6. Para usted

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¿Cuánto tiempo pasó ya? Es como si lo que pasó aquella tarde lluviosa solo haya sido un sueño. Semanas pasaron y todo seguía un curso normal.

Rosena había tomado el primer ferribús que salió de la Estación Jazminpoluto muy temprano en la mañana, pues ella sería hoy quien abriría la oficina. El resto de sus compañeros llegaría mañana, ya que hoy estarían en sus hogares para descansar y ver las caras de sus familiares después de tanto tiempo. Cada tiempo rotaban, y como ellos se quedaron en su lugar cuando ella tenía que ir a atender a sus padres cuando enfermaron la semana pasada, ahora era su turno de cubrirles el trabajo de hoy.

La relación de la joven de color rojo era buena con sus padres. Ellos ya estaban envejecidos a pesar que su hija sea muy joven y cuente con solo 25 años, ya que la tuvieron en sus 50 años aproximadamente aunque haya sido difícil. Fueron aventureros del Gremio casi toda su juventud, y cuando lo decidieron, se establecieron al norte de la Estación Jazminpoluto en Fontaine.

"Huele bien...Como siempre padre tan aficionado a las plantas y flores."

La chica sonreía mientras caminaba adentrándose en el palacio. Estaba sonriente por los días que pudo estar con sus padres y también porque a modo de despedida su madre le empaquetó mucha comida. Además, su padre le puso esta mañana una flor rosarcoíris en el bolsillo exterior de su chaqueta, cortada de su jardín personal.

Estaba un poco oscuro por la hora, y habían muy pocas personas dentro del Palacio Mermonia. Algunos estaban dormidos sobre sus escritorios por quedarse trabajando toda la noche, y los pocos de pie eran trabajadores de limpieza.

No era la primera vez que Rosena venía a esta hora a trabajar, así que conocía bien los rostros del personal de limpieza. Los saludaría amenamente mientras atravesaba los pasillos, y luego de eso se detendría frente a la puerta de la oficina para sacar las llaves de su maleta.

"Ah...Creo que me falta un poco de café."

Fue un momento que el sueño nubló sus ojos, y las llaves en sus manos cayeron al suelo. Ella suspiraría y se agacharía a recoger las llaves que cayeron sobre la alfombra, pero parece que no era lo único en el suelo cuando ajustó mejor su visión.

Un fino sobre de papel yacía cerca de debajo de las puertas cerradas. Un sobre tamaño carta. Era extraño, eso fue lo primero que pensó Rosena también. Claro que, considerando que el propósito sea profesional. Sin embargo, cuando estaba levantando el sobre para inspeccionarlo, reconocería la delicada y pulcra ortografía que veía a menudo por su trabajo, aún así, eso no sería lo que la sorprendería más, sino leer el remitente.

"Para la Srta. Blanc"

No era para el equipo, sino específicamente ella. Podía reconocer la ortografía, pero suponía que él no quería que el hecho de haber dejado una carta para una persona en específico esté en boca de la gente del palacio a pesar de la hora.

Cierta ansiedad y expectativa crecían dentro de la joven, quien pronto terminaría de abrir las puertas de la oficina para entrar y encerrarse. Dejaría su maleta en una de las sillas de la gran mesa en el lugar y se sentaría en otra al lado para leer la carta de inmediato.

Neuvillette era muy profesional, pero esto parecía como la correspondencia amistosa de un conocido. ¿Lo estaba malinterpretando? Era difícil imaginar a alguien como él viniendo hasta aquí evitando ser visto para solo dejar debajo de la puerta un mensaje. Sería más sencillo que solo la mande llamar en cierto horario que no esté cubierto por su ocupada agenda del día. Ah, pero claro, él es una persona muy ocupada. Sí, seguramente lo estaba pensando mucho, ya que si lo pensabas desde ese punto este resultado podría esperarse. Eligió un horario donde hay muy pocas personas transitando los pasillos, y que además él seguramente no tenía asuntos muy importantes por concretar.

Ella volvería a suspirar luego de pensar todo ello, pero bueno, se están haciendo largos sus pensamientos. Mejor solo comenzar a leer y saber qué desea, ¿no?

...

// |"Estimada Srta. Blanc:

Tal vez le sorprenda recibir una comunicación de mi parte de esta forma, pues admito que no concuerda mucho con lo profesional. Sin embargo, me permití intentar por este medio para tratar un asunto más personal con usted, ya que estuvo implicada.
Aún recuerdo hace tres semanas el encuentro que tuvimos en mi oficina, y aunque dije que era mejor para ambos cerrar el asunto de mi expresión emocional de entonces, pude notar que de alguna forma la afectó. No pude quedarme tranquilo estando consciente de ello.

No voy a disculparme, porque según lo que recuerdo de usted, eso solo la molestaría. Aún así, quiero expresarle lo mismo que pude captar de todo lo que me dijo ese día: Cuídese, por favor.

Atentamente, Neuvillette." |//

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"Dragón Hydro, no llores más"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora