"La flor de maíz" (H.a.o. // T.N.)

Parte sin título 9

-Vayamos un poco más atrás, recuerdas a tus abuelos? 

-!La recuerdo a ella!- Invervino S.N. -.Somos compañeras en la escuela desde... 

-¿Desde que empezaron la preparatoria?- Dijo el dios.

-Mmm... si...

T.N. no dijo nada, se puso de pie y abandonó la mesa lentamente, traspasó la puerta que daba al patio.

-Vamos- Dijo S.N. levantándose también.

-¿Yo porqué?

-Empezaste tu gran explicación ¿no? Ahora termina.

-Creo que es justo hermano- 

-No molestes Yoh.

S.N.  salió al patio de entrada con Hao flotando tranquilamente detrás.

-No... no puedo recordarlo.

-¿Ves?- Empezó Hao- Eres un...

-!Cállate!- Gritó S.N.

-¿No querías que terminara mi explicación?

-¿Y no puedes ser más sensible al respecto? Mira su expresión, ¿De verdad no te parce un ser humano?

La expresión de T.N. era de confusión y desolada.

-Agh, Mira: Flor de maíz...

-Mi nombre es T.N.

-Bien, bien, escucha T.N. No es malo carecer de ancestros, al contrario... eso sólo trae problemas y tampoco tienes la culpa de ser una cantidad de poder independiente, si fueras un objeto inanimado cualquiera haría contigo lo que quisiera... fue por eso que se te dio vida. 

-¿Y que hay de problemático en que tenga vida?

-Eso no lo decidí yo, pero es una cuestión de los grandes espíritus, tu sabes: espíritus. Nada vivo entra ahí, si quieres despertar ese poder tienes que...

-Así que soy como una especie de sacrificio.

-Más o menos, porque no eres un ser hum...

-Y tu eres dios ¿verdad?

-Si.

-¿Puedes hacerme un ser humano?

-No.

-¿Porqué? ¿No se supone que eres todopoderoso?

-Como ya te explicaron hay mas dioses allá afuera, todos terriblemente poderosos, si cualquiera de nosotros acabara contigo... es decir, con tu poder no habría forma de decidir un ganador, sería una guerra sin fin y todos los shamanes combatirían hasta morir, no quedaría ninguno.

-¿Y porque tienen que meter a otras personas? ¿Porque no pelean solo entre ustedes?

-Eso aniquilaría el universo.

-Quieres decir... ¿qué me dotaron de conciencia prácticamente para que elija por que dios morir?

-No tanto, podrían también secuestrarte y funcionaría igual, ese es otro detalle que...

-T.N.- Dijo S.N. a ver lágrimas correr por sus mejillas.

-Seguro te consideras afortunado, tu gato me encontró y te dijo quien era. !Por eso me trajiste aquí!

Hao parpadeó un poco.

-Tal vez preferías que algún otro dios te sujetara sin preguntar y te asesinara. Si te hubiera dejado tal vez ahora no estarías con vida.

-¿Y tu porque no lo has hecho?

-Primero porque no te conozco, Matamune esta investigando si hay alguna particularidad o peligro a tu alrededor, Segundo, porque creo en el libre albedrío.

-¿Y que pasa si elijo no morir y no darle a ninguno de ustedes, malditos lo que desea?

Hao se encogió de hombros.

-Me da igual.

-Imbécil, de nada te sirve ser un dios.

T.N. se dirigió a la salida, S.N.  quiso seguirla, pero Hao solo estiro su brazo y sujetó su muñeca.

T.N. vio como todo frente a sus ojos se volvía blanco y luego un vértigo insoportable se apoderó de su cerero, físicamente sintió como su cuerpo se inundaba de niebla y hielo.

-¿Pero qué?...

T.N. abrió los ojos, ya no se encontraba en el patio de los vecinos, no había césped, ni árboles,ni el enorme caseron: No había nada. Sin embargo al darse la vuelta "atrás" porque no había frente ni costados se encontró un trono de piedra.

Un gran trono de piedra, antiguo, lleno de moho verde y cuarteaduras hechas por el tiempo, estaba también cubierto por una hiedra que no podía ver donde empezaba. Sentado en él había un muchacho de espesa cabellera castaña, esta caía sobre su rostro agachado impidiendo ver sus facciones, pero T.N. Sabía quien era.

-¿Dios?

El dios de este mundo estaba apenas cubierto por un lienzo blanco y en sus brazos se enredaban las plantas, hojas aún verdes y raíces secas.

"Cómo llegaste aquí"

No había movido los labios, ni levantado el rostro, pero T.N. Podía escucharlo dentro de su cabeza.

-E... estábamos en otro sitio y...

"Oh, una iluminación, ya veo. Lo que viste allá abajo, no soy yo: Es una parte de mi conciencia muy muy pequeña, este ves frente a ti si soy yo. Tu dios"

-Entonces... he muerto.

"No, estas teniendo lo que se conoce como una epifanía, una iluminación, en pocas palabras, tuviste un encuentro cercano conmigo. Lo que no sé es porqué, sólo los humanos conocidos como santos pueden tener estos encuentros"

-Pues yo tampoco sé porque estoy aquí... pero ¿Entonces esté es el paraíso?

"Son los grandes espíritus"

-Quiere decir que has ganado entonces, ¿no?

"No, tu cuerpo con vida sigue allá abajo, por eso te dije que Matamune está investigando más detalles sobre tu situación, no podemos simplemente usar tu poder y ya"

-¿Vives solo en este sitio?

"Decir vivir es una exageración, pero no. Matamune vendrá más tarde, cuando haya avanzado su investigación"

-Que aburrido, no hay nada aquí.

"Soy Dios, no necesito nada"

-Pero si necesitaras algo lo tendrías ¿Verdad?¿Puedes levantarte?

"Si, y si. Pero no necesito nada: Soy Dios"

-Repitelo hasta que te convenzas- Dijo T.N. Arqueando las cejas. 

Dio unos pocos pasos hacia el frente y tocó la mejilla del castaño.

-Seguro que sientes frío.

"No siento nada"

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