Años atrás
Inui Seishu
Fui llevado al reformatorio después de ser atrapado por múltiples delitos que cometí en Black Dragons. Tenía 15 años y había llegado el día donde entregaban los resultados de casta.
— ¿no es un poco tarde para que nos hagan los exámenes? — preguntó uno de mis compañeros.
— ¿un poco? Los examenes debieron ser hace un par de años. Pero somos delincuentes. El reformatorio es el último lugar en la lista a vicitar. No esperes privilegios. — respondió el otro.
Escuchaba la conversación no muy lejos de ellos, mientras esperaba los resultados.
Eso significa que Koko ya sabe su casta
— ¡oí, Inui! Seguro eres Alfa. — aseguró uno.
— ¡obvio que si! Es un tipo rudo — aseguró otro.
Claro que si. Estos más que convencido que seré un alfa, de lo contrario voy a decepcionar a muchos.
Escuche mi nombre ser pronunciado por una enfermera. Entre a la sala de consulta del reformatorio.
— ¿omega? — balbuceo. — debe ser un error.
— oh, no lo es. — afirmó el doctor.
— ¡no puedo ser un omega! ¡los resultados están mal! — gritaba.
— no me hables así, maldito delincuente. — habló, gruño en mi asiento molesto.
No puedo ser un omega. No puedo. ¿Dónde quedaba el poderoso Inui Seishu? Ya no iba a ser respetado o temido. Al contrario, iba a ser humillado.
— ¡exijo que lo vuelvan hacer! — grito negandome a la realidad.
El doctor quien resultó ser un alfa dominante sujetó mis brazos con fuerza, me cargó y me echa a la camilla.
— ¿Qué haces? — mi corazón se acelera y mi pecho se hunde. Es miedo lo que siento. Mi cuerpo se persivia más pequeño de lo normal, y me encogo.
— esta es la fuerza de un alfa. — explica apretando mis muñecas, acomodandose entre mis piernas — Algo que tu, pequeño, no tienes.
Acerca su regazo al mío, siento su miembro erecto. Es asqueroso. Quiero llorar. Pero me da miedo hacerlo. Algo que es raro en mi. Soy Inui Seishu, no le temo a nada.
Baja una de sus manos a mi pantalón, me asusta y empiezo a temblar cuando mete la mano bajo mi ropa interior. Grité en un quejido cuando introdujo de golpe dos dedos. Empiezo a llorar cuando me golpea, penetrandome. Sus dedos son grandes y gruesos y no duda en agregar un tercero. Duele como el infierno y eso que aún no llegó a ese lugar.
— ¿lo sientes? — estira sus dedos para ir más profundo. Golpea una zona que desconocía que tenía hasta ese momento, pero que me hizo contraerme de inmediato. — solo un omega lo tiene. Si no fueras uno, no te mojarias cuando toco ahí — saca sus dedos, rápidamente retrocedo en la camilla, acomodando mi pantalon — ahora sal de aquí, pequeño omega.
En silencio salgo de la oficina, intentando procesar lo que había pasado, intentando afrontar que sus dedos habían entrado en mi, intentando analizar el dolor que me provocó.
En la noche no logre dormir, pensaba en lo que había pasado, reviviendo el momento más de una vez en mi cabeza. No sabía si estaba bien o mal, si estaba exagerando o no, no estaba seguro si realmente había ocurrido algo digno de hablarlo. Lo mejor era quedarme callado.
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Condenados al amor|| OMEGAVERSE
FanficLa historia sigue a Kokonoi, un joven alfa, que, a medida que acompaña a Inupi, un omega, no sólo se ve atrapado en un complicado romance, sino también en una delicada partida de poder, en la que ambos luchan por sus intereses en medio de grandes co...