☆ 𝐏𝐈𝐑𝐎𝐏𝐎𝐒 || 𝙲𝚑𝚎𝚜𝚝𝚊𝚙𝚙𝚎𝚗

𝐃𝐢𝐧𝐧𝐞𝐫 𝐚𝐧𝐝 𝐜𝐨𝐧𝐟𝐮𝐬𝐢𝐨𝐧

Una cena.

Ese había sido el motivo por el que Checo
le había levantado de su hermoso sueño
que estaba teniendo. estuvo a punto de ahorcarlo pero se contuvo al ver la mirada
de cachorro que su compañero le estaba dando.

Por lo que aceptó a regañadientes

En el camino se enteró que esa cena en un
principio sólo era para ellos y la pareja
Ferrari pero Carlos invitó a Lando, o más
bien se auto invito y Norris fue pasando la cadena hasta que casi todos los pilotos confirmaron su asistencia.

Menos Kevin y Esteban Ocon.

No le gustaba estar entre todos pero solo
fue por la mirada rogona que Checo le dió.

Al final habían llegado al restaurante donde
estaban citados, la mayoría ya había llegado
y platicaban entre ellos riendo.

— Pero miren.. ya llegaron los otros tortolitos — dice Daniel sonriendo, las miradas cómplices de los demás pilotos se enfocan
en los Red Bull.

Menos dos

— ¿Cómo que otros tortolitos? — pregunta confundido y avergonzado el neerlandés.

Daniel solo alza una ceja divertido, antes de dirigir sus ojos hacia la pareja Ferrari que se encontraban ensimismados en una burbuja, mientras Carlos le daba de comer en la boca
al monegasco  y se sonreían como tontos enamorados.

— Por eso — dice Daniel riendo.

Max solo subió los hombros antes de
sentarse en una silla vacía.

Algo raro, a su lado estaban las cosas de
Sergio por lo lo qué Max se dio cuenta de
que probablemente Checo ya había estado
ahí.

Pero tuvo la molestia de ir hasta el hotel
por él, no pudo evitar sonreír ante eso.
Sergio era demasiado lindo con el, a pesar
de todo lo que había pasado en Brasil.

Cuando los últimos pilotos en llegar se posponen a pedir sus órdenes mientras charlan y hablan sobre el Gran Premio
que se avecinaba.

Max no solía dar mucho su opinión en este tipo de convivencias pero su presencia
siempre se hacía notar.

Max se había deicidio por una ensalada ya
que no tenía un gran apetito y tampoco
tenía ganas de romper la dieta como, Checo que saboreaba una gran hamburguesa.

Los chistes y burlas no se hicieron pasar
entre los pilotos.

— Bueno, pero nosotros quien somos para
criticar verdad — dice Yuki.

— Si, aunque estos tortolitos no se han dignado en voltear a vernos si quiera una
vez — Pierre Gasly señala con la mirada a
los Ferrari boy que seguían charlando entre ellos

Como si los demás no existiesen.

— Que geis — dice el japonés haciendo
mueca de asco, pero no malinterpreten, era broma

— ¡Mira quien habla! — como si un pinchazo
hubiera roto la burbuja donde se encontraban
los Ferrari, Carlos le dice mirándolo con burla

— mi vida.. nosotros también podemos estar
así ¿verdad? — le dice el francés sonriéndole

— Shi mi amor — dijo dándole un besito de
piquito, los demás pilotos se carcajearon.