El Florecimiento De Un Cerezo Marchito

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Tumbada sobre una coma se podía ver como una niña pelirosa miraba el techo con sus ojos Jades perdida. Sus ojos estaban rojos por tanto llorar, sus labios rotos por tanto morderse. Pero sobre todo de veía tan sombría y apagada.

Su nombre es Sakura Haruno, una ninja sin ningún talento especial más que un increíble control de chakra, con pequeñas reservas y hija de una familia civil. Nunca sobresalió más que por su inteligencia, su grande frente y el exótico color de cabello.

La niña se rio con autocrítica al pensar que ella sola podía traer a Sasuke, evitar que se vaya de la aldea y dejara su odio atrás tan solo por ella. Quería gritar, llorar y preguntar: por qué tomar ese camino?! Por qué?! Si quería vengarse había muchas formas y maneras, porque irse con esa apestosa serpiente, ¿por qué?...

Pero lo que más le dolió era saber que está completamente sola, Naruto se fue a entrenar con el Sannin de los sapos, Kakashi se fue a una misión por un tiempo indefinido, Sasuke dejo todo atrás para obtener más poder... Y ella no era más que una cobarde débil que no hacia más que llorar y lamentar.

Pero tampoco se podía esperar mucho de ella, desde niña ya tenía en la cabeza por la enseñanza de sus padres que se tenía que ver bien, arreglarse y conseguir un buen esposo.

"Siempre fuiste una perdedora. Lo sabes mejor que nadie" Sakura cerro los ojos, mordiendo sus labios abriendo la herida "Mi dulce y inocente Sakura, estás sola... Tu equipo te ha dado la espalda. ¿Sabes por qué? Porque eres débil, un estorbo para el equipo"

Sakura se tapo los oídos, no quería escuchar a su Inner interna hablar mal de su equipo, que constantemente le este echando en cara todo lo que ha hecho mal. Sabía que era una inútil como ninja, sabía que no tenía potencial, que nunca se preocupo por su carrera ninja. Pero es diferente el antes con el después. Ahora quiere ser una persona útil, proteger a las personas que les importa.

"No sueñes despierta... Jamás podrás proteger a alguien... Eres débil"

Pero antes que Sakura siguiera pensando en sus lamentos la puerta de su habitación se abrió de golpe, dejando a la vista a una mujer rubia de ojos jade con la mirada furiosa. Antes que Sakura pudiera preguntar que pasaba, vio como su madre se acerca y le agarro de los pelos. Arrastrándola por los suelos la llevo hasta la sala de estar, dónde se podría ver a su padre sentado con la mirada furiosa.

Sakura bajo su mirada de una manera sumisa, esperando que su padre hable y de su veredicto. Ella es su hija, sin derecho a defenderse. Esa eran las reglas, la ley familiar.

"Maldita niña ingrata! Todos estos años te hemos criado en vano!!! Te pedí una maldita cosa que hagas, pero descubro la mierda que has hecho" Sakura sintió un ardor en la frente, su padre le había lanzado una taza de te ardiente. La sangre empezó a fluir, desde su frente hasta su barbilla hasta caer al suelo "tenías solo que acompañar al señor Yukihira a tomar unas copas... Tenías un solo trabajo, pero no... Maldita sea eres una ramera como tu madre, una zorra que no sabe hacer nada más que pensar en hombres"

Sakura permaneció en silencio, sabía que mientras menos se resista más rápido se calmara la ira de Kizashi . Sonrío con ironía, nunca espero nada de esta familia, muchas veces deseaba estar huérfana como Naruto y Sasuke. Muchas veces se pregunto si realmente es su hija biológica y no una niña recogida en algún vertedero de basura. Odiaba a sus padres, odiaba ser una niña débil y siempre estar a su disposición. Detestaba mas el hecho de no sentirse completamente integrada en el equipo 7, pero mas el hecho de ser el peso muerto del equipo. En un mundo shinobi si naces sin un Kekkei Genkai y un clan que te respalde, como ninja es muy difícil seguir con la carrera y la única manera es encontrar algún ninja te tome como pupilo.

"Maldita bastarda! Debí matarte apenas tuve la oportunidad!!!" dijo Kizashi lleno de rabia, le agarra el cabello a Sakura casi arrancándole el cuero cabelludo, obligándola a levantar la cabeza "tu equipo te abandono, como ninja no traes ni un ryo a la casa... no haces nada mas que ser una cosa inútil sin valor, el señor Yukihira ofreció mucho dinero a cambio de convertirte en su esposa. Tu decides, si quieres seguir siendo nuestra hija te casas o sales de esta casa sin nada"

Sakura cerro los ojos, aparte del dolor del cuero cabelludo se sentía tan vacía y sola. Deseaba con todas sus fuerzas preguntarles si tanto la odiaban ¿Por qué la trajeron a este mundo?, ¿Por qué no la mataron apenas nació?, ¿su mera existencia es ser una mercancía al mejor postor?, ¿la criaron como un ganado para que tarde o temprano ser vendida?.

"Mi dulce y tonta Sakura, ya sabes la respuesta ¿Por que preguntar?" Sakura escucho la vos de su Inner interior tras ser arrojada contra la pared por Kizashi, mientras que Mebuki no hacia mas que observar todo desde un costado llena de indiferencia. "TODOS TE ODIAN. ¿POR QUE SIGUES VIVA?. Te humillaste tras el Uchiha, dejaste tu entrenamiento ninja solo por verte mas bonita... digamos que Hatake-san presto mas atención a los otros y no fue un buen maestro, pero ¿y tu? Estabas llena de obsesión por el Uchiha, soñando un futuro surrealista... Seamos sincero, todo esto, esta situación dónde te encuentras es por culpa de tu incompetencia, tus fantasías y tu baja autoestima"

Sakura se levanto del suelo, sentía todo el cuerpo dolorido por el impacto. Sujetando su brazo, medio cojeando se dirigió hacia la puerta principal. Antes de salir se dio la vuelta y observo a sus padres que la observan llenos de indiferencia, sin importarles el hecho que su hija se iba para siempre. Sakura volvió a dar una mueca de auto burla, por tener una pisca de esperanza que sus padres cambiaran de opinión. Se burlaba de si misma por anhelar su amor, pero sabia la respuesta desde hace mucho tiempo. Sakura Haruno no era mas que un objeto que presumían, creando la imagen de una familia ejemplar y feliz. Enviándola a la academia ninja tan solo para aumentar su valor.

Ahora Sakura se encontraba en medio de la calle de Konoha con la única pertenecía que no era mas que la banda ninja y 10.000 ryo escondido entre su ropa. Sin saber que hará ahora en adelante, no tenia amigos ni conocidos para pasar la noche. Su única amiga fue alejada por su estúpida obsesión por Sasuke y el deseo de superarla.

"Te lo dije, todo es por culpa de tu incompetencia"