. °|CAPITULO 04|° .

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En el pequeño templo del hogar de la familia Chun despertaba un espíritu antiguo quedándose en silencio por unos minutos para luego mirar a su lado derecho.

— Alvitr, despierta— Al decir esas palabras y con un chasquido una estatua de un pequeño dragón cayó al suelo siendo rodeada por un humo rojo.

— ¡Estoy viva!— Decía una pequeña dragona— Dime que mortal necesita mi protección hermana, solo tienes que decirlo y partiré.

— Alvitr—

— Y te diré algo Hrist cualquiera que cometa la tontería de amenazar a nuestra familia ¡Se arriesgará a mi venganza!— Dijo Alvitr con una sonrisa macabra en su rostro sin prestar atención a los llamados de su hermana mayor.

— ALVITR— Grito la mujer a la pequeña dragona y señalo a las demás estatuas del templo— Nuestras hermanas son las guardianas familiares y ellas...— Dejo las palabras al aire para que ella terminara la frase.

— Protegen a la familia— Dijo la joven criatura algo irritada.

— ¿Y a que fuiste degradada y transformada?—

— Yo hago sonar el gong y me transformaron en dragón como castigo...— Dijo desanimada mirando el suelo

— Ahora despiértalas—

— De inmediato hermana— Suspiro para luego sonar el gong— ¡Vamos chicas, de nuevo a la vida, se acabó el sueño de bellas durmientes!—

— ¡Lo sabía!¡Lo sabía! Ese Omega desde el principio causo problemas— Dijo Hlokk mirando amenazante a Thrud

— No me mires a mi ¡Lo saco de tu lado de la familia!—

— Pero si lo descubren, los Chun quedaran deshonrados, quedaran en la desgracia y los valores familiares se perderán—

— Y perderán la granja— Advirtió Randgriz preocupada.

— Mis descendientes jamás causaron tantos problemas, todo fueron acupunturistas—

— ¡No todos pueden serlo!—

— ¡Claro, pero no teníamos que ser travestis como ese niño!— Grito furiosa Hlokk señalando a Gondul.

Así fue como empezó una discusión entre las hermanas sobre el pasado de sus descendientes, pero de un momento a otro metieron a Alvitr en su discusión diciendo que escogiera a una para que cuidara el legado familiar, pero el llamado de silencio las callo a todas.

— Debemos enviar a la más poderosa de todas— Sugirió Regnlelf acomodando sus lentes mientras leía un libro

La risa escandalosa de Alvitr llamo la atención de todas.

— No deberían insistir, yo iré—

Las risas y burlas de sus hermanas solo molestaron a la joven, sabía que pensaban que ella no podría hacerse cargo de algo tan importante, que se comporte de manera infantil algunas veces no significa que lo sea.

— ¿Creen que no puedo hacerlo? Observen esto— Dijo para dejar salir una pequeña flama de su boca— Mi llama es ardiente eh, debería chamuscar a alguien para probarlo—

— Tu tuviste tu oportunidad de proteger a la familia— Dijo en un tono calmado, pero a la vez amenazante.

— Sabes hermana, tus errores llevaron a varios al desastre—

— ¿Y el punto es?— Dijo Alvitr mirando indiferente a Hlokk.

— El punto es que enviaremos a un espíritu ancestral de verdad a traer a Zheng—

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