°|MULAN|°

.°|CAPITULO ULTIMO|°.

Se podía contemplar una imagen muy caótica pero festiva donde se veía parte del palacio imperial destrozado mientras fuegos artificiales iluminaba todo a su paso, por las escaleras principales de la estructura seis personas corrían a celebrar con sus respectivos lideres, pero al llegar observaron una escena algo graciosa, Zheng estaba sobre Hades, y ambos estaban quejándose por el dolor.

— Idiotas— Beelzebub ayudo al Omega de mechón rojo a levantarse y así mismo con el Alfa albino— Pudieron haber muerto— Le reclamo directamente a Zheng que desvió la mirada, aunque no se notara.

Mientras a Qin le daban la regañada de su vida, del castillo, entre el humo y los escombros se hicieron visibles tres cuerpos, Ares salió a la luz con un semblante fruncido demostrando lo enojado que estaba.

— Eso fue un atentado deliberado en mi contra— Se acercaba a ellos mientras los Alfas se ponían de frente estando a la defensiva— ¡Y para colmo ahora son más de uno, que desastre! A un lado esas criaturas no merecen protección alguna—

— Son héroes— Hades daba la cara por el pequeño círculo de amigos que habían formado, Qin le demostró que él era el indicado para el, solo faltaba que le correspondiera.

— Son Omegas, jamás serán dignos de nada— La burla de Ares fue suficiente para colmar la paciencia de Hades.

— Escucha, ya me cansaste— Tomo a su primo por la camisa llegándolo a levantar un poco del suelo siendo observado por el grupo.

— Wow Zheng, ¡tu Alfa sí que es fuerte!— Le susurro Zero al oído con un tono pícaro haciéndolo enrojecer, ese enano ya sabía toda la historia, se las había contado cuando subían las escaleras.

— Lo mismo digo de Buddha Zerito, ¡seguro sus cachorros serán adorables!— Si iba a caer se lo llevaría con él.

— ¡Ya es suficiente!— Del humo salieron finalmente los dirigentes del país haciendo sorprender a los presentes ¿Desde cuándo estaban ahí?

— Majestad, puedo explicarlo— Intento hablar Hades, más una mirada seria de Adán basto para callarse y moverse a un lado junto los demás, dejando a Qin ante ambos gobernantes, se dirigió a ellos y se puso de rodillas esperando una frase o morir inmediatamente.

— Hemos oído mucho de ti Ying Zheng— Inicio Eva tranquilamente pegando su cuerpo al brazo de su esposo, aunque este era mucho más bajo que ella.

— Robaste la armadura de tu madre, huiste de tu hogar, suplantaste a un soldado, engañaste a tu oficial al mando, deshonraste al ejército, destruiste mi palacio y...— El silencio que formo Adán estaba acabando con Zheng, esta vez sí que era su fin, al menos se iría con la conciencia limpia y el cuerpo puro— ...Nos has salvado a todos— Espera ¿Qué? Abrió los ojos de par en par subiendo la cabeza observando como sus monarcas se inclinaban ante él.

Ares quien estaba tomando nota alver esta escena rápidamente se arrojó al suelo reverenciando al Omega que minutos antes insultaba, Zheng disfruto eso, pero se le paso cuando volteo y vio a sus amigos postrándose ante él, no, no solo sus amigos toda la ciudad lo reverenciaba; Alvitr estaba sobre el caballo de su amigo derramando algunas lágrimas con una sonrisa en su rostro.