Satoru Gojo

2.4K 48 2
                                    

¿Puede pasar alguien del cielo al infierno en unos instantes?

Satoru Gojo era un infierno en el quería arder, quería que me devorara viva, que tomara todo de mí aunque eso significaba que iba a dejarme sin nada, no me importaba, solo deseaba que fuera mío.
A continuación...

(Desarrollado en el primer arco de la segunda temporada).

Esa noche me encontraba en mí habitación, me disponía a descansar un poco, había sido un día demasiado agitado y pese a que había pasado un buen rato, estaba perturbada, necesitaba relajarme, apague la luz, me recosté  intranquila, y más aun después de lo que había pasado horas atrás...
Nos habíamos convertido en los mejores hechiceros, teníamos a Gojo con nosotros, Mei era una de las hechiceras más fuertes al igual que Nanami, éramos invencibles, y esa maldición de clase especial no había dado mayor problema, salimos ilesos y logramos exorcizarle rápidamente y sin errores, el profesor Yaga estaba más que encantado; dado a esto, decidimos ir a Shibuya a celebrar un poco nuestro éxito, Shoko, Utahime y Geto no podían quedarse fuera.
-¡Esta noche va a ser tan divertida!- Exclamo Mei mientras caminaba de un lado a otro, estaba realmente feliz y era raro verla perder ese porte serio que la distinguía, aun así, era muy agradable.
-Mei no hubiera vendido si ningún idiota se hubiera ofrecido a invitarle los tragos- Suspiro Nanami un tanto frustrado.
-Pareces molesto, quizás deberías quedarte a descansar- Dije mientras ponía una mano en su espalda.
-Tengo que ir, soy el idiota que se ofreció a invitarle algo de beber.
-Nanami... Ella no tiene control cuando escucha la palabra gratis.
-Las mejores cosas en la vida son gratis- Respondió Mei entre risas mientras se colgaba del cuello de Nanami -¡Vamos, esos tragos no se van a pagar solos!- Todos nosotros nos habíamos vuelto muy unidos últimamente, pero especialmente, yo no podía evitar apartar la mirada de Satoru, nuestras miradas se cruzaron inmediatamente cuando entre a la academia, se había clavado muy fuertemente en mi, nos hicimos amigos rápidamente, desde el primer instante, él no supo ocultar sus sentimientos hacia mi, siempre diciéndole a todo el mundo lo bonita que le parecía cuando me hacía enojar con sus bromas absurdas, me sacaba de quicio y sentía volverme loca a veces, pero siempre regresaba disculpándose con una gran sonrisa acompañada de abrazos o besos en la frente, los intercambios de miradas en clases, yo no podía evitar ponerme nerviosa cuando su mirada chocaba con la mía, intentaba no parecer una enamorada boba, sabía que le gustaba y que entre nosotros siempre había una fuerte tensión, pero realmente no lo tomaba enserio, sus palabras románticas y ese juego entre nosotros no parecía conducir a nada, quizás yo era demasiado cobarde para hacerle frente y él un tonto qué no se daba cuenta de las cosas.
-Estuviste genial hoy- Dijo Gojo detrás de mi mientras me abrazaba por la espalda.
-Gracias- Respondí con una gran sonrisa.
-Aunque claro, no lo habrían logrado sin mí- Murmuró entre risas.
-¡Oye Satoru, te reto!- Exclamo Mei desafiante.
-¿Que quieres?- Preguntó.
-Te apuesto a que puedo beber más que tú.
-Mei, no creo que sea una buena idea- Murmuro Utahime -La ultima vez que te pusiste ebria comenzaste a llorar porque te faltaban ciento veinte yenes en tu bolsillo.
-La verdad, no suelo beber mucho, detesto las bebidas alcohólicas en general- Respondió Satoru -Pero hoy, haremos una excepción porque estoy celebrando.
-¿No hablaras enserio Gojo?- Pregunto Shoko intentando prender un cigarrillo pero su encendedor parecía no funcionar, al percatarse de esto, Geto se apresuro a sacar el suyo y encender su cigarrillo.
-Geto, tu siempre tan amable- Suspiro Shoko con una enorme sonrisa.
-Deberías de dejar de fumar tanto- Dijo Utahime -Podría darte cáncer 
-No va morirse por unos cigarrillos- Respondió Mei sarcásticamente mientras que Shoko le arrojaba todo el humo a Utahime en la cara, no pudimos evitar reír. Shibuya de noche era encantadora, nos decidimos por un restaurante de Yakiniku, petición de Nanami.
-¡Ya estoy ansiosa por recibir mis cincuenta mil yenes cuando esto termine!- Exclamo Mei mientras bebía directamente de la botella de Sake. El ambiente entre nosotros estaba más eufórico que nunca, Satoru había permanecido al pendiente de mi en todo momento, hizo hasta lo imposible por sentarse a mi lado y colocar su brazo justo detrás de mí en el respaldo del asiento, igual se encargo de alimentarme, tomaba trozos de carne y una vez que estaban listos los dejaba en mi plato con una gran sonrisa o procuraba llenar mi vaso cada que estuviera vació, me parecía un lindo detalle, conversamos de cosas vanas y no dejaba de hacer chistes absurdos, intentaba concentrarme en lo que decía, pero no podía dejar de mirarlo, era tan guapo, con esa gran sonrisa brillante, su cabello despeinado y esos hermosos ojos azules detrás de sus gafas, me tenían atrapada.
-¡Vamos Satoru, bébelo todo!- Grito Mei, tenía las mejillas coloradas. -Aun te falta para lograr superarme- La forma en la que Gojo arrugaba la frente mientras intentaba beber más nos mato de risa.
-Olvídalo, sabes que siempre obtienes mi dinero, y hoy no sera diferente- Se quejo Gojo, entre todo esto, no pude evitar mirar a Nanami, tan reservado como siempre.
-Ignórame, solo vine beber alcohol...- Dijo mientras me daba un vistazo de reojo, yo solté una risita y él continuo hablando:
-Aunque debo admitir que tengo cierta debilidad por cocinar para mi mismo- Dijo mientras colocaba un trozo de carne sobre el asador -El Yakiniku es una excelente forma de hacerlo.
-¿Qué es lo que estas bebiendo?- Pregunté
-Highballs, creo que es whisky con soda, o algo así, era la nueva bebida en el menú- Respondió y después me preguntó:
-¿No crees que esto quedaría bien con un pan?
-Si, quizás algún pan de ajo con aceite de oliva y finas hiervas- Dije, él no pudo evitar sonreír.
-Me gusta como piensas- Yo también sonreí -Me gustaría quedarme a conversar pero debo llevar a Mei al baño- Dijo mientras se ponía de pie lentamente, Mei se levanto tambaleándose, se había puesto muy ebria y nada coherente salía de su boca ahora.
-¡Nanami, cuando regrese del sanitario, tu serás el siguiente!- Grito Mei mientras se apoyaba de él.
-Primero asegúrate de regresar- Murmuró Satoru, ambos se alejaron lentamente, Shoko se dispuso a sacar un cigarrillo.
-No puedes fumar aquí- Dijo Geto señalando un cartel que estaba en la pared.
-Bueno, creo que saldré un momento- Respondió poniéndose de pie.
-Creo que de pronto me dieron ganas de tomar un cigarrillo igual- Geto también se puso de pie -Iré contigo- Ambos se fueron, la química entre ellos dos era inegable.
-Déjalos, todos sabemos que irán a besarse afuera- Murmuro Satoru, ambos nos echamos a reír. Utahime se había quedado dormida sobre la mesa poco después de beber unas cuantas cervezas, Satoru se quito su chaqueta y la puso sobre sus hombros, ahora él y yo nos habíamos quedamos solos, entre nosotros siempre había una tensión inexplicable que estaba ahí en todo momento.
-¿Te diviertes?- Preguntó mientras se apoyaba en la mesa y me miraba fijamente.
-Si- Sonreí y bebí todo lo que quedaba en mi vaso, me sentía nerviosa.
-Eres muy bonita- Murmuro mientras llenaba mi vaso nuevamente -Podría besarte justo ahora.
-Estas loco- Dije con risas nerviosas.
-Solo por ti... Pero eso ya lo sabes.
-No te atreverías- Afirme, él estaba cada vez más cerca de mi, sentía su respiración en mi oído, quizás habríamos llegado más lejos pero el mesero nos interrumpió dejando una bandeja con una ronda de bebidas.
-Las chicas de la mesa de allá, le envían esto- Dijo mientras señalaba a unas chicas que sonreían y secreteaban alegremente mientras lo miraban, él les dio un vistazo e hizo caso omiso.
-Chico guapo- Dije entre risas.
-Tengo lo mío.
-Creo que yo soy la que debería besarte- Murmuré mientras me acercaba a él lentamente -Solo para que sepan que estas acompañado.
-Creí que eras linda pero veo que también eres malvada- Ambos reímos levemente.
-Yo soy él que va a besarte- Murmuro Satoru volteándose a mi mientras me tomaba de la barbilla obligándome a mirarle.
-No lo harías- Dije con una sonrisa provocativa.
-Si sigues desafiandome, tal vez me atreva a hacerlo.
-Inténtalo- Dije.
-Tú mandas- Respondió, se acerco a mi, yo cerré los ojos, la situación me parecía demasiado extraña, espere un poco... Pero no sentía sus labios sobre los míos, abrí los ojos nuevamente.
-¿Qué pasa?- Pregunté, estaba tan cerca que sentí algo extraño crecer dentro de mí.
-Anda... Se que tu también quieres besarme- Me susurró, me volvía loca, sentía su respiración aunada a la mía, no pude resistirlo más, me fui directamente a besarlo pero justo cuando creí que iba a lograrlo, me detuve, seguramente me vi tan estúpida, ambos abrimos los ojos sorprendidos y empezamos a reír.
-Lo siento tanto, me olvide de liberar el ritual- Dijo apenado mientras se rascaba la cabeza.
-Nuestra vida seria mas fácil si no hiciéramos tantas estupideces al mismo tiempo- Dije, ambos nos soltamos a reír fuertemente.
-¿Porque quisiste besarme?- Pregunté.
-Porque nos gustamos- Afirmó mientras tomaba un vaso de la bandeja y bebía un poco, no pudo evitar hacer gestos de desagrado.
-¿Qué?- Mi mente no asinimaba lo que acababa de decir.
-No pretendas que no sientes lo mismo, me doy cuenta en tu mirada cada vez que se cruza con la mía... Tenemos lo nuestro- No pude responder, opte por seguir bebiendo. -Soy aún mas encantador de lo que parezco y tu... Vas a caer.
-Veamos quien cae primero- Respondí, el sonrió lascivamente y se levantó.
-Iré a ver que todo este en orden con Mei, no tardo.
Una vez que se alejo, no pude evitar suspirar fuertemente y frotarme la cara, estaba muerta de la vergüenza, no podía ni pensar en la ridícula escena que acababa de ocurrirme, todo se vino abajo cuando vi a Utahime recostada sobre la mesa con los ojos abiertos.
-Wow, ¿que fue todo eso?- Preguntó mientras se incorporaba y arrojaba la chaqueta de Gojo lejos de ella con desagrado.
-Lo que sea que tengas que decirme, ya lo se- Murmuré.
-¿Como puede gustarte?
-Utahime, no me gusta, solo estoy... Un poco obsesionada con él.
-Estas loca- Dijo entre risas.
-Lo sé, soy estúpida.
-De hecho fue muy divertido ver la vergüenza en su rostro porque olvidó liberar el ritual- Respondió, ambas nos echamos a reír; instantes después apareció Mei sujetada del brazo de Nanami y Gojo intentando no caerse. Quizás nuestra fiesta se nos salió un poco de las manos y todos bebimos de más, Mei no paraba de hacer chistes picantes al darnos cuenta que Geto y Shoko ya no volvieron a aparecer por allí, Nanami reía levemente de vez en cuando, Satoru y yo nos habíamos puesto bastante ebrios, yo me encontraba intranquila, incluso sentir su rodilla chocar con la mía por debajo de la mesa me ponía nerviosa.
Desde que ingresé a la academia y el profesor Yaga me presentó delante del grupo, pude sentir la mirada de Satoru encima de mí desde el primer instante, su forma de mirarme, de hacerme reír, la manera en la que me protegía cada que estaba en peligro, sus bromas estúpidas, el hacerle saber a todo el mundo y a mi, sus presuntos sentimientos, hizo que tarde o temprano, me enamorara perdida e irremediablemente de él... Y él también de mi.

Jujutsu Kaisen | Shorts | +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora