Cap. 9

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Sabía que no debía, pero aún así el peor de los casos vino a su mente al encontrarse con el club de literatura, Freminet no se encontraba con ellos y al preguntarles dijeron que no lo habían visto por toda la hora de almuerzo. Tal vez había quedado con alguien más, no lo culpaba por ocultarselo, tendría sus razones, pero decidió preguntarle a Lyney y a Lynette.

- ¿No estaba contigo? - Preguntó Lyney confundido.

- Nunca nos dijo con quién estaría - Dijo Lynette - ¿Tendrá algo que ver respecto a lo que hablaron anoche?

- No me dijo mucho respecto a eso, así que no puedo estar seguro - Lyney parecía preocupado ciertamente - ¿Crees qué...? Ya sabes.

- No creo, Freminet prometió que si algo así volvía a suceder nos avisaría, por eso gasto sus ahorros en un teléfono - Respondió Lynette, pese a su normal semblante sereno, podría dislumbrarse a simple vista su nerviosismo - Debe de seguir en la escuela, ¿tal vez se contactó con un alumno?

- Aún así me preocupa, ¿debería llamarlo? - Mientras la conversación de ambos gemelos continuaba, esta iba asustando más a Mika, la preocupación de ambos parecía ser sincera, pero no sabía de qué estaban hablando ¿en qué cosas estaban metidos esos 3?

- Ahora que lo pienso ¿este chico sabe algo? - Preguntó Lyney a su hermana mientras apuntaba a Mika.

- Freminet no se lo habría contado - Respondió - Él es más precavido respecto a esto.

- ¿De qué están hablando? - Mika solo se sentía más confundido y preocupado.

- Estamos decidiendo si decírtelo o no, espera un rato.

- No creo que sea buena idea, cuando Aether se enteró por alguien más, realmente se molesto conmigo - Opinó Lyney - Casi rompemos por eso.

- Conociendo a Freminet no se lo dirá, de todos modos se enterará por alguien más.

- Pero no podemos simplemente ir por allí diciéndole a todo a quien nos encontremos la verdad.

- Ugh, batería baja, modo de discusión apagado.

- ¿Entonces no se lo diremos?

- No. Lo llamaré - Dijo Lynette quien ahora se mostraba más tranquila por algún motivo, su modo de hablar anteriormente hizo cuestionarse a Mika respecto a ella. La llamada sonó un buen rato antes de ser contestada.

- ¿Lynette? ¿Pasa algo? - Se oyó desde el otro lado de la línea.

- ¿Dónde estás? - Preguntó.

- Tu nov- amigo anda preocupado - Dijo Lyney.

- ¿Mika? - Su voz sonó algo nerviosa - ¿Está con ustedes?

- Sí.

- Perdón, estoy en el club de juegos de cartas - Freminet respondió apenado - No quería preocuparlos.

- Ya oíste, ve a buscarlo - Le dijo a Mika luego de colgar.

- No quiero molestarlo si es que esta con alguien más - Respondió.

- ¡Que novio menos celoso! - Alagó Lyney bromeando.

- ¡¿N- novio?!

- No te preocupes, le gusta molestar a la gente con eso.

- Agradecería que no lo hicieras - Suspiró - Freminet es mi amigo.

- Pero a él pareces gustarle mucho - Dijo entre risas juguetonas - Cuando le pregunté si eran novios y casi y le faltó de decir "no, pero me gustaría".

- Claramente se estaba muriendo de vergüenza por tu culpa en ese momento.

- ¡Vamos Lynette! Sabes que me gusta crear drama y discordia.

- No te involucres en los romances de otros, si algo se arruina te terminaran culpando - Le respondió a su hermano seriamente.

- Parece que te afecto lo sucedido con la profesora Clorinde y la señorita Navia - Dijo Lyney - ¡Pero ahora ambas son muy felices juntas!

- Freminet se va a enojar contigo ¿quieres eso?

- ... No.

- Eso pensé.

- Pero, según lo que escuché de Aether, Mika es un buen chico, si mi hermanito se va a involucrar romanticamente con alguien, preferiría que fuera con él - Continuó.

- Yo... Mejor me voy - Dijo incómodo Mika.

"Novio", esa palabra no le traía los mejores recuerdos. Hace un tiempo tuvo una relación con una chica, ella era Sucrose, una amiga de Albedo. Recordar aquel día en que rompieron no le gustaba, se había enamorado de ella y decidió confesarse, ella había aceptado tener una relación de noviazgo con él, y por supuesto habrían pasado un buen rato juntos, pensó que sería eterno hasta aquel día.

- Mika... - Lo llamó algo nerviosa - Yo no puedo continuar con esto, l- la verdad es que, ¡perdóname! No siento nada por ti, pero pensé que sería muy malo de mi parte rechazarte, en serio, perdóname.

La chica continuó disculpándose mientras estallaba en llanto. Mika no supo que hacer y solo la abrazo intentando consolarla, no pudo decir nada, sentía un nudo en su garganta.

Aquella noche lloró como nunca creyó ser capaz de hacer, realmente la había amado y había esperado un futuro entre ambos, aún así no fue capaz de culparla, pero no volvieron a hablar de nuevo.

Sus pasos se detuvieron, inconcientemente se habría dirigido hacía el club de juegos de cartas, ¿por qué? Se preguntó a sí mismo algo molesto. Ya había llegado hasta allí, debería de entrar, así que abrió la puerta sin muchos ánimos.

- ¡Gané! - Freminet reía alegremente.

- Ya veo, como prometí, ¿cuál carta quieres? - Cyno hace poco le había dicho que si era capaz de ganarle, le regalaría una carta entre su inventario.

- ¿Freminet?

- ¡Mika! - Se acercó alegremente a él -¡Mira! ¡Mira! ¡Cyno me regaló esta carta! Su nombre se parece al de mi Padre pero se parece un poco más a Lyney ¿qué opinas?

- ... - Freminet se veía tan feliz, se odiaba a sí mismo en estos momentos, quería poder compartir su felicidad, pero en el camino los recuerdos habían formado otra vez un nudo en su garganta y su pecho dolía con fuerza.

- ¿Estás enojado? - Preguntó algo asustado - Yo no quise mentirte, perdóname.

"Perdóname" esas palabras, estaba cansado de oírlas, quería olvidarlo, quería olvidar aquella tarde. ¿Por qué pensaba en aquello? Estaba claramente arruinando el ánimo de Freminet, ¿no quería verlo feliz? Definitivamente quería, pero, no era lo suficientemente fuerte y se odiaba por ello, quería poder sonreírle y felicitarlo, pero su mente solo volvía a aquel día.

Pudo sentir como Freminet intentaba abrazarlo, antes de ser consiente de lo que hacía ya lo había apartado, pudo ver su expresión confundida y asustada, no quería verlo así, pero en su mente volvía a ver otra vez a Sucrose, debía de calmarse primero, no debió de haber abierto esa puerta, se fue del lugar sin decir nada más.

Freminet sujeto con fuerza la carta mientras las lágrimas resbalaban por sus mejillas, "Mika debe odiarme por haberle mentido".

Le prince et chevalier (Freminet  x Mika)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora