Un inusual zumbido de excitación llenaba el aire cuando JD propuso la idea de un viaje a Nueva York. Su entusiasmo contagioso resonaba en cada palabra mientras describía los lugares emblemáticos, la energía única de la ciudad y la promesa de aventuras que esperaban.
La sugerencia de JD no solo era un plan para unas vacaciones, sino una invitación a crear recuerdos imborrables.
Después de un sano debate, el grupo aceptó la idea con entusiasmo. Los preparativos comenzaron, y el simple hecho de planificar el viaje ya añadió una chispa emocionante a nuestro día. La emoción se palpaba cuando se hablaba de visitar "Times Square", pasear por "Central Park" o subir a la cima del "Empire State Building".
Cheryl, siempre lista para nuevas experiencias, fue la primera en emocionarse con la perspectiva de explorar una ciudad tan vibrante.
-Nate, ¡imagina las oportunidades de fotografía que tendré! ¡Nueva York es un sueño para cualquier fotógrafo! -, expresó, sus ojos brillando como estrellas.
-No sabía que te apasionaba la fotografía -, dije intrigado.
-Hay cosas que no sabemos el uno del otro, pero creo que es bueno en ése sentido. Así uno lo irá descubriendo con el tiempo -, respondió Cheryl de forma juguetona.
El día del viaje finalmente llegó. La mañana estaba llena de maletas, risas y la expectativa de lo que les deparaba en la "Gran Manzana".
Todos nos reunieron en mi casa, compartiendo historias sobre nuestras expectativas y preguntándose mutuamente sobre sus deseos de explorar la ciudad.
El viaje en sí se convirtió en una experiencia memorable. El bullicio del aeropuerto, la emoción de abordar el avión y la promesa de nuevas aventuras crearon un telón de fondo emocionante.
A medida que el avión despegaba, miré por la ventana con una sensación de asombro. No sabía que este viaje no solo nos marcaría de recuerdos, sino que también abriría nuevas puertas en nuestras vidas.
Al llegar a Nueva York, la ciudad se reveló ante nosotros con una majestuosidad que era difícil de expresar con palabras. Los rascacielos y las luces de la ciudad destellaban como estrellas en la tierra. Cada rincón tenía una historia que contar, y cada calle era un escenario único. Cheryl, armada con su cámara, estaba lista para capturar cada momento.
Visitamos "Times Square, Central Park y la Estatua de la Libertad", absorbiendo la diversidad y la grandeza de la ciudad.
La noche nos llevó a explorar la vida nocturna, con JD liderando la búsqueda de un lugar emblemático para cenar. Compartimos risas, comentarios y disfrutamos de la deliciosa comida de la ciudad.
Durante esos días en Nueva York, exploramos museos, caminamos por los diferentes barrios, y experimentamos las diversas culturas de la ciudad. Los recuerdos se acumulaban a medida que capturábamos momentos con fotos y compartíamos experiencias juntos.
Propuse al grupo sobre visitar Wall Street ya que de entre todas las cosas que puedes encontrar en Nueva York, ésta era la que en verdad me llamaba la atención, algo que desde siempre había querido visitar y que ahora era el momento para hacerlo.
La idea fue bien recibida por mis compañeros y desde nuestra locación actual hasta Wall Street nos demoramos poco más de cuarenta minutos. Una vez en la mítica calle de Nueva York observamos con asombro los imponentes edificios de esta importante calle.
Fue en Wall Street donde nos hicimos amigos de una chica llamada Katie que al igual que nosotros, venía de visita junto con su grupo de amigos, lo cual fue muy agradable.
Este grupo nos invito a un antro donde nos prometieron que la pasaríamos genial pues ya habían entrado antes y que era una experiencia que no podíamos dejar pasar. Nosotros aceptamos con entusiasmo y acordamos de vernos en el antro alrededor de las doce de la noche.
Al hacerse la hora nos dirigimos hacia el antro donde ya nos estaban esperando. Tardamos un poco en poder pasar pero una vez dentro fue como cruzar un portal a otro mundo.
Música electrónica retumbando en las paredes, un espectáculo de luces neon y claro, personas con un ánimo que hasta al más cascarrabias podría contagiarse de la buena vibra. Al voltear a ver a mis amigos vi a todos dirigirse a la barra.
Si pensarlo dos veces, JD y Merry pidieron unos tragos mientras que Cheryl solo parecía disfrutar del ambiente. Evy se sentó al lado de Cheryl para hacerle compañía, yo en cambio fui a buscar a nuestra amiga de Wall Street.
Después de una breve charla y agradecerle por habernos traído a éste lugar, me dirigí de nuevo a la barra para pedir algo de tomar.
Al regresar, me encontré con Merry armando un alboroto con el personal de seguridad, y JD, influenciado por los tragos, intentaba con gestos exagerados ser el pacificador y bajarla de la barra. Apenas habían pasado veinte minutos y Merry ya estaba en su punto máximo.
Cheryl, ajena al caos, mantenía una conversación normal con Evy, y decidí unirme a ellas para disfrutar del espectáculo.
-¿Ya vieron a Merry? -, pregunté entre risas.
Evy, apenas conteniendo la risa, respondió: -Es justo lo que estábamos observando -
En medio de la batalla contra el personal de seguridad, JD ya frustrado empezó a hacer señas a los demás miembros del personal de seguridad para que lo ayudaran.
Sin embargo, en lugar de colaborar, todos incluyendo a JD terminaron en el suelo debido a una mala sincronización, mientras Merry permanecía triunfante encima de la barra, reclamándola como su reino.
La situación llegó a su final cuando Merry fue derrotada por la gran servilleta salvadora, que la hizo resbalar de la barra arrebatandole su trono.
Desde nuestro lado del "reino", apenas podíamos contener la risa mientras observábamos el desenlace de la escena.
-Creo que acabamos de presenciar la coronación y destronamiento más rápido de la historia -, comentó Cheryl con diversión.
Evy, todavía riendo: -Bueno, al menos podemos decir que Merry sabe cómo hacer una salida triunfal, incluso si es involuntaria -
Después de este gran episodio, decidimos dar por terminada la visita a este singular "reino de la barra". Mientras abandonábamos el lugar entre risas, Merry, ahora recuperada de su épica batalla, se unió a nosotros con una sonrisa traviesa. Fue un momento inolvidable que agregó aún más color a nuestro viaje.
El regreso al hotel fue de lo más divertido, Merry y JD no podían caminar más de seis pasos sin empezar a desviarse hacia los lados, así que entré los que estábamos mas sobrios nos dedicamos a ayudarles a caminar sin que se cayeran con cada paso.
Una vez dentro de nuestro hotel nos dirigimos a nuestras habitaciones para porfin descansar de probablemente la noche más divertida de nuestras vidas.
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Por Azares Del Destino Trajiste Color A Mi Vida
Teen Fiction"¿Qué harías si te encontraras a una misteriosa chica en circunstancias algo delicadas? En una mañana aparentemente ordinaria, la vida de Nate, nuestro protagonista, da un vuelco inesperado cuando se cruza con una hermosa chica inconsciente mientras...