Le prince et chevalier (Freminet x Mika)

Cap. 11

Eula miraba a su amigo, cuando llegó a verlo Mika solo se mantuvo en silencio, podía ver una expresión en su rostro, una que desde hace mucho que no había visto. Cuando recién lo conoció, él era un chico realmente callado y reservado, aunque más que todo aquello, era un chico realmente tímido tanto que temblaba con sólo que lo vieras por un rato. Nunca pensó en hacerse su amiga, pero las cosas entre ambos fluyeron con naturalidad. Aquella expresión en su rostro, no la había visto desde hace tanto.

－ ¿Estás bien? －Preguntó intentando sonar desinteresada.

－ Sí.

－ ¿Seguro?

－ Sí.

－ Cambiaré la pregunta － Continuó － ¿Qué pasó?

－ Nada.

－ ¡Solo responde! － Exclamó ya algo molesta －¡Solo me fui un día! ¡De repente vuelvo y estabas más feliz de lo normal! ¡Y ahora...! ¡Ugh...! Odio eso, ¡¿por qué solo me haces preocupar más?!

－ ¡Lo siento! － También exclamó pero con sincera culpa － Es solo que, es algo estúpido.

－ Cuenta.

－ ... － Dudó un poco antes － ¿Te acuerdas lo que sucedió con Sucrose?

－ Sí.

－ Me vinieron los recuerdos en un mal momento.

－ ¿A que te refieres?

－ Terminé haciendo sentir mal a alguien － Suspiró, cuando había vuelto al aula esperaba poder disculparse con Freminet, pero este no asistió a clases.

－ ¿Te conseguiste una novia tan pronto?

－ Si es humor, no es gracioso.

La conversación se detuvo unos instantes, en el pequeño momento de silencio producido ambos pesaban en que decir. Eula quería poder ayudarlo, pero no era buena en ese tipo de cosas, mientras Mika quería poder encontrar un modo de acabar definitivamente la conversación sin molestar a su amiga.

－ Bueno, lo normal sería disculparse ¿no? － Finalmente continuó Eula.

－ ¿Cómo? － La verdad es que tener que explicarle lo sucedido sería algo incómodo para él, pero no se sentía cómodo con un simple "perdóname".

－ Un regalo, hecho a mano － Respondió, intentando acordarse de alguna que otra conversación al respecto con su novia － Algo lo cual tal vez no estés acostumbrado a hacer, pero que creas que le gustaría... Si sales de tu zona de confort para poder disculparte, se dará cuenta de lo mucho que le importas.

－ ¿Es eso así?

－ A mi me funciono con Amber.

Sonaba a una buena idea, pero, ahora que lo pensaba más que él ser quien estuviera ayudando a Freminet, ¿no eran los demás? No era capaz de pensar en ideas por si mismo, no conocía mucho sobre esto después de todo. Aún así decidió parar de pensar en eso, cada uno tenía sus propias fortalezas, pero por él no le importaba intentar ir más allá.

Despidiéndose de Eula tomó la decisión de ir a buscar a Fischl para preguntarle al respecto. Sin embargo había sido detenido en medio del pasillo por Lumine.

－ Quiero hablar contigo sobre el novio de Collei － Dijo tranquilamente, pero, ¿quién era el novio de Collei? Mika recién se enteraba de que ella tenía pareja. Al ver su confusión, Lumine continuó － El chico rubio ¿Freminet? Creo que se llamaba.

－ ¿Eh? ¿Freminet y Collei? － Eso era imposible ¿no? Estaba seguro que ambos se habían conocido hace solo un día. No podía evitar sentirse algo mal, era extraño, Freminet podía estar con quien quisiera y aún sabiendo esto su pecho dolía.

－ ¿No lo son? － Preguntó preocupada y avergonzada － Creo que lo malentendí, ugh. Es que Aether dijo que Collei le pidió el número de un chico y luego los vi tomados de la mano.

－ No sé sobre su relación, pero, no deberían de serlo － Respondió como si intentara convencerse a sí mismo.

－ Comprendo, ¡en fin! Ese no es el punto － Cambió rápidamente el tema － ¿Tú y Freminet pelearon?

－ ¿No?

－ Bueno, no eres del tipo que busca pelear con alguien － Lumine suspiró, era eso mismo lo que la confundía, no tenía sentido el que odiara a Freminet por algo así y tampoco mostraba signos de odiarlo en su modo de hablar, posiblemente otro malentendido que tendría que arreglar － Freminet cree que lo odias.

－ ¿Eh? No, no... Yo nunca － Nunca creyó ser capaz de sentirse tan mal consigo mismo, quería ir a disculparse pronto, pero aún no terminaba su obsequio － ¿Dónde está él ahora? Y si puedes... ¿Sabes dónde está Fischl?

－ Creo que Freminet volvió a casa y Fischl debe de estar en el club, rara vez sale de este.

－ Gracias.

Freminet había vuelto a casa, ¿estaría bien ir a visitarlo? No, no lo haría por ahora, si no se presentaba mañana le preguntaría a Lyney o Lynette primero, solo, esperaba que no volvieran con ese tema de ser una pareja. Llegando a la sala fue recibido por Fischl quien lo invitaba por milésima vez a unirse al club.

－ Por ahora, no － Volvió a responder － Pero, quiero hablar contigo sobre Freminet, ¿qué cosas has visto que le gusten?

－ Sus palabras llenas de osadía que forman tal incógnita... ¿por qué está noble ha compartir su sabiduría?

－ Por favor, princesa, este siervo se lo ruega.

－ ¡Bien dicho! Muajajaja － Aveces seguir su juego era de ayuda － Muy bien, te lo diré. A el pequeño pingüino le gustan los cuentos infantiles, el mar, bucear, los juguetes y por supuesto ¡los pingüinos!

－ ¿Pequeño pingüino?

－ He compartido la sabiduría que poseía, caballero, has de saber como manejarla － Dijo － No permitiré que conviertas mi etérea sabiduría en actos de maldad.

－ No lo haré.

Mientras pesaba en que escribir, dió media vuelta para alejarse del lugar, pero otra vez fue interrumpido, en esta ocasión por Collei.

－ Mika － Llamó － Tú... Ya sabes, sobre Freminet.

－ ¡Te juro que no es lo que piensas, nunca lo odiaría! － Exclamó － ¡Es más yo lo am... Es mi amigo!

－ ¿Lo am...?

－ Olvida eso por favor.

－ Bueno, me alegra escuchar eso － Dijo sonriente, tal vez a Mika le gustaba Freminet, o al revés, eso era un inconveniente, después de todo ahora ella dudaba de sus sentimientos, pero, sin importar qué, no pensaría en eso, quería poder olvidarlo por un momento y solo pensar que ambos "amigos" podrían reconciliarse.

Mika solo se despidió, al recordar las palabras de Lumine, se sintió algo extraño, pero decidió ignorarlo, ¡Freminet y Collei! ¡Era imposible! Se intentaba convencer, pero no era capaz de comprender el por qué. Su madre debía de estar en casa hoy, se aseguraría de preguntarle sobre este extraño sentimiento y sobre que regalo podría hacer para disculparse, aunque ya tenía una pequeña idea.