-Ahh~-. Susurró cuando sintió algo pinchando su espalda-. Maldita sea, Soobin-. Lo empujó y éste cayó de la cama entre risas-. Me dejaste sin aliento hace no mucho, ¿Estás loco?- El alto adormilado le miró desde el suelo.
-Que dramático-. Murmuró y se levantó, hasta sentarse a su lado y besar su mejilla-. Buenos días, niño maleducado.
-Eres un anciano-. Murmuró sonriendo por la muestra-. Ahora iré al purgatorio o algo así?
-Ujum, ahí te "arrepentirás se todos tus pecados", pero como eres un pobre virgen no creo que te arrepientas de nada-. El chico entrecerro los ojos.
- Idiota, no soy virgen, tu maldito semén en mi trasero lo demuestra-. Gruñó, sonrió al notar las mejillas del espectro colorarse-. ¿Acaso te pusiste-
-¡Muy bien!, arriba, ve a ducharte, tengo que llevarte con San Pedro-. Yeonjun se sentó en la cama y observó a la muerte pasearse de un lado al otro en la habitación.
-¿En serio existe?- Soobin se detuvo a verlo con obviedad-. Oh, ¿entonces a donde iremos?- Soobin carraspeó y se cruzó de brazos.
-Te...te tengo una sorpresa-. Algo confundido el chico asintió y se levantó sintiendo instantáneamente una descarga eléctrica en sus caderas, antes de caer, Soobin lo tomó-. ¿Estás bien?
-Maldito-. Él sonrió y dejó un picó rápido en sus labios para luego tomar unos pantalones y correr hacia la puerta-. ¡Cobarde!- Gritó poco después la puerta fue cerrada, busco ropa a su alrededor, pero no encontró nada, solo le quedaba....si, la bata del diablo. Lo tomó y se lo puso, para tapar lo poco de humanidad que le quedaba. La puerta se abrió y dos criaturas lo miraron con curiosidad.
-¡Señor! ¡Señor! ¡Señor!-. Repetían aquellas calaveras de colores flotantes-. El humano....-. Susurró la calavera azul
-Usted puede hacer un trato con el hum- la calavera verde fue bruscamente interrumpida por Soobin.
-¡Uhgah, Ehlah!-. Llamó desde la puerta, mirándolos con enojo-. ¿Que carajos hacen?, Salgan, esperen abajo.
-S-señor...-. Ambos hicieron una reverencia y salieron.
-¿Trato? ¿De que hablan? ¿Que son esas cosas, Soobin?- Él suspiro amasando su frente.
-Pronto lo sabrás, sé paciente-. Solo le tocó suspirar y aceptar-. Ten, te conseguí tu ropa-. miró las prendas y efectivamente, eran suyas.
Le sonrió y se paró de puntillas para alcanzar su labios, él no tardó en rodear su cintura con sus fornidos brazos-. Gracias-. susurró sobre sus labios-. Iré a cambiarme-. Se alejó e instantáneamente ambos sintieron el frío de los días en la puerta del purgatorio.
Poco después, bueno, dos horas después Yeonjun y Soobin ya se dirigían a un lugar que Yeonjun claramente no conocía.
-Tu apellido era Choi, ¿no?- El chico asintio-. Bueno, cuando investigaba sobre ti, supe algunas cosas.
-¿Cosas?- Preguntó confundido.
-Las personas que más amabas, tu hermana y tu hermano, él esta en un psiquiatrico por tu asesinato ¿no?- Él asintió mirando al suelo triste por eso-. Sé que no le queda mucho, por eso quiero hacer otro trato-. Yeon elevó la cabeza confundido.
-¿Otro?, ¿De que se trata?- Inhaló pesadamente y se sentó sobre el pasto creciente.
-Verás a tu hermano por última vez, además prometo que le otorgaré una vida más larga-. murmuró cruzándose de brazos-. Pero quiero algo de ti.
-Aceptaré, sea lo que sea, solo quiero que ellos sean felices-. Soobin apretó los labios y miró al horizonte.
-Escucha mi parte antes-. Pidió y tiró delicadamente de su brazo, haciendo que se siente a su lado-. No quiero que aceptes por tu hermano, quiero que aceptes por tu propia decisión-. Yeon asintió rápidamente, esperando a que el alto le dijera lo que quería a cambio-. Quiero que pases una eternidad conmigo-. Susurró sin mirarlo, pues la timidez lo consumió.
-¿Contigo?- Murmuró mirándolo atentamente, con una gran sonrisa en sus labios y una mirada socarrona-. ¿Te enamoraste de un muerto?
Exhibido cubrió su rostro, Yeon sonrió ampliamente y abrazó al chico por el cuello-. Eres tan adorable~-. Se puso de puntitas y besó los labios de Soobin con cariño-. Acepto.
Soobin levantó la vista y el humano volvió besar sus labios, sellando el trato, un trato que duraría por la eternidad.
Regla número quince; Nunca dejar que la muerte se enamore.
Yeonjun había roto las quince reglas ¿que le esperaba?, una eternidad soportando a un espectro de tez tenebrosa pero hermosa sonrisa.
El penúltimo cap, uyuuu!
ESTÁS LEYENDO
𝓛𝓮 𝓜𝓸𝓻𝓽𝓲
FanfictionSOOJUN| 𝓁𝒶 𝓂𝓊𝑒𝓇𝓉𝑒 la muerte puede ser más placentera de lo que parece. Yeonjun con la intención de vengarse, hace un trato con la muerte, lo que no esperaba era su condición, pero así también a la muerte le esperaba una grata sorpresa. Sb-tp...