3. Desliz

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Silencio, solo se escuchaba silencio.

Casi se le había caído el folder a Rosena por la impresión del estruendo, pero luego estaría inmóvil unos segundos al abrir bien los ojos y notar que estaba haciendo contacto visual con Neuvillette.

"Sus ojos...Son misteriosos y sus pupilas son raras. Nunca lo había visto bien"

Fue lo primero que pensó la joven, pero luego notaría la humedad que había en sus mejillas y ojos, por lo que de inmediato bajaría la cabeza y aclararía su voz arreglando su postura.

―...Me disculpo por ser impertinente, Su Señoría...No sabía que estaba aquí.―Ella estaba nerviosa, y más porque no esperaba verlo en esa situación en particular. No sabía qué más pensar.
―Acepto sus disculpas, solo recuerde tocar la puerta para futuras ocasiones.―Habla casi interrumpiendo las palabras de la joven, pero manteniendo a la vez el respeto. Sacaba un pañuelo fino de dentro de su chaqueta para limpiar su rostro con delicadeza. ―¿Qué clase de asuntos la traen aquí, señorita?

Rosena pensaba que estaría irritado, y aunque respondió muy de inmediato, la trataba con respeto. La había impresionado y casi dejado sin palabras, por lo que no podría evitar alzar su cabeza y verlo de nuevo.

―Oh...Bueno, traigo conmigo un caso clasificado...De parte del equipo de Administración de Expedientes.―Con eso se acerca unos pasos hasta estar a un par de metros de su escritorio.
―Bien.―Responde el mayor luego de guardar su pañuelo y ver mejor a la joven para recibir el archivo.

Ella se acerca más hasta estar frente a él, y extendería sus manos para darle el material, pero no puede evitar distraerse en fijarse mejor en su persona.

Otro cruce de miradas. Está volviéndose incómodo.

Él ahora tenía las cejas levemente levantadas, como si estuviera confundido, pero no sería perceptible si no fuera porque ahora ambos habían acortado la distancia de antes.

―M-Me distraje un momento. Aquí, tenga.―Le deja en manos el folder y luego retrocede un paso juntando sus manos. Permanecía aún por si él tenía preguntas o requería algo más.

Neuvillette toma el material pero permanece en esa posición por algunos segundos mirando a la nada.

―¿Tiene otro asunto que dejar, señorita?
―P-Para nada...Solo creí que iba a revisarlo por si falta algo. Al principio hay un índice de los contenidos.

Pero él solo se mantendría ahora mirándola con aquellos ojos agudos sin revisar el folder, y sería entonces que rompería el contacto visual dando un grave suspiro.

―Es la primera vez que veo su rostro, y debo decir que a diferencia de otros ayudantes que me ven por primera vez, usted se encuentra mucho más inquieta. ¿Acaso es por la desafortunada vista de un desliz mío? Si es así, quiero pedir disculpas ante el caso. No es mi propósito importunar a mis subordinados.

"¿Desliz? ¿Se refiere por desliz a estar llorando?"

―Disculpe...¿De qué habla?―Cierta preocupación crecía en ella y no se podría evitar expresarse en su tono de voz.
―Hablo por supuesto del espectáculo emocional de hace unos momentos. Entiendo que debe ser incómodo para usted, y es por eso que expreso mis disculpas.

Todo volvería a estar en silencio de nuevo, pero a los pocos minutos la joven volvería a hablar.

―...Ya que yo soy la persona con quién quiere disculparse, permítame decir algo.―Había tomado cierto valor dentro suyo.

"Llorar y tomarse el pecho de esa forma. ¿Cómo puede decir que eso es un error y algo desagradable sin siquiera pestañear?"

―El corazón puede albergar muchos sentimientos, no solo el sentido de la justicia. También está la alegría y la tristeza, y a mi humilde opinión no son errores ninguno de los tres.

No era muy perceptible, pero ante aquellas palabras Neuvillette abriría más los ojos.

―Claro que, no todos sentimos lo mismo en todo momento y magnitud. Y es que todos tenemos un corazón, los hay unos más grandes que otros, Su Señoría.

Sería entonces que aunque ambos mantenían el contacto visual, luego de que las palabras de la joven resuenen en la oficina, otro estruendo de la lluvia se escucharía con fuerza.

Sería entonces que aunque ambos mantenían el contacto visual, luego de que las palabras de la joven resuenen en la oficina, otro estruendo de la lluvia se escucharía con fuerza

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"Dragón Hydro, no llores más"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora