capitolo quinto

59 11 4
                                    

Bufó ante la respuesta y se cruzó de hombros

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Bufó ante la respuesta y se cruzó de hombros.—Deberías despedirte de tu hermana—. murmuró sin mirarle, de lo contrario delataria su rostro.

—Lo haré, desde hace tiempo sabía que mi cuñado planeaba algo, así que escribía cartas, las cartas están allá—. Apuntó arriba de un estante.

—Si sabias lo que planeaba, ¿por qué no lo detuviste?— formó una mueca y miró el techo.

Parpadeó un par de veces y se alzó de hombros—. Nunca sabía en el momento en el que lo haría.

La muerte sólo observó su mueca, él sí lo sabía, pero no sabía que esto se alargaría tanto, no tenía ni idea de la historia que le esperaba.

—¿Conoces a otros tipos de dioses?— Soltó un jadeó sorprendido—. ¿Eres un dios?

—¿Desde cuando eres tan preguntón?— Dice arrugando la frente a pesar de que él otro no podía verlo.

—Solo tengo curiosidad, quiero saber mas de mi socio, además ¡Estoy frente a la muerte!— bromeó y soltó una leve risita, cruzándose de brazos—. No todo el mundo tiene esa oportunidad, es más tu eres más preguntón.

—Bueno, tengo que saber cosas para cellar el trato—. Aclaró con seriedad.

—Oh, vamos, sé que ese es un truco—. Sonrió socarrón—. Di que te intereso, es sencillo—. Así el chico rompió otra regla.

Regla numero nueve; Nunca coquetear con la muerte.

Regla numero nueve; Nunca coquetear con la muerte

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—No. A la muerte no le puede interesar un mortal—. Yeonjun soltó una carcajada y se levantó de la cama, la rodeó y ambas manos las puso en cada hombro del chico, para luego con osadía sentarse en su regazo.

—Si no te interesara, ¿por que aceptaste el trato?— dice con obviedad—. Deseas a un simple mortal.

Soobin a pesar de que él otro no podia verlo apretó los labios y suspiró.

—Escucha, mortal. La muerte es un espectro ocupado, casa segundo recibe nuevos muertos, pero con ninguno cruza palabra, todos me observan con miedo y angustia y no lo malinterpretes, amo esas miradas en las personas cuando me ven llegar—. Yeonjun solo observó al hombre, tenía tantas ganas de sacarle la capucha y volver a tomar sus labios—. Pero a pesar de eso, me siento vacío. Si es tonto hasta ridículo oír eso de mí, con lo orgullo no sé porque te lo estoy diciendo.

—Queres compañía—. Susurró, mirándolo con devoción.

—Bueno, no lo diría así. Pero, si es más o menos de esa forma—. Volvió a sonreír y dejó su cabeza sobre el hombro del fantasma, apoyándose en su pecho.

Soobin por un momento sonrió, sintió esa calidez que en siglos, de alguna manera le asustaba, no quería volver a sentir nada por un mortal.

Yeonjun por su lado se sentía....bueno, no podría explicarlo, eran millones de sentimientos en él, podría decirse que es casi...inefable—. Te haré compañía entonces—. Susurró mientras comenzaba a dormitar.

Al día siguiente despertó y se removió con la espalda adolorida, la posición en la que había dormido no era la más cómoda, se alejó y se sorprendió al ver al espectro frente a él.

Soobin, Soobin, Soobin—. Susurró, mirándolo. Entonces desapareció por unos segundos y volvió a reaparecer en el mismo lugar, ahira desorientado y confundido—. Buenas idas—. Bromeó, el alto formó una mueca y se cruzó de brazos.

Regla número diez; Nunca invocar a la muerte en vano.

—Nunca debí darle el secreto de un fantasma a un mortal—. gruñó con somnolencia—. No vuelvas a hacerlo, sino...

—¿Sino que?— Contraatacó mordiendo su labio inferior con diversión.

—Sino...—. Se levantó y subió sobre el cuerpo del chico, acercando su cara en el cuello del chico en un movimiento su capucha bajó, pero ya que Soobin estaba oculto en su cuello nada pudo ver—....Te joderé, aquí mismo, hasta que te quedes sin oxígeno.

—Ung!— gimió al sentir la rodilla el chico rozar su entrepierta—. Soobin, tu capucha—. Susurró, levantando el brazo para subirle la capucha, eso fue lo que hizo.

—Vaya, si que quieres venganza—. Susurró acomodando su capucha—. ¿Viste algo?

—Tu cabello....—. Susurró sintiendo la livia recorrer su cuerpo—...Es rubio—. Entonces le volvió a sonreír, acelerando el corazón que él creía sin sentimientos.

—Quiero follarte—. Dice, notando como las mejillas de su socio se coloraban—. En serio, tengo tantas ganas de hacerlo—. Sinceró, acariciando las caderas del chico bajo él—. Quiero ser el único provocador de tus sonrojos, quiero que tus sonrisas sean solo para mi, quiero ser el único que tenga acceso a tus labios...—. Murmuró con voz grave, dejando un pico en los labios de su socio, quién oía cada palabra con atencion—. A tu cuerpo...—. Lamió su cuello con gula, haciendo suspirar al mortal—. A tu aroma...— Aspiró sobre la lechosa piel de su socio—. Y por supuesto de cada una de tus muecas y expresiones.

Soobin...— parpadeó un par de veces observando el rostro exitado del chico, sintiendo su cuerpo reaccionar con emoción.

Carraspeó alejándose—. Tu venganza, hoy es tu última noche—. Él asintió y tomó los hombros del hombre para empujarlo, él se levantó y observó los movimientos del mortal.

—Lo sé, haré todo para cumplir mi cometido—. Soobin soltó una de sus risas roncas.

—¿Tanto temes pasar toda una vida conmigo?— Yeonjun sonrió y negó.

—Temo que te canses y otro mortal para nada inteligente haga el mismo estúpido trato...mejor dime ¿tienen un harem?— El alto volvio a reír y negó.

—Eres el primer mortal para nada inteligente que hace este trato—. el chico asintió y suspiró.

—Bien, eso es un alivio—. Aún con su capa, Soobin miraba al chico con burla.

—¿Estás celoso, criatura?— Él sonrió y asintió, rompiendo otra regla—. Que adorable—. bromeó y el chico un golpecito le dio, murmullando insultos—. Me encantaría seguir aquí, pero debo recibir a mis muertos—. Se levantó y tomó la mano del chico con delicadeza y besó su nudillo—. Nos vemos mañana antes de que caiga la noche, te acompañaré cuando sea el momento en el que asesines a tu cuñado.

—Te esperare impaciente—. Y asi el chico solo desapareció de los ojos de Yeon.

 Y asi el chico solo desapareció de los ojos de Yeon

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Actualización nocturna ¡Because! No puedo dormir.
¡Liberame ya insomnio!


Para sacar charla ¿quién es su bias de Txt?

𝓛𝓮  𝓜𝓸𝓻𝓽𝓲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora