Capitulo 1

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Kokonoi Hajime

Era Tokio en la mañana, y el sol estaba en su momento más álgido. Seishu estaba tomando el sol, apoyado en la ventana, duermiendo, aun si eso le quemaba la piel. No iba a permitir que pasara eso.

— ey, Inui.

No respondió. Era envidiable verlo tan tranquilo, fingiendo por un momento que no tiene problemas. Me acerqué a él y alcé mi brazo para protegerlo de los intensos rayos del sol con la sombra de mi mano.

— Baja de ahí, te vas a quemar.

— Koko —. La voz tranquila y suave de Seishu, lo hizo regresar a la realidad.

— ¿Te desperté?

— no — respondió, negando con la cabeza. — Vamos, Taiju nos esta esperando. — bajó de la venta y acomodo su uniforme.

Otra vez Taiju. Taiju esto, Taiju aquello, hay que seguir a Taiju, Taiju me necesita.

Entiendo que sea su capitán de división ¿pero por qué lo tiene que seguir tanto?

Estúpida naturaleza de omega sigue a alfa. 

Lo peor es que no me sigue a mi. Tiene que seguir al religioso de Taiju.

— ¿te piensas quedar ahí? — Seishu me miró esperando una respuesta.

— ya voy. — me acerqué a él y me coloque unos pasos atrás suyo. Así era fácil protegerlo y ver si otros alfas lo miraban.

Solo estoy marcando territorio.

Tengo suerte con que Seishu apesar de ser un omega, no sepa las actitudes de las demás castas. Nunca a demostrado demasiado interés en alguien, o interes en que alguien se interese en el.



Llegamos a la casa de Taiju, ahí suelen ser las reuniones de nuestra división de Touman.

— Ya ve, te espero acá. — dije y me posicione fuera de la puerta para escuchar. 

Aunque odiara que Inui tuviera que pasar tiempo con Taiju a solas, me alegraba saber que había dejado Black Dragons para entregarse a Touman. Sinceramente, siento que ahí tiene una vida menos miserable a comparación con la que tenía en Black Dragons después de haber salido del reformatorio.

Para mi sorpresa la puerta no se había cerrado por completo, permitiéndome ver a traves del hueco.

— necesitamos más gente, Inupe. — golpeó el escritorio, furioso. A pesar que los comandantes de Touman han controlado la fuerza y personalidad de Taiju, hay veces donde pierde el control. Es cuando temo por la integridad de Seishu. Me preparo para en cualquier momento entrar si es requerido.

— Koko y yo hacemos lo que podemos. Recorremos todas las calles de la ciudad en busca de nuevos miembros. 

— no estas haciendo lo suficiente — repitió Taiju.

si lo hago. — contradijo con firmeza. Me gustaba que no se dejara pisotear.

Taiju interrumpió a Inupe con una risa sonora. Lo que en parte era bueno, o eso creo... Y, cuando menos lo esperaba Taiju golpeó a Inui en el rostro tirandolo al suelo.

Maldito hijo de puta.

La sangre ya había subido a mi cabeza, sentía mis manos calentarse, pidiéndome golpear a Taiju. Pero me contuve.

Condenados al amor|| OMEGAVERSE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora