CAPITULO 6

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No dejes que la pereza te domine

He visto muchas personas que dicen que quieren hacer algo pero que les da pereza o no tienen ganas o motivación.
Mira, de lo que me he dado cuenta, incluso desde mi propia experiencia es que son puras excusas, lo que esas personas sienten en realidad en el fondo es miedo, se mienten a sí mismos y se ponen esas excusas.
¿Cómo puede ser posible que todos los días no tengas ganas de salir y comerte el mundo, de desarrollar tu mejor versión?
Y con esto quiero decir que trabajes en ti aunque no tengas ganas porque no necesitas motivación para emprender una acción, requieres la disciplina de mantenerte constante, de seguir intentándolo sin importar el resultado.
Lo ideal sería que trabajes todos los días en desarrollarte, pero también necesitas descansar, porque no es bueno sobrecargarte de tanto estrés y en un largo plazo te hará daño a tu salud mental, lo que te recomiendo hacer es dedicar un poco de tiempo a la semana a hacer algo productivo que te guste, como un hobby o algún deporte, entre otros. El punto es que desconectes de todo ese estrés y así vas a lograr mejorar tu constancia para seguir trabajando en ti.
La pereza es producto de tener el acceso fácil a las cosas que deseamos por capricho, me explico, cuando uno vive con sus padres por ejemplo, y pide que le compren el último teléfono, tienes algo que quieres y por el cual no tuviste que trabajar, como esperas que eso no te deje sin ganas de esforzarte, porque lo que sucede es que los seres humanos tenemos un instinto natural de no valorar lo que obtenemos fácilmente, así que si al emprender algo te está costando, es por ahí.
Una clave que a mí me ha ayudado muchísimo, era que cada vez que debía hacer algo y me daba pereza, yo me decía siempre, ¿Te da pereza? Si mi respuesta era si, me forzaba a hacerlo, en caso de que fuera no, si tenía que hacerlo también lo hacía, esto era solo para eliminar esa pereza, no importaba la magnitud de la acción, lo que importaba era que tomara la acción, tus ganas de superarte no pueden ser menores que el miedo, la pereza o algún otro factor que puede hacerte dejar un proyecto.

Ejercicio 6:

- Vas a aplicar exactamente el ejemplo anterior que te he contado, si no tienes ganas de emprender la acción y sabes que debes hacerlo, te vas a obligar a hacerlo, no le des muchas vueltas, di 1,2 y 3 y te paras a hacerlo.

¿Cómo lograr tu desarrollo personal?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora