Desperté cuando los rayos de luz entraban por la ventana, mi mente tardo unos minutos en asimilar porque la ropa de cama estaba toda regada en el piso y yo estaba desnuda, en cuanto lo supe, una gran sonrisa se escapo de mis labios y mi rostro se iluminó, Nanami no estaba a mi lado, asumí que se había ido porque tenía que trabajar, me incorporé y tomé una almohada, la golpe fuertemente contra la cama, después ahogue un grito de alegría, estaba eufórica.
-¿Feliz?- Levanté la mirada presurosamente, era Nanami quien reía levemente, estaba vestido y arreglado, abotonaba las mangas de su camisa.-Nanami...- Balbuce
-Espera justo donde estas- Dijo, no pensaba ir a ningún lado de cualquier forma, regreso instantes después, en sus manos tenía una bandeja con el desayuno, el color se fue a mis mejillas, me moría de la vergüenza.
-Creí que ya te habías ido...- Tome mi camisón qué estaba tirado en el piso y me lo puse.
-Me tome la libertad de prepárate el desayuno, espero que no te molestes por haber usado tu cocina- Negué con la cabeza -Tienes una amplia variedad de cosas.
-Ni siquiera se usar la mitad de ellas- Suspiré.
-Seguramente no vas a poder caminar en un rato- Dijo mientras quitaba el cabello de mi rostro -Es mi culpa, lo siento- Yo me eché a reír mientras tomaba una rebanada de pan tostado, le di una gran mordida, él me sonrió con ternura.
-¿Lo disfrutaste? Ya sabes...
-¿Bromeas? Ha sido el mejor sexo qué he tenido en mi vida, fue perfecto- Respondí emocionada -Eres bastante bueno- Él me miró sorprendido y soltó una risita.
-Cuando éramos más jóvenes, tu solías tomar el control de las cosas.
-Creciste y descubrí que tu masculinidad no solo es física- Respondí mientras soltaba una carcajada, él hizo lo mismo, en un reflejo miró su reloj, se levantó lentamente, llevo sus labios a mi frente, respiro mi aroma y me dio un beso.
-Ya es algo tarde.
-¿Ya te vas?- Pregunté.
-Tengo que ir a trabajar.
-No te vayas- Insistí, él sonrió, se llevó las manos al bolsillo y rebusco algo.
-Aquí tienes, son las llaves de mi departamento, siéntete con la confianza de usarlas- Mi corazón dio un salto de alegría -En la mesa deje una nota con la dirección.
-¿Estoy soñando?- Mi pregunta iba muy enserio, me sentía en una película romántica, él sonrió.
-Te veré esta noche, preparare algo rico de cenar solo para ti- Se levantó y camino hacia a la puerta, estaba por salir, cuando se apoyo en el marco de la puerta y suspiró mientras me miraba de reojo.
-Estoy ansioso por verte esta noche.
Cuando pude levantarme, me fui a dar una ducha, al ver mi cuerpo desnudo frente al espejo una sonrisa se escapo de mis labios, tenía el cuello, la clavícula y el pecho lleno de pequeñas marcas, las acaricié suavemente y esto trajo a mi un recuerdo del placer que había sentido; Nanami había sido posesivo y dominante, no era el chico con el cual solía salir cuando estábamos en la academia, aunque siempre dejaba marcas en mi cuerpo y podía ser bastante intenso en ocasiones, pero antes y después de terminar siempre era cariñoso y suave, simplemente perfecto. Una vez que estuve lista, salí a toda prisa a casa de Nanami, resultó que vivía en un departamento a las afueras de la ciudad, era impecable y muy elegante, justo como Nanami, tenía un ventanal enorme con una vista impresionante hacia toda la ciudad.
Mi curiosidad fue más grande que todo y comencé a explorar el lugar.
La ropa de Nanami.
La cama de Nanami.
Las cosas de Nanami.
La habitación de Nanami.
Simplemente, el departamento de Nanami y yo estaba allí, moría de la emoción...
¿A que hora volvería Nanami? No lo sabía, me senté en el sofá y encendí la televisión, transmitían una película de amor, a medida que está avanzaba, me dio una gran idea, salí corriendo hacia su habitación, quería darle una sorpresa, rebusque en el cajón de las corbatas aquella corbata graciosa con manchas que traía puesta el día que nos reencontramos, me desvestí completamente y coloque la corbata sobre mi cuello, después tome su bata de baño, mi reflejo se cruzó ante mi frente al gran espejo que estaba allí, intente replantear las cosas, quizás no sabía lo que estaba haciendo y estaba cometiendo un error pero no podía resistirlo, hablamos de Nanami, lo deseaba profundamente.
Enseguida tocaron la puerta, salí como un rayo directo a abrir la puerta, era él.
-¡Nanami!- Exclame con alegría mientras lo abrazaba eufóricamente, no pude evitarlo, nunca había estado más feliz de ver a alguien, no lo pensé dos veces, salte encima de él, le bese las mejillas y jale de su cuello obligándolo a acercarse, lo apretuje contra mi, él se quedó en silencio unos segundos para asimilar la situación, después me abrazo suavemente.
-Hola- Dijo mientras dejaba escapar un largo suspiro.
-Creí que llegarías más tarde
-No quería quedarme más tiempo, estaba ansioso por verte- Me susurró para después abrazarme fuertemente, nos separamos instantes después, él me miró de arriba a abajo y soltó una risita.
-¿Puedo preguntar porqué traes puesta mi bata de baño?- Baje la mirada y lleve mis manos hacia el nudo de la bata, lo desate lentamente mientras fijaba mi mirada en la suya, la abrí y la fui bajando lentamente hasta que esta cayo al piso, él estaba embelesado, boquiabierto, abrió los ojos muy grandes, quede completamente desnúdate ante él, la corbata era lo único que había sobre mi cuerpo.
-Linda corbata- Dije jugueteando con ella -Creo que me queda mejor a mi- El soltó una risita, no pude evitar arrugar mi frente, no era la reacción que esperaba.
-¡Oye!- Exclame -¡No te rías!- Esto último pareció hacerlo reír más, dejo su maletín en el piso y se aproximo a mi, yo me cruce de brazos.
-Es tan solo que... Nunca me habían dado una sorpresa tan agradable- Dijo mientras acariciaba suavemente mi hombro -Tenía que dejar mi esencia en tu cuerpo de alguna manera- Sus dedos se deslizaron suavemente por la curvatura de uno de mis senos, pasando encima de las marcas que había dejado la noche anterior hasta que jaloneo levemente mi pezon, toda mi piel se erizo y levante la mirada.
Ambos lo sabíamos, era inevitable...
Me lace directamente a besarlo, él se quito el saco apresuradamente, entre tropiezos caminamos hasta el sofá y nos dejamos caer sobre este, él quedo encima de mi, comencé desabotonando su camisa, podía sentir sus manos recorrer mis caderas y mis piernas, mientras que sus labios me besaban fogosamente, con mucha intensidad, cono si intentara devorarme completa, su respiración estaba muy agitada al igual que la mía; tome impulso y lo empuje, él quedo sentado sobre el sofá, me subí inmediatamente encima de él, parecía muy sorprendido.
-Esto es...
-Tranquilo, aun no llegamos a la mejor parte- Dije con una sonrisa pícara en mis labios mientras mi lengua recorría su clavícula y cuello de arriba a abajo, él también sonrió, paso sus manos por mi espalda y las fue bajando hacia mi trasero, lo apretujo contra él.
-No me opongo a verte saltar encima de mi, creo que sería muy sexy.
-Aún no- Susurré mientras bajaba, tome un cojín del sofá y lo puse en el piso para arrodillarme frente a él, parecía disfrutarlo bastante, lleve mis manos hacia su cinturón y lo desate, al igual que su pantalón, los baje lentamente, no pude evitar mirarlo, él me observaba fijamente desde allí arriba, esto me excitaba demasiado, debajo de su calzoncillo ya había una erección marcada, me apresure a quitarle toda la ropa, él abrió los ojos muy grandes en cuanto tome su pene con ambas manos y lo acaricié suavemente para comenzar a llevarlo a mi boca, mi lengua comenzó en la punta, la lamí en círculos para irlo metiendo poco a poco dentro de mi boca, él apretó los puños y echó la cabeza hacia atrás, su respiración se fue agitando poco a poco, abrí lo más que pude pero no entro mucho, aun así, empecé a meterlo y sacarlo mientras que con mis manos lo masajeaba suavemente, levante la mirada y él tenía la boca un poco abierta mientras me observaba desde allí arriba con intensidad, yo continúe y fui incrementando el ritmo, él soltaba pequeños gemidos y gruñidos, hasta que en un dado momento, levantó su mano como si quisiera tocarme, me detuve un momento y sonreí.
-Hazlo- Murmuré, él se veía extasiado, paso sus manos por mi cuello y las fue subiendo a la nuca, para después tomar mi cabello en una cola caballo, me sujeto con mucha fuerza para obligarme meterlo fuerte y profundamente en mi boca, él apretó los dientes intentando contener los gemidos que querían escapar de su boca, no dejaba de mirarme fijamente, mis ojos comenzaron a lagrimear hasta que llegamos a un punto en el que se puso más dura y grande dentro de mi boca, me dolía la garganta y mi saliva escurría a chorros a través de mi garanta, la imagen, los sonidos e incluso los aromas eran extasiantes, él me soltó y se detuvo instantes después, llevo su mano a mi cara, casi la abarcaba toda, me limpio una lagrima qué caía y me palmeo la mejilla.
-Ven aquí- Me ayudo a incorporarme, tomo mi cintura y me puso justo encima de él, llevo su mano hacia mi vagina y la acarició suavemente, no pude evitar soltar un pequeño gemido, masajeo su pene una última vez y lo llevo a la entrada de mi vagina, estaba muy dura y grande.
-Mételo a tu ritmo- Dijo mientras me tomaba de los hombros, obedecí y comencé a meterlo muy lentamente, sentí como mi vagina se fue abriendo a medida que entraba, su pene se sentía latente, desesperado por llenar cada uno de los rincones dentro de mi, nuestras respiraciones se agitaron y nos miramos fijamente, le tomo un momento pero llego al fondo, soltamos un gemido, toda mi piel se erizó al igual que la de Nanami, estaba muy grande y caliente, comencé a moverme lentamente mientras los gemidos salían de mi boca, fui aumentando el ritmo poco a poco hasta que ya no pude detenerme, mis caderas se movían solas de arriba abajo, él acariciaba mis senos suavemente y los mordía, al igual que mi clavícula y mi pecho, no dejaba de mirarme mientras me sujetaba del trasero fuertemente y lo apretaba contra él, yo desviaba la mirada, tenía la cara roja, sudorosa, intentaba no poner los ojos en blanco, y gemía fuertemente.
-¿Porqué no me miras?- Preguntó
-Es vergonzoso...- Él sonrió y llevo sus dedos a mis mejillas, pero sus dedos se recorrieron con premura hacia mi garganta y apretó suavemente, esto me obligó a mirarlo.
-Me gusta ver tu cara llena de satisfacción- Murmuró, llevo su dedo pulgar a mi boca y lo introdujo lentamente con una sonrisa lasciva en su rostro, no podía dejar de saltar y gemir, estaba resultándome demasiado placentero y a Nanami también, me acariciaba la espalda, la cintura, las caderas y él trasero, de un momento a otro deje de sentir las piernas y me detuve un momento, estaba siendo mucho para mí, lo bese mientras me tomaba un respiro pero él no quería parar, me sujeto fuertemente para hacerme subir y bajar a su ritmo, mi vagina empezó a apretarlo lentamente, mis gemidos se incrementaron y sentía un placer muy fuerte en todo mi cuerpo, estaba cerca de alcanzarlo, esta vez no me contuve y comencé a saltar fuertemente sobre él, a medida que me hacia más estrecha, Nanami había echado la cabeza hacia atrás y soltaba uno que otro gemido con voz gruesa, yo me sujete de sus hombros para tomar impulso... Hasta que lo conseguí poco a poco, mis piernas comenzaron a temblar, mis ojos se pusieron en blanco y solté unos gritos de placer, se sentía tan bien tener dentro a Nanami, me llevaba al límite, el órgasmo empezó desde la punta de mis pies hasta llegar a mi vagina, tenía una sensación realmente caliente en mi cuerpo y perdí la conciencia de mi misma unos instantes, él me miró embelesado y con una sonrisa lasciva en su rostro; cuando terminé, intente recuperar la respiración, estaba muy agitada, limpie el sudor de mi frente y sonreí.
-¿Estás bien?- Preguntó
-Necesito un momento...- Suspiré, él llevo sus manos hacia mi cuello y me quito la corbata suavemente, se la enredo en su mano y sonrió.
-¿Qué haces?- Pregunté
-El próximo orgasmo qué tengas... Te lo daré yo- Afirmó con voz gruesa, me hizo salir lentamente, me puse de pie con dificultad, él cargo y me llevó a su habitación, un nerviosismo muy grande me invadió cuando, al dejarme en la cama, no lo hizo con suavidad como otras veces, fue más brusco y eso sacudió algo dentro de mi.
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Jujutsu Kaisen | Shorts | +18
FanfictionTus fantasías con los personajes de Jujutsu Kaisen. Enredarte con Satoru en un romance caótico y pasional, se la chica de Geto una noche, vive un romance hermoso y voraz a lado de Nanami, deja que Toji acabe contigo mientras eres su prostituta, ade...