el escape, pero el principal temor era que en unas horas sus padres se iban a enterar.

Ninguno de los dos chicos encontró la manera de decirles, por lo que decidieron que lo mejor era sacar a sus padres después de haber sacado a todas las personas de la bodega.

Les dirían que era una emergencia y cuando estuvieran afuera los harían subir a las naves. Era un plan pésimo, pero no sé les ocurrió otra idea, al menos ninguna que no pusiera en juego el escape.

Antes de cenar, Miles y Katherine se fueron a las cocinas, aprovechando que los cocineros (quienes también fungían como meseros) estaban ocupados cargando la comida para llevarla al comedor y no había nadie en la cocina. Ambos comenzaron a vaciar polvo de pastillas para dormir en la masa del pan que le darían más tarde a los guardias.

Después de eso se fueron a cenar, ambos querían fingir que todo era normal, pero en realidad observaban a detalle la base donde crecieron, nunca más volverían ahí.

Al terminar de cenar, ambos se fueron rápidamente a sus cuartos a guardar sus cosas. Habían esperado hasta ese momento porque de vez en cuando sus padres los visitaban en sus cuartos y no querían que vieran sus cosas guardadas.

Al terminar, eran aproximadamente las 11:40 de la noche. Solo les quedaba esperar a que los guardias recibieran la comida y les hiciera efecto.

Miles se dirigió al cuarto de Katherine para charlar en lo que esperaban.

-Hola Kathy-

-Miles, ¿ya terminaste?-

-Si, hace unos momentos-

-Yo apenas- dijo la chica guardando en su bolso aquel adorno para cabello que Tanuen le dió.

-¿Cómo te sientes?-

-Asustada-

Miles puso su mano en el hombro de su amiga.

-Tambien me siento así-

-¿Crees que algún día nuestros padres nos perdonen?- pregunto la chica viendo al suelo mientras se sentaba en su cama

-Espero que sí. Se que no puedo pedirles que vean la selva a través de los ojos de los na'vi. Pero me gustaría lograr que pudieran amarla a su modo- dijo Miles mientras se sentaba junto a su amiga.

-Quiza algún día Miles. Sea como sea el tiempo para arrepentirnos ya pasó-

-Si...sobretodo para mí. Tu hace una semana todavía podías hacerlo, yo...desde que me puse en contacto con los Omaticaya hace años ya no puedo arrepentirme-

-No puedes pero...¿lo haces? Si pudieras viajar al pasado...¿todavía me propondrías haber salido aquel día a la selva cuando teníamos 10?-

Miles se le quedó viendo mientras pensaba su respuesta, después de unos segundos contesto

-Lo volvería a hacer Kathy-

-¿En serio Miles?-

-No me arrepiento para nada y tengo varios motivos-

-¿En serio tanto te gusta Kiri?-

-Un motivo es ella, pero no es el único que, yo valoro mucho la amistad que tengo que Neteyam y Lo'ak. Pero...sobretodo....en el examen ese en el que perseguimos a esa mujer y sus hijas....me hizo reflexionar sobre lo que me hubiera convertido de no haberlos conocido-

-¿Crees que serías capaz de matar niños inocentes de no haberlos conocido?-

-Pienso que es una probabilidad. Y me da miedo pensarlo. Creo que si ahora valoro más la vida es en parte gracias a ellos. Por último....hay una voz Katherine....un....una especie de energía, fue la que me hizo que me acercara a Kiri por primera vez....y también...fue la que me dijo que ayudará a salvar este mundo-

La hija de mis enemigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora