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Al día siguiente, Phillip se había quedado dormido hasta tarde. Apenas se habia comenzado a adaptar al horario del país. Sin mencionar que la fiesta de la noche pasada habia sido causa de su desvelo. Sin contar que la respuesta cortante de Missa no dejó de rondar su cabeza toda la noche, pensando en que su "Novio" estaba molesto y seguramente, no querría hablarle durante un tiempo.

Sin embargo, en cuanto abrio los ojos, esperaba encontrar a su simpatica novia a un lado suyo, cosa que no fue así. Sorprendido, comenzó a llamarla insistentemente en voz alta, al no recibir respuesta, una sensación de preocupación lo invadio por completo. Con pasos apresurados pero a su vez tambaleantes, busco por toda la casa algún rastro de la joven.

Sin embargo, su busqueda termino en cuanto recibió un mensaje de su novia:

"Amor, lamento haber salido sin avisar, Mafer me invitó a desayunar en un restaurante cercano. Te veías tan lindo dormido que no te quise molestar, volveré para la cena. ¡Te amo!"

Al leer estas palabras, el chileno soltó un suspiro aliviado por saber que la joven se encontraba bien. Aunque inmediatamente supo que si Mafer estaba con Amber, eso significaba que Missa estaría solo en casa o al menos disponible, para conversar sobre lo ocurrido el día anterior.

Phillip era una persona que habia sufrido los estragos de una mala comunicación años antes, por lo cual si un incidente ocurría, trataba de solucionarlo casi de inmediato. Sobre todo si la persona involucrada era importante para él.

Con un nudo en el estomago por la incertidumbre de no saber que diría su pareja, tomo aire y marcó el numero de su amado. Esperando escuchar su voz al otro lado de la linea.

- Vamos, contesta... - Menciono él chileno mientras comenzaba a morder sus uñas esperando una respuesta.De repente, Missa finalmente contestó el telefono, esta vez no hubo un saludo, simplemente un suspiro hondo antes de comenzar a hablar.

- ¿Qué pasa, Phillip? -

- Missa, no me gusta cómo terminamos ayer. Sé que estás molesto. ¿Es por las flores? - La preocupación era genuina en sus palabras. Por su lado Missa con un sarcasmo evidente contesto de forma rapida.

- ¿Tú qué crees? Le diste las flores que yo te regalé a tu novia como si no significaran nada. ¿Te parece normal eso? -

- Missa, lo sé, estuvo mal. Fue un impulso, no quería que Amber sospechara. No sabía cómo explicarlo sin que todo se viniera abajo. - Intentó calmarlo, defendiendo su punto.

- Siempre es lo mismo, Phillip. Estamos ocultándonos todo el tiempo, y mientras tú estás feliz con Amber, yo tengo que hacer lo mismo con Mafer. Es agotador fingir todo el tiempo. - La frustración por parte de Missa era evidente, sin embargo, entendía que si estaban metidos en este embrollo es porque él lo había propuesto desde un principio.

- No estoy feliz con Amber, y lo sabes. - Solto aquel comentario con sinceridad. - Solo... no quiero hacerle daño a nadie. Pero eso no cambia lo que siento por ti. -

- No lo parece cuando le das mis flores, Phillip. Es como si nuestras cosas no importaran. - Menciono con mas calma pero aun dolido, el hecho de que aquel pequeño detalle solo fuera visto como algo sin importancia lo hacia sentir que nada en su relación podría valer la pena.

ʟᴏᴠᴇʀs |ᴍʀ.ᴘʜɪssᴀ|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora