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Satoru Gojo (2)

¿Tener a Satoru Gojo dentro hasta qué te haga llorar? Quizás... 
A continuación...

(Desarrollado en el primer arco de la segunda temporada).

Habían pasado pocos días desde que Satoru y yo habíamos tenido intimidad, no teníamos una relación clara y nuestra cercanía tenía confundidos a todos, incluso a mi; nuestro trato se había hecho más cercano, sin duda, el contacto físico entre nosotros había aumentado, no voy a negar que ya nos habíamos besado a escondidas de todos una noche que volvía de la ducha y él iba al sanitario, quizás hubiéramos llegado más lejos pero él profesor Yaga estaba cerca, así que no paso a mayores; también intercambiabamos miradas o sonrisas. Todos se daban cuenta de lo que pasaba, Mei siempre insistía en que habláramos de nuestros sentimientos al igual que Shoko, solo que Shoko y yo sabíamos que las dos ocultábamos algo, así que preferimos mantenernos al margen.
Este verano habíamos estado demasiado ocupados, necesitábamos un descanso, así que entre los chicos y yo decidimos que sería bueno tomarnos un descanso, en cuánto la situación mejoro, optamos en ir a la ciudad, recién acababa de llegar un parque de diversiones y no podíamos perder la oportunidad de asistir, así que ese día, todos salimos de la academia, desde el primer instante, Shoko y Geto intercambiaban miradas y sonrisas, no pudimos evitar burlarnos un poco de ellos.
Al bajar del autobús, Gojo no perdió el tiempo ni un instante. 
-Te vez hermosa- Dijo llegando por detrás, tenía las manos en los bolsillos pero se inclino para hablarme al oído -Ese vestido tuyo es muy bonito- Asentí con una sonrisa, usaba un vestido floreado de tirantes, él llevo sus manos hacia mis hombros y los acaricio suavemente, esto me dio escalofríos, él tan solo recordar el tacto de su piel desnuda contra la mía me aceleraba el corazón, metió sus dedos entre los tirantes y los bajo lentamente.
-Satoru...- Murmure colocando los tirantes en su lugar, me sonrojé, él se echo a reír, el rosé de sus dedos en mi piel me trajo recuerdos de lo que había ocurrido ese día y esa sensación de placer volvió a mi unos instantes, estaba intranquila.
-Aunque es un poco corto, ¿no crees?
-¿Hay algún problema?
-Ninguno- Resoplo, yo me eché a reír
-Estás celoso- Afirme, él soltó una carcajada, su alta figura se aproximo hacia mi y se agachó a la altura de mi cara.
-No soy celoso, se la clase de hombre que soy y créeme cuando te digo que no hay nadie como yo- Me quede boquiabierta, él no paraba de reír
-¡Dejen de estar perdiendo el tiempo y dense prisa, tenemos que comprar los boletos!- Exclamó Mei berreando; todos estábamos muy alegres y emocionados.
-Al fin, algo de descanso- Suspiro Utahime
-Mira esa montaña rusa, es enorme- Balbuceo Haibara con la boca llena de algodón de azúcar.
-Debe de tener una vista impresionante- Murmuró Nanami
-¿Quién sube conmigo?- Preguntó Mei
-A mi no me gustan las emociones fuertes- Dijo Nanami -Yo...
-No te pregunte a ti Nanami, tu subirás conmigo, quieras o no Ordenó Mei interrumpiendolo, todos nos echamos a reír, él pobre Nanami estaba perplejo, se veía un tanto fastidiado.
-No gracias, le tengo miedo a las alturas- Murmuró Utahime escondiéndose detrás de Haibara.
-Puedes quedarte conmigo si quieres- Dijo Haibara mientras le ofrecía su brazo -Iré a la casa del terror.
-Cualquier cosa es mejor que subirme a esa cosa- Le tomo del brazo y se fueron.
-¿Qué hay de ustedes, van a subirse?- Pregunto Shoko, iba tomada del brazo de Geto, ambos se veían radiantes, estaban enamorados, era innegable.
-No- Respondió Satoru mientras me tomaba de la cintura y me atraía así él -Tenemos otros planes- Yo lo mire confundida.
-¿Los tenemos?
-Como quieran- Dijo Mei mientras jaloneaba a Nanami hacia la gran montaña rusa -Vamos, si no subimos ahora, más tarde abra más gente- Todos se fueron, quedamos solo Satoru y yo, iba a preguntarle cual era su plan pero en cuanto me gire hacia el, me abrazó y se inclinó para murmurarme:
-Extraño el rose de tu piel contra la mía- Ya no podía resistirlo y me puse de puntitas para susurrarle:
-Tranquilo, yo también me estoy muriendo de ganas- Él abrió los ojos muy grandes y una sonrisa lasciva se dibujo en su rostro, inclinó su cabeza y nuestros labios se fueron tocando poco a poco, sus manos se deslizaron por mi cuello, apretándome suavemente la garganta con los pulgares, sentí la presión de sus labios contra los míos, mientras que sus manos bajaron hasta mis hombros, rozaron mis brazos y se posaron en mi cintura, sentí escalofríos, de alguna manera inexplicable, él placer comenzó a crecer dentro de mi.
-¿Qué estamos esperando?- Me susurró mientras mordia mi labio inferior suavemente.
-¿Estas loco?, ¡mira donde estamos, es un parque de diversiones!- Exclame.
-Eso lo hace más divertido.
-Estas loco- Afirme negando con la cabeza.
-Anda, hagámoslo- Insistió -Se que quieres hacerlo.
-¡No vamos a hacerlo aquí!- Exclame, él puso cara de puchero, yo me solté a reír.
-Tengo que ir al sanitario, detén esto- Le di la bebida que había comprado momentos atrás.
-Oye, hagámoslo allí- Afirmó con una gran sonrisa.
-¿Dónde?
-En los sanitarios.
-Estas loco- Insistí.
-¡Me has dicho eso muchas veces!- Dijo mientras tomaba mis hombros y me sacudía ligeramente.
-Podrían descubrirnos- Dije.
-¿Y que si lo hacen? Sería divertido, me gusta el riesgo.
-Creí que solo estabas loco pero también eres un demente.
-Lo mejor de todo es que sigues estando enamorada de mi- Yo me eché a reír.
-Ahora vuelvo.
-¡Pero no lo negaste!- Grito, lo mire de reojo y sonreí.
Salí del sanitario, estaba lavando mis manos cuando escuche que la puerta se abrió lentamente, al mirar por el espejo, vi a Satoru con una sonrisa lasciva en su rostro.