Intentémoslo denuevo [Cancelada]

CAPÍTULO 10

Mi pasión es tardarme milenios en subir un cap 😍

No se que decir.

Pus bueno, aquí tiene otro cap

Disfrute <3

—su majestad...—dijo un hombre haciendo una reverencia.

—que quieres—dijo sin ninguna expresión.

—su hermana lo quiere ver—respondió.

—¿para qué?—preguntó levantándose de su llamativo asiento.

—dice que quiere hablar de un tema muy importante sobre algo que pidió el ministro—comento.

—esta bien, voy de inmediato—dijo—ahora largate—ordenó con una expresión neutra.

El hombre temblo al escuchar la voz grave y demandante de su superior. Rápidamente enderezo su cuerpo y se fue lo más rápido que pudo para no meterse en problemas.

—¿con que cosa me vendrá ahora?—dijo para si mismo—(de seguro solo me va reclamar sobre tener un heredero)—pensó. Volvió a sentarse en una silla, apollo su espalda en el respaldo, cerró los ojos y dio un suspiro largo.
_

_

_

_

_

Mientras tanto, un pequeño peliazul acompañado de su hermano caminaban por los pasillos en busca de su clase.

Rubén—¡¿podrías dejar de seguirnos por una maldita vez?!—grito el peliazul volteando a ver al ojos ámbar que hace un rato los seguía.

Albert—no~—dijo sonriente.

Rubén—bien, que demonios quieres—dijo esperando algo cómo un autógrafo de su padre o algo de dinero.

Albert—quiero que me presentes a tu hermano—respondió.

El ojos bicolor se sorprendió.

(N/T: Rubén es de los ojos bicolor)

Rubén—¿y yo porqué haría eso?—preguntó indignado.

Albert—tu hermano es lindo y quiero ser su amigo—respondió mirando con una sonrisa a él pequeño albino.

Ryan se sonrojo ante lo dicho.

Rubén—¡de ninguna manera! No dejaré que mi hermano esté con alguien tan raro—avisó dando un apretón al agarre de manos.

Ryan—p-pero yo si quiero—dijo temeroso.

Rubén—¡si yo digo que no es NO!—se volteo y siguió caminando.

Albert—hmm...pues bueno, ¿que salón buscan?—preguntó curioso.

Rubén—el de que te importa—respondió sarcástico.

Ryan—buscamos el 4C—respondió.

Albert—¡oh! Genial, yo voy a ese salón—dijo mientras sus ojos brillaron.

Rubén—(genial, me toco con el rarito este)—pensó muy enojado.

Ryan—eso es bueno, ¿podrías decirnos en donde está?—preguntó con una sonrisa.

Albert—¡si! Pero con una condición—dijo haciendo que el peliazul lo mirará dudoso.

Rubén—di cualquier cosa, todo te lo puedo conseguir—dijo.

Albert—que me dejes acercarme a tu hermano—pidió.

Rubén—¡antes muerto que hacer eso!—dijo volteandose para irse.