╰»OO»ᴘʀᴏ́ʟᴏɢᴏ.

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Un día común y corriente, una chica de once años, cuyo nombre era __________, estaba en su hogar, leyendo uno de sus libros favoritos de Astronomía

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Un día común y corriente, una chica de once años, cuyo nombre era __________, estaba en su hogar, leyendo uno de sus libros favoritos de Astronomía.

─Hija, ¿dónde estás? ─llamó su madre, quien salió de su habitación cerrando la puerta tras de sí.

─En la sala mamá ─dejó su libro en una pequeña mesita a su lado y se levantó para dirigirse donde su madre.

─Aquí estás. ¿Qué estabas haciendo? ¿Leyendo el libro que te compré?

─Sip. Ya sabes que es uno de mis favoritos ─soltó una pequeña risita─Por cierto, ¿para qué me buscabas?

─¿Ya lo olvidaste? Te dije que hoy podías ir a ver a tu mejor amigo, ¿cuál era su nombre? ¿Giyu? ─puso un dedo en su mentón mientras trataba de recordar el nombre del chico.

Los ojos de la pequeña brillaron al escuchar las palabras de su madre.

─¡Es verdad! ¡Lo había olvidado! ─se exaltó un poco─¿Qué hacemos aquí esperando? ¡Vamos!

─Oye, oye, tranquilízate, todavía no es de noche como para que andes tan apurada ─la mayor rió.

__________ también rió con su madre mientras se paraba en la entrada de su casa.

Ambas salieron para ir a visitar al tal Giyu, quien vivía con su hermana mayor.

Mientras caminaban, __________ le contaba datos sobre el espacio a su madre, datos que iba conociendo gracias a sus libros.

─¿Sabías que hay un planeta llamado Neptuno? Dicen que es un gigante de hielo porque está lejos del sol y hace muchísimo frío ─hablaba con entusiasmo.

─¿En serio? Suena muy interesante, mi niña.

La menor siguió hablando por bastante tiempo hasta que se quedó vacía de datos para contarle a su madre.

─Ya no sé qué contarte ─confesó tomándola de la mano.

La mayor sonrió y la miró─No te preocupes. Sabes más que yo, y lo más seguro es que vayas a aprender mucho más.

Antes de que __________ dijera alguna otra cosa, fue interrumpida por otra voz.

─¡Fuyu-san! ¡__________-chan! ─se escuchó una voz femenina saludando a las dos.

Resultó ser Tsutako, la hermana mayor se Giyu.

─Hola, Tsutako. No es necesario que uses los honoríficos ─saludó Fuyu, la madre de __________.

─¡Tsutako! ─la menor se acercó para abrazarla.

─¡Hola pequeña! ¿Cómo estás? ─aceptó su abrazo.

─¡Estoy muy bien! Mejor dicho, ¡muy emocionada!

Tsutako comenzó a reír al escuchar su emoción.

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