Daniel Miller:
Ha pasado una semana desde que estamos asistiendo a Whitehills. Daniela ha hecho una nueva amiga a la que está pegada como pulga a un perro. Esta se llama Yana Suárez, tiene su mismo color de cabello; lo único que cambia es que su pelo parece salvaje y rebelde, mientras que sus ojos son café claro, en estos se refleja una luz dando efecto de lucero destellante.
Yo también hice un amigo, el cual conocí cuando iba saliendo de una de mis clases y accidentalmente choqué contra él, tumbando sus libros. Liam Fox, ese era su nombre, un chico pelirrojo, de ojos verdes vibrante. No tardé en disculparme y desde ese día nos hicimos amigos.
He recibido confesiones amorosas casi todos los días, desde cartas hasta regalos, de chicas que parecía que les faltaba un tornillo.Estoy muy sorprendido, ya que hice el examen de admisión para el equipo de baloncesto y me aceptaron de inmediato, sin poner peros ni quejas. Incluso me propusieron el puesto de vice—capitán, el cual no pude aceptar, ya que no quería sobresalir. Más bien, yo era el tipo de persona que no le gusta llamar la atención ni relacionarse con "personas populares".
Prefiero ser un chico del montón.
Tocó el timbre de salida, ya era hora de regresar a casa. Saliendo, nos encontramos a Yana y Liam, los cuales nos esperaban para regresar a nuestros hogares. Caminábamos los cuatro por la acera, la cual era un poco estrecha, y un silencio incómodo reinaba sobre cada paso que dábamos, hasta que me propuse a romperlo.
—Chicos, hoy ha sido un largo día. ¿Cómo han estado?—
—Muy mal, mi profesor de latín habla demasiado, a veces se desvía del tema contando de como lucho en la guerra y a los rigurosos entrenamientos que era sometido. A veces pienso que esta loco. —terminó de expresar Liam entre un suspiro y otro.
Yana abrió la boca y de inmediato fue interrumpida por Daniela.
—A mí me fue bien, hoy mi día no estuvo mal.¿Y el tuyo Dan cómo ha sido?—
—El mio tampoco ha estado tan mal, mis profesores no estan "locos" igual que los de Liam.—
—No te burles, Dan—
espetó el pelirrojo.El silencio volvió a hacer apto de presencia, tomé la mano de Yana y le dije:
—Señorita, espero que su día no haya estado muy ajetreado.—
En ese momento su cara estaba como si hubiera comido toneladas de chile picante. Para nadie era un secreto lo que ella sentía por mí, y yo disfrutaba verla nerviosa y sonrojada.
Continuamos caminando y haciendo chistes tontos hasta que llegamos a nuestra casa, allí nos despedimos de nuestros amigos en la entrada.
Subimos directo a el dormitorio, ya que nuestros abuelos habían dejado una nota que decía que no volverían hasta el día siguiente, porque se quedarían en casa de la tía Eli a pasar la noches con sus otros nietos.
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Misterio Bajo el Abedul ©
Mystery / ThrillerDaniela y Daniel tras la muerte de sus padres, van a vivir con sus abuelos a Miller un pueblo a las afueras de la ciudad, donde en la casa cuyo patio da al bosque de robles y pinos, se encuentra un gran abedul solitario. ¿Cual será el misterio que s...