Saiki controlado por el lector

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El timbre de la escuela sonó y ya era hora de ir a casa tras otro martes cumpliendo la rutina de cada día, pero tú estabas todavía desde tu asiento vigilando a Saiki, quien sería el último en salir por lo que podías ver. Él estaba notablemente triste ya que sus poderes estaban agotados desde la noche anterior, además de verse con prisa. Cuando ya no quedaba nadie más que ustedes dos en el salón, antes de que el psíquico lograra salir, le cerraste la puerta frente a él moviéndola con tu mente.

Cuando estaba a punto de voltear su mirada, lo inmovilizaste y lo sentaste en la silla que estaba a tu lado derecho. Él hacía su esfuerzo para ponerse de pie, pero no lo lograba. Como ustedes dos eran los únicos en el salón, volteó hacia ti mientras te preguntaba telepáticamente qué sucedía. Ante esto, no pudiste evitar soltar una pequeña risa y dibujar una gentil sonrisa en tu rostro. Saiki aún hacía su esfuerzo para moverse y, quizás por piedad, para facilitárselo un poco al psíquico o simplemente para satisfacerte con otra pose, le permitiste mover los brazos. A esto, el joven pelirrosado movió sus manos a su entrepierna, escena que hizo que te sonrojaras y sonrieras tímidamente ya que podías notar sus ganas de orinar.

Sin embargo, aún faltaba la mejor parte. Usando nuevamente tus poderes y con algo de nervios, controlaste la vejiga y los esfínteres de Saiki. Él se veía sufriendo y aguantando con esfuerzo y, al final, no logró aguantar más y se orinó encima frente a tus ojos. No pudiste evitar tener tu cara tan roja como un tomate ni taparte la boca con tus manos. Concentraste tu mirada en la hipnotizante escena por unos segundos mientras tu respiración y tu corazón se aceleraban.

Tras alrededor de un minuto viendo a Saiki frustrado, avergonzado y sintiéndose inferior, al nivel de un humano común y corriente, fingiste tener prisa mientras te ponías de pie rápidamente, abrías de nuevo la puerta del salón y salías de ahí a paso acelerado. Cuando ya había unos cuantos metros de distancia entre el salón y tú, corriste y saliste de la academia.

Durante el resto de esa semana, no viste a Saiki en la academia, no obstante, no te arrepentiste de lo que hiciste ese día.

Omovember 2023 (historia colaborativa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora