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Quinto Grado de Primaria

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Quinto Grado de Primaria.

Teniendo amigos no se sentía tan sola como antes, al ser integrada a uno de los grupitos de su salón, ya no se sentía excluida ni pasaba el recreo sola, y no podía estar más feliz, pues en su nuevo grupo de amigos también estaba ese niño rubio que le quita el sueño.

El bullicio en el patio le molestaba intensamente, no comprendía como esos niños se soportaban a sí mismos, corriendo de aquí a allá, gritando como locos, hablando en tonos tan exageradamente altos como si fuesen ancianos con los oídos afectados por la edad.

Suspira profundamente, reuniendo paciencia.

Llegó al pequeño kiosco del patio y compró un vasito de gelatina, luego se encaminó hacia un grupito de 3 niños que estaban sentados en unas de las mesas a un costado del pequeño negocio.

"Holis" saludó a sus compañeros, tomó asiento en un banquito desocupado, escuchando como le devolvían el saludo. Se dedicó a degustar su gelatina, fijando su atención en Katsuki a su al frente, era raro no verle junto a Izuku como de costumbre-para su desgracia, Según ella-, pues este no había asistido a clases por un malestar que le cogió a última hora.

Observó al rubio, este comía de su bento
tranquilamente, sin inmutarse por los
chistes de sus compañeros. Se miraba tan
hermoso, sus rubias hebras sedosas se
balanceaban melodiosamente con la suave
brisa, teniendo un color casi dorado por la
leve resolana que se derramaba sobre estas.
Su expresión calmada le daba un aspecto
pacífico, anhelando por un instante que el
tiempo se detuviese, para poder seguir
observándole así por toda la eternidad si
fuese posible. Deseando que los preciosos
ojos escarlata, sigan sobre lo suyos, y no se
despeguen nunca.

...

Un fuerte rubor se esparció desde sus pálidas
mejillas hasta todo su rostro, saliendo de su
ensoñación al ser consciente de que Katsuki,
ahora la observaba con una ceja alzada.

"Qué tanto me ves" interrogó el antes
mencionado, llevándose a la boca un último
bocado de su comida.

"¡N-nada!" Vociferó de inmediato, moviendo
frenéticamente las manos. El nerviosismo
invadió todo su ser al verse descubierta en
un acto desvergonzado.

El ambiente se tornó de una vibra incomoda
para la castaña. De pronto viéndose salvada
por la campana que anunciaba el fin del
receso, observó como el cenizo se ponía de
pie y cogía la taza de su bento vacío para
marcharse junto los demás, quienes lo
seguían de regreso al aula de clases.

En cuanto el rubio se iba alejando a paso
tranquilo, inhaló y exhaló despacio unas
cuantas veces, una vez se tranquilizó,
levantándose del banquito acomodó su
uniforme y arregló su largo cabello
peinandolo un poco con sus dedos cual
peine. Trató de actuar natural, para luego
dirigirse al aula igualmente. Recriminandose
mentalmente por su torpeza.

"Que vergüenza. Tonta, tonta."

Una vez tomaron asiento en sus respectivasmesas listos para empezar con la segundaclase, un joven bicolor entró por el umbral dela puerta, este se veía pálido y pronto fue atomar asiento en la primer silla que encontródesocupada

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Una vez tomaron asiento en sus respectivas
mesas listos para empezar con la segunda
clase, un joven bicolor entró por el umbral de
la puerta, este se veía pálido y pronto fue a
tomar asiento en la primer silla que encontró
desocupada. Katsuki observó como este se
sentaba en el puesto a su lado, el cual estaba
libre por la ausencia de Izuku.

"Hola." saludó el bicolor. Dejando ver a
Katsuki su rostro pálido más de cerca.

"¿Por qué llegas a esta hora?" Interrogó el
cenizo, fingiendo desinterés, luego viendo
como el contrario le mostraba un papel; una
constancia médica.

"Se me bajo el azúcar."

Luego de eso, Shoto le pidió el cuaderno de
matemáticas a Katsuki para ponerse al día
con la clase que dieron esa mañana en la que
estuvo ausente.

El bicolor trataba de sacarle conversación al
rubio sobre trivialidades.

"¿Y Midoriya?" Preguntó. Antes de tomar
asiento, había notado que tanto el aludido
como su mochila no estaban en su puesto,
por lo que supuso que había faltado ese día.

"Se sintió mal y no quiso venir." contestó a lo
que Shoto entendió, asintiendo despacio.
"Más tarde iré a verlo." Soltó después, sin
entender del todo por qué lo hizo.

"Voy contigo."

"No."



•••

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