°|MULAN|°

. °|CAPITULO 02|° .

|Qin Shi Huang...

Todos nos pusimos de rodillas cubriendo nuestros rostros con la sombrilla, las puertas se abrieron dejando ver a la casamentera, una mujer omega, delgada, rubia, olor a parecido  al de hierba mojada, y con un maquillaje peor al que los omegas llevábamos, exigente en todo el sentido de la palabra, pero quienes somos para criticar, su nombre era Perséfone.

—Ying Zheng— dijo de manera seria y calmada, mirando a todos los presentes.

Me levanté rápidamente, con una pequeña sonrisa incomoda en mi rostro— presente— dije permaneciendo en mi lugar.

—Hablando sin pedir permiso, sonrisa poco atractiva— decía mientras anotaba todo en una tabla de apoyo. Solté un susurro maldiciendo, esas anotaciones lo arruinarían todo.

Al entrar el solo me miro de arriba abajo analizando mi figura, buscando imperfecciones inexistentes mientras anotaba todo en la tabla, yo solo me quede parado en el mismo lugar, algo no iba bien, podía sentirlo.

— Eres muy flaco, no serás bueno para tener hijos— Dijo para alejarse y dejar sus notas en la mesa. ¿Quién se cree esa mujer para hablarme así? Para su información yo soy mil veces más fértil que ella.

Ya decía yo que había algo extraño, el grillo que me dio Jack se escapó de la jaula, intenté atraparlo sin llamar mucho la atención de la otra omega, no tuve más opción que meterme el bicho en la boca en cuanto tuve la oportunidad ya que la mujer se me acerco inesperadamente.

—Recita el último de los preceptos— Dijo con una voz suave pero demandante, yo solo asentí abriendo mi abanico, para escupir el insecto— ¿Y bien Zheng?

—Cumplir las obligaciones con calma y....— Mire mi brazo derecho disimuladamente, pero todo estaba borroso gracias a Poseidón— r-respeto, también reflexionar antes de cantar...— Al darme cuenta de la última palabra que dije me puse nervioso, para levantar la voz corrigiendo mi error— ¡ACTUAR!, eso te brindara honor y gloria— Un suspiro de alivio fue el único sonido que pude hacer después de eso.

Lo que me tomo desprevenido fue su fuerte agarre en mi brazo y ver como tomaba mi abanico buscando alguna señal de trampa, con una mirada penetrante me llevo a una pequeña mesa, Poseidón y Jack me lo dijeron, esa era la prueba para servir él té, la especialidad de Jack.

—Ahora sirve el té— No le preste mucha atención a sus palabras, tan solo miraba su mano manchada de tinta, mientras yo servía él te— Para complacer a tus futuros suegros deberás demostrar tener sentido de la dignidad— Decía ella lo más serena posible y concentrada en sus palabras, pero yo, yo estaba concentrado en no reírme a carcajadas cuando vi como pasaba su mano manchando su cara en forma de barba, pero al darme cuenta de que estaba tirando él te sobre la mesa me detuve y lo dejé a un lado. Cuando voltee para dárselo el grillo estaba dentro de la maldita taza— Y refinamiento, también debes ser equilibrado— decía Perséfone mientras tomaba la taza.