A la mañana siguiente, Christopher volvió a visitar a Dulce en el hospital. Llevaba bajo el brazo una caja blanca atada con dos lazos, que dejó sobre la cama.
U:¿Hola todo bien? ¿Te sientes bien hoy? - preguntó tomando su barbilla y besándola brevemente.
D- Respondió ella deseando que aquel beso hubiera durado más, y reprendiéndose al mismo tiempo -. Puede ser que hoy me saquen el suero. De hecho, voy a hacer una dieta blanda.
U:Bien.
D- Pero eso no significa que pueda comerlo.
U- Cierto, señaló Christopher sentándose en la cama. Esta mañana hice algunas llamadas telefónicas. Podemos casarnos en dos días.
D- ¡Dos dias! Bueno esta bien. Para eso tengo que salir del hospital, claro.
U- No parece que esté muy entusiasmada con la idea, se rió Christopher.
D- No, es que... Últimamente me cuesta creerlo. El médico quiere ver cómo reacciono cuando me retiren el medicamento contra las náuseas. Si me vuelvo a sentir mal me recetará otra vez y podré irme a casa.
comentó Dulce, sentándose en la cama -. ¿Están las cosas bien con la galería?U- Yo vengo de allí, precisamente. Penny y Melissa están trabajando, y Penny tiene otra niña, Jil, en reserva, explicó Christopher, mirándola esperando su aprobación.
Dulce sonrió satisfecha.
U- Vendieron cuatro piezas de la colección Ramírez y un bolso con cuentas de cristal. Las ventas siguen siendo las mismas.
D:Esas son buenas noticias - contestó Dulce. Emanuel Ramirez es un artista estadounidense que diseña joyas de plata. Me envió cosas realmente hermosas.
U- ¿Donde lo conociste?
D:En Arizona. Un amigo mío vio tus piezas. Ella quedó tan impresionada que me llamó. Volé allí y concerté una entrevista. Me trajo algunas piezas para probar y ver si se vendían bien en Boston", sonrió Dulce, satisfecha. Fue un éxito, su mercancía apenas queda en la tienda.
U:Le gusta mucho su trabajo - comentó Christopher.
D- Sí, es apasionante buscar nuevos artistas. He estado pensando en presentar regalos de
Bebé, para cuándo expanda el negocio.U:Hablando de regalos para bebés. ¿Por qué no abres éste?
D- ¿Qué es?
U- Yo quería ser yo quien les diera el primer regalo a nuestros hijos, respondió Christopher - encogiéndose de hombros.
Dulce la abrió. Eran dos tigres blancos con ojos azules. Dulce los sacó de la caja y los acarició
D- Son preciosas, pondremos una en cada cuna.
U:Hay algo más - sonrió Christopher.
Dulce se alarmó por el tono de voz de Christopher. Lentamente, alejó las muñecas y miró en la caja de papel de seda, dentro había un joyero.
D- Christopher, si eso es lo que creo, no había ninguna razón...
U:¡Shh! - ordenó Christopher colocándose un dedo en los labios. -Me conoces lo suficiente como para saber que nunca hago nada que no quiera hacer, Dul. Abrelo .
Dulce tomó la caja de terciopelo. Dentro había un anillo espectacular, tal como lo había imaginado. Con un diamante en el centro y cuatro más pequeños a los lados, sobre la banda dorada. Era elegante, clásico. Y las piedras reflejaban la luz mientras la movía.
D-Es hermoso, Christopher, lo es....comentó Dulce, intentando agregar que no podía aceptarlo.
Christopher, sin embargo, volvió a taparle suavemente la boca con la mano y dijo:
U:Gracias Christopher. Siempre lo usaré.
Dulce reprimió una risa y él finalmente retiró su mano.
D:Pero no puedo tomarlo en serio. ella aseguró
U- Claro que puede. serás mi esposa, la madre de mis hijos. Algún día le regalaran este anillo a uno de nuestros hijos. ¿Tienes idea de lo feliz que me haces? añadió, inclinándose sobre ella para tomarla por los hombros. Su voz era profunda, su mirada intensa. Dulce vaciló - Por favor, Dul. No le des más importancia de la que tiene. Eres tan hermosa, quiero hacerte regalos hermosos. Continuó quitándole el anillo para deslizarlo en su dedo.
D-¿Crees que soy...Hermosa? preguntó - Dulce, aclarándose la garganta. Pensé que me veía como la vecina gordita que lo persiguió a él cuando ella solo tenía diez años.
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Un Hijo Tuyo
RandomSi alguien le hubiera dicho a Christopher Uckermann que acabaría casándose con Dulce Saviñon, su mejor amiga y la mujer de sus sueños más secretos, y que estarían esperando gemelos, nunca les habría creído. Pero nunca en sus sueños más locos se le h...