Kokonoi Hajime
No podía creer lo que mis odios estaban escuchando ¿Estaba mintiendo, no? Todo mi ser estaba en negación. Inupe jamás se dejaría marcar por Taiju. Aunque últimamente a tenido problemas de dinero, lo que tal vez lo haya orillado a dejarse marcar.
Mierda, Inui. Si necesitabas dinero me lo hubieras dicho y te lo hubiera dado a cambio de un beso.
Ante la confesión, empezaba a unir cabos sueltos. Explicaba porque Inupe siempre seguía a Taiju y se dejaba humillar ante él.
No hay peor ciego que el que no quiere ver, y ese ciego soy yo.
Fue inevitable no imaginarlos juntos, en la cama. De tan solo pensar que Seishu gemia el nombre de Taiju y no el mio, sentía mi sangre hervir de celos.
— ¿Necesita algo más Taiju? — preguntó Seishu, con la cabeza levemente baja.
— es todo Inui, nos vemos en la noche. Pueden irse.
¿En la noche? ¿Qué harás con Taiju en la noche?
Salimos en silencio de su habitación, y nos adentramos al pasillo donde se distribuían las habitaciones de la familia Shiba. Al llegar a la sala donde se encontraban los demás miembros de la división, pude notar como los Alfas miraban a Seishu, incluso los beta y omegas admiraban su belleza.
Seishu ocultaba ser un omega, usa perfumes con feromonas de alfa y a veces se cubre con mi aroma. Pero, desde hace días entre la Touman ya se rumoraba que realmente era un omega.
Taiju, y los comandantes de la Touman son los únicos que saben que Sei es un omega. Pero con el accidente del armario Seishu libero sus feromonas, y era claro que apesar de controlarlas después, se quedaría impregnado su aroma en la ropa. Sólo un idiota no se daría cuenta del rastro de feromonas.
Seishu me va a matar.
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•Inui Seishu
Maldito Kokonoi, hijo de puta, te maldigo. Te mandaría a la mierda, pero vivimos juntos.
Llegamos al pequeño departamento que alquilo junto con Kokonoi. De inmediato le reproche lo que hizo.
— por tu culpa ahora todos saben que soy omega.
— tampoco es que sea un secreto... se que lo ocultas, pero ya empezaban a sospechar. — habló, lo que por alguna razón acabó con mi paciencia.
— si, pero no tenías que exponerme de esa manera.
Ataque molesto e irritado por la situación. Si no fuera porque lo aprecio, ya le hubiera roto la cara de un golpe. Lo mire esperando que se dignara a responder. Por unos segundos no dijo nada, solo me miro fijamente con el ceño fruncido.
— ¿te dejaste marcar por Taiju? — preguntó molesto.
— eso no te incumbe. — primero me besas, me expones ante un grupo de alfas y ahora te crees con el derecho de saber mi vida.
Así no es como funcionan las cosas, Koko.
Camino hasta la puerta de la habitación con la intención de dejar a Koko en la sala. Pero este me siguió el paso aún depsues de haberle cerrado la puerta en la cara. La abrió y entró sin importarle nada.
Maldito acosador. Mejor ábreme la puerta cuando esté en la ducha.
— ¡responde Inui! — gritó, Koko — ¿Taiju te marco?
— si lo hizo o no, no es tu problema, Koko. — hablé, a lo que no respondío, podía ver en su mirada que estaba pensando en una respuesta.
— ¿fue sin tu consentimiento? — preguntó, preocupado —, porque si es así, lo mataré...
— ¡claro que no! — me apresuré aclarar — Deja de decir estupideces, Kokonoi.
— ¡Entonces déjame ver la maldita marca!
— ¡Dije que no! — y con eso, ya se había enojado. Lo cual era raro ya que tiene mucha paciencia a comparación de mi.
Me tomó de los hombros con fuerza y me asuste por el repentino movimiento. Me giró y me tiro. Se subió a mi espalda y sujeto mis muñecas.
— ¡¿Qué mierda crees que haces, Kokonoi?! — grité, desesperado y asustado.
— ¡Quiero ver la estupida marca!
¿Desde cuando se había vuelto estúpidamente fuerte? Era la magia de ser un alfa.
Soltó mis brazos y empezó a urgar mis ropas. Me quito el chaleco de la pandilla sin cuidado y la camisa interior.
— ¡koko! ¡Déjame! — sin importar lo que le dijera, no escuchaba. En una maniobra me volteo, ahora con la espalda contra la cama. Tiró de mi pantalon, jalando hasta mis talones para deshacerse de él.
—... — miraba mi cuerpo en busca de alguna marca. — ¿Dónde está?
Me incorpore en la cama doblando las piernas, avergonzado y nervioso por estar semidesnudo. Mis manos sudaban y mi pulso se aceleró. ¿Era miedo?
— no existe tal marca, Koko...
Kokonoi Hajime
Soy un idiota, merecía recibir un premio por ser el mayor hijo de puta de los hijos de puta.
Me sentí como un verdadero imbecil, me deje guiar por los instintos y los celos, estúpidos celos me hacían cometer locuras. Casi desnudo a Sei.
Aunque con gusto, te desnudo por completo.
Este no era el momento para seguir como idiota. Tenía que disculparme con Inui, pero su piel clara parecia delineada por los mismos dioses griegos. No podía tocarlo, pero podía sentir la suavidad de su piel ente mis dedos. Sus ojos eran lo mejor, esmeralda, hermoso color, pero por alguna razon estaban empañados. Sus labios al igual que las mejillas tenían un brillo rojizo, moria por escuchar su voz sonando en mis oídos. Vergüenza, eso sentía Inui. También podia persivir un poco de miedo.
¿Miedo de mi?
— Seishu- — intente disculparme pero me interrumpió.
— ¡¿Qué mierda te pasa Koko?! — preguntó, enojado — ¿Solo por besarme te crees con autoridad sobre mi?
Olvide el beso por completo. Tenía razón, si era mi culpa que Sei liberará sus feromonas.
— Tal vez no lo notaron.
— idiota — se limitó a decir. Su mirada curiosa se dirigió a mí entrepierna, frunció el ceño sin dejar de mirar.
Mierda, deja de hacerlo en los momentos menos requeridos.
Me di media vuelta lo más rápido que pude. Fui a la puerta de la habitación y antes de salir me detuve por un momento.
— pe-perdon... dormiré en el sofá.
Cerré la puerta y fui arrojarme al sofá, cubriendo mi rostro en el cojín.
Dios, Kokonoi... ¿qué carajos acabas de hacer?
Bese a Seishu.
Le quite la ropa a Seishu.
Lo mire semidesnudo.
Y vio mi errecion.
¿Cómo remedio todo este desastre?
Mi mente estaba en un caos total, hasta que me dormí.
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Condenados al amor|| OMEGAVERSE
FanfictionLa historia sigue a Kokonoi, un joven alfa, que, a medida que acompaña a Inupi, un omega, no sólo se ve atrapado en un complicado romance, sino también en una delicada partida de poder, en la que ambos luchan por sus intereses en medio de grandes co...