Capitulo 5

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UN HERMANITO PARA YUKINE

Capitulo 5

Había pasado una semana más y durante ese tiempo parecía como si el destino le estuviera mandando una señal a la mitad ayakashi. No podía caminar por la calle sin que alguien le ofreciera algún cupón para ropa de bebés, o se encontraba con locales llenos de ropa infantil. Que aunque ella no quisiera al ver esa pequeña ropa su corazón se llenaba de ternura y siempre se imaginaba a ella y a Yato llendo a comprarla. Dichos pensamientos se hacían más y más presentes mientras el tiempo seguía pasando.

Ya no había visto a Yato ni Yukine desde el día que hablo con Kofuku, pues se ponía nerviosa al pensar en que vería al dios, y junto con el hecho de que Yukine seguía deprimido y sin salir de la habitación, lo cual solo ocasionaba que el estado de ánimo de Yato también se viera afectado.
Sin embargo durante este tiempo ella estuvo pensando mucho y finalmente había tomado una decisión.

La campana del colegio suena,  tomo mis cosas y empiezo a caminar a la salida. Voy caminando por las calles viendo cómo caen algunos pétalos de cerezo que son llevados por la suave brisa de la primera...
Respiro ondo al llegar a la casa de Kofuku, decir que estoy nerviosa sería poco, intento calmarme mientras entro a la casa. Una vez dentro  puedo notar que el lugar está demasiado tranquilo, me dirijo a la cocina y no encuentro a nadie. Subo las escaleras y no se escucha ruido, giro hacia la dirección del cuarto donde se quedan Yato y Yukine y veo que la puerta está un poco abierta, camino hasta ella y la abro lo suficiente para poder asomar mi cabeza y ahí lo veo, durmiendo tranquilamente.

Abro un poco más y entro tratando de no despertarlo y me acerco hasta la cama, me siento a un lado y puedo ver cómo su cara está cubierta por unos cuantos mechones de su cabello, acerco mi mano y los retiro. Estoy alejando mi mano pero me detiene una mano y veo que Yato se a empezado a despertar.
ー¿Qué haces Hiyori? ーme pregunta aún medio dormido.
ーEeeh... Pues... Yo solo pasaba por aquí y decidí ver cómo se encontraban ya que no los e visto ーdigo nerviosa.
ーMmm... Algo me dice que no solo viniste por eso, pero  bueno,  gracias por preocuparte, ya estamos mejor. Aunque aún Yukine no se recupera al cien por ciento.

ーEspero que pronto vuelva a ser el mismo de siempre. Por cierto ¿Dónde está él y los demás?
ーKofuku quería ir a un parque está cerca de aquí donde venden helados, ella quería que Yukine también fuera ya sabes para intentar animarlo, pero el se negaba así que llamo a Daikoku quien lo tomo con todo y sus cobijas y se lo llevaron. Jajaja... Hubieras visto su cara de susto me dice.
ーJaja... Me la imagino. ーrespondo riéndome junto con él.
ーY bien Hiyori que es la otra cosa por la que has venido, por qué se que no solo viniste a ver cómo seguíamos. ¿O si?
Me dice acercándose a mi.

ーLa-la verdad es que no.ーDigo tartamudeando. ーTambién vine por qué ... Bu-bueno, es que ya lo pensé y cre-creo que si debemos darle un hermanito a Yukine.  ーpuedo ver cómo su cara cambia a una de sorpresa para después sonrojarse, y puedo jurar que yo estoy en la misma condición. Espero con toda la pena del mundo a qué se recupere y me diga algo.
ーHi- Hiyori... ¿Escuchaste lo que acabas de decir?
ーClaro que lo hice. ーrespondo viéndolo a los ojos.
ーEscucha Hiyori, no tienes que hacer esto, y es verdad que me gustaría con todo mi ser  que eso pasara, pero también soy consiente que no voy a dejar que hagas esto solo por presión ya veré la forma de que Yukine deje de insistir.

ーPero no es por eso... Es verdad que al principio si me sentía así, pero ahora no. Lo e pensado durante toda la semana y se que no será fácil, pero nada me haría más feliz que ser la mamá de un bebé que sería parte de ambos.
Por que... Por qué lo que siento por ti va más haya de una simple amistad. Yo... ¡Estoy enamorada de ti! ー le digo cerrado mis ojos.
¡Y quiero estar a tu lado y el de Yukine para siempre, quiero que seamos una familia para siempre! ーTermino de decir, mientras abro mis ojos y veo como los ojos de Yato brillan mientras me observan, se inclina hacia mi susurrando mi nombre para después sentir como sus labios tocan los míos.

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