Caroline Holden, directora de Zepelin Studios. Es enviada a Venecia para asistir en un aclamado festival de cine y televisión.
Conciente de que no queda otra alternativa, viaja a Venecia. Sin saber que dicho viaje terminaría cambiando muchos aspecto...
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Caroline Holden
En esto consistía, en una película. No era ni un documental, ni nada parecido, era una película sobre la vida de Harris. Según el, sería una gran producción que mostraría como llego a la cima del mundo. Me daba asco su ego, nunca había visto a una persona describirse con tanto esplendor. Si su amada película era tan interesante entonces porque no lo hacia otro estudio, porque no se peleaban por realizar semejante producción.
Además, que estaba haciendo yo aquí. Era una película, Collins podía dirigir perfectamente sin mí, aquí no tenía nada que hacer. La reunión estaba acabando y yo ya había tomado mi decisión. Este proyecto era nefasto, más que todo por el hecho de que se trataba de la vida de Harris. No quería estar involucrada en lago que estuviera relacionada con la vida de él, el hombre tenía mala fama, yo no quería involucrarme en eso. A parte tendría que estar cerca del hombre, lo cual no me llenaba de emoción, no después de que me hiciera sentir incomoda cada vez que lo veo. El hombre alto de cabello oscuro – Que resulto ser uno de los abogados de Harris – término de explicar los términos del contrato y espero a que los demás hablaran.
–Bueno, debo decir que este proyecto me encanta y estoy ansiosa porque comiencen. –comento, Mónica. –Me parece que es hora de que se tomen decisiones y se firmen los contratos.
Esta reunión era para algo más pequeño, no era para ver el futuro de en si del proyecto, era para ver si Peter, Scott, Erick y yo aceptábamos participar. Los tres aceptaron los términos y decidieron que iban a participar en la producción, pero yo no quería y era hora de decirlo. Mónica me pregunto cuál era mi decisión, su ojos amenazadores me miraban fijos.
–Lo lamento, no estoy interesada. – contesto.
Harris se puso serio después de mis palaras y me miro penetrantemente, sin embargo, esa no era la mirada que más me llamaba la atención, la mirada de Mónica era de querer asesinarme y estaba segura de que si pudiera lo haría ahora. Era bueno estar lejos en este momento.
– ¿Se puede saber la razón por la que desea no participar? –Pregunto Harris.
–Me llamaron para un puesto de asistencia para un documental, esto no fue lo que me prometieron. –miro a Erick. –Estoy segura que el señor Collins puede hacer esta película sin mi ayuda. Creo que ya tiene la experiencia suficiente para ello y no necesita de mi orientación, si quiere que le dé mi opinión en algo o quiere que le oriente en alguna cosa puede contar con mi ayuda. Pero, repito, me llamaron para otra cosa no para esto.
–Creo que deberías pensarlo. –replico, Mónica.
–Creo que ella tomo una decisión y se tiene que respetar. –contesto, Peter. Le agradecí con la mirada y él me sonrió de forma cariñosa.
Mónica se levantó de la silla y me miro con una sonrisa, comento que quiera hablar conmigo afuera, se disculpó con los demás y salió de la habitación. No me quedo de otra que salir detrás de ella, la encontré molesta y con los brazos cruzados.
