Conductas inusuales

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U- Siempre me dicen eso. Necesitamos bebidas - añadió Christopher, dirigiéndose a la cocina, para volver pronto -. Y bueno, ¿cuánto tiempo hay que esperar ahora para saber si funcionó?

D-Unos diez días, más o menos. Mi nivel Beta está aumentando, pero es demasiado pronto para saberlo.

Christopher solo asintió, pero Dulce observó el brillo y sus ojos. Él estaba tan impaciente como ella, lo entendió.

U-¿Quieres ir a Chinatown este fin de semana? Se celebra en el Año Nuevo Chino.

D- Suena divertido, siempre quise ir para ver.

U- ¿Nunca fuiste? Quedarás encantada - predijo Christopher -, hay desfile, danzas con dragones y leones, fuegos artificiales artificiales. Podemos cenar en New Shanghai.

D- Bueno, escuché que es un restaurante fabuloso.

U- Y a Wendy le encantó. Siempre pedía cordero con cebolletas.

Wendy. Otra vez. ¿Fue deslealtad por su parte desear que su nombre no fuera mencionado constantemente en las conversaciones? Se preguntó Dulce. Si probablemente. Desleal y egoísta. Pero a pesar de todo... Christopher y ella Se iban a casar, ella sería su esposa. ¿Seguiría hablando entonces de Wendy?

D-Pues, genial. Lo anotaré en mi diario.

La semana pasó rápidamente. Antes de que Dulce se diera cuenta, había llegado el sábado. Dulce estaba sacando sus guantes del bolsillo del refugio cuando alguien llamó a la puerta.

D-¿Por qué no abres? Te di una llave, ¿recuerdas?

U- Sí - Christopher se encogió de hombros -. Me pareció un poco... presuntuoso de mi parte entrar así.

D- ¡Qué considerado! - - exclamó Dulce dándole palmaditas en la mejilla -. Ven cuando quieras, eres libre de hacerlo cuando quieras.

Christopher la tomó del codo y le puso la mano en la mejilla antes de que pudiera soltarla.

U- ¿Cuando quiera? - preguntó con una mirada sorprendentemente íntima y seductora.

Dulce recordó de inmediato las palabras que había dicho la noche que le propuso matrimonio. "Te prometo que tendrás pasión". Se aclaró la garganta, sintiendo un escalofrío, y respondió, tratando de mostrar indiferencia:

D- Por supuesto, un amigo siempre es bienvenido.

Pero la tibia respuesta de Dulce no pareció tener éxito, probablemente porque su voz sonaba ronca. Christopher se llevó la mano de Dulce a los labios. Cerró los ojos y sintió su cálido aliento en su piel. Y entonces la boca de Christopher se posó sobre esa mano suave, con ternura. Dulce sintió un nudo en el estómago.

D-¿Que esta haciendo?

U- Pruebas como ya sabes. ¿Por qué? - respondió con naturalidad, con un brillo de triunfo en sus ojos, aún sosteniendo su mano contra sus labios.

D- Por nada, respondió Dulce, alejando la mano, sonrojada, demasiado violenta para fingir que no le afectaba -. Pensé que habíamos acordado que... Que... Éramos amigos.

U- Fue un gesto amistoso - respondió con fingida inocencia.

D- ¡Oh! - exclamó colgándose el bolso al hombro y dirigiéndose hacia la puerta.

U- Entonces no fue el gesto de un enemigo, señaló.

D-No, entonces no lo fue.


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