☆ 𝐏𝐈𝐑𝐎𝐏𝐎𝐒 || 𝙲𝚑𝚎𝚜𝚝𝚊𝚙𝚙𝚎𝚗

𝐏𝐨𝐞𝐭𝐫𝐲 𝐨𝐟 𝐭𝐡𝐞 𝐡𝐞𝐚𝐫𝐭

Max se encontraba caminando en las calles
de Austin, tratando de pasar desapercibido, había dormido unas cuantas horas. El premio de Austin terminó con él, reclamando el primer lugar en el podio.

Verstappen tenía una mentalidad fuerte,
pero a pesar de no se sentía con ganas de
nada después de lo ocurrido con su padre,
No volvió a saber de él desde ese día, Por alguna razón no dejaba de sentirse nervioso tenía la sensación de que su padre estaba planeando algo.

Respiraba el aire fresco, su piel se erizó ante
el viento helado. Era temprano, por ahí 6:50 de la mañana. el cielo coloreaba en un azul
anaranjado, que era demasiado lindo
observar, cerró los ojos, inhalando profundamente, mientras trataba de borrar
los malos recuerdos, solo quería quería ser
él, por un momento. El oxígeno entró en su cuerpo y se sintió limpio.

De pronto deseó quedarse ahí mismo, al lado de un árbol que movía ligeramente sus hojas  ante el ligero viento, los rayos solares le daban en el cuerpo generándole una sensación de calor y plenitud.

Suspiró.

Su celular vibró, sacándolo de su deliciosa ensoñación, quiso ignorarlo por unos instantes, soltó un ligero gruñido al oír el timbre de más notificaciones.

Lo sacó de su bolso del pantalón, sonrío inconscientemente al toparse con el chat
de Sergio.

Chequito💕
En línea

Buenos días Maxie, ¿donde estás?
Enviado.

¿Max?
Enviado.

¿Estás molesto?
Enviado.

Max, no me asustes, no quiero hacerte sentir
incómodo, pero desde ayer no puedo evitar
sentirme preocupado.

¿Max?

[...]

Verstappen leyó los mensajes de su compañero, estuvo a punto de responder, cuando de pronto entró una llamada, era Sergio.

Contestó rápidamente.

« ¿Max? Me tenías asustado.. »

« buenos días Sergio, Lamento no contestar los
mensajes, salí a respirar aire fresco »

« oh, ¿pero estás bien verdad? »

« Sii, estoy bien. »

« Eso es bueno, leoncito, me preocupé cuando
no te vi en mi cama.. »

Max pudo jurar que Sergio tenía un puchero
en los labios, a pesar de no verlo.

« Lo siento, ya voy para allá, no te preocupes. »

« Con cuidado mi vida.. ¿quieres algo de
almorzar? »

« Mmm.. no se, aún es temprano, yo te digo,
llego en 5 minutos. »

« Está bien, Maxie. Te espero, quiero decirte
algo en persona. »

« Vale. »

[...]

Se despidieron después de una que otra palabra cariñosa por parte del mexicano
que hacían sonrojar al neerlandés. A Max
ya no le sorprendía escuchar los motes cariñosos de Sergio, aunque aún no eran novios oficiales.