Primer amor V

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Su casa es pequeña, desde aquí afuera, puedo ver la ventana de su habitación. La puerta de la calle también es pequeña, es metálica, parecida a una reja.

Al verla salir, toco mi cabello, no sé si estoy algo desarreglado. Debí ser precavido y verme en el espejo del baño de la escuela. Estoy algo inquieto y nervioso. 

Su cabello corto está recogido, nunca la vi así, quizás es porque estaba en casa. Su ropa holgada me demuestra que pareció no esforzarse por mi llegada. Nunca lleva maquillaje, nunca la he visto con labial o la piel cubierta de polvo. Su sudadera es linda porque tiene un pequeño gato estampado.

–Hola, si quieres podemos pasar, mamá está en la cocina.

Me moría por oír esa voz ronca y calmada. Qué linda es con toda esa tranquilidad que la caracteriza.

–No, no te preocupes. La verdad me da vergüenza. Ni siquiera estoy arreglado y no traje nada.

Qué tonto, no pensé en que podría invitarme a pasar. Pero claro, es porque no está sola, ella siempre piensa las cosas. Creo que está notando que no estoy como siempre, debo controlarme.

–Entones podemos ir al pequeño parque. Es seguro, y no deberíamos ir muy lejos tampoco, Así llegarás más rápido a casa.

Caminamos lado a lado, es más baja que yo, pero me siento tan pequeño a su lado. Vamos Bo-gum, actúa como ayer, tranquilo, desde cuándo le tengo tanto nervio.

Al sentarnos en los pequeños columpios, me siento más relajado. Me sorprende que empiece a hablar de repente.

–No quise ofenderte por no ir hoy al colegio. Para nada era eso. Pensé que eso te daría algo de tranquilidad, los demás hubieran sido más intrusivos contigo si me hubieran visto hoy.

Es cierto, hoy fue tranquilo para mí porque ella no fue, de lo contrario, todos me hubieran preguntado como ese tonto, juzgando sin conocerla.

–Tienes razón, pero yo quería verte, comer contigo y hacer las cosas mejor. Aunque admitiré que por ver qué te ibas debido a lo que dije, no me hubiera declarado.

La veo pestañear algo rápido y mirar a su costado, evitando mi mirada. Está siendo... Tímida

–Perdón, Bo-gum, no sé cómo actuar. Entonces significa que, ¿somos novios?

Su pierna se mueve inquieta, me gusta, me agrada ponerla un poco nerviosa. Si sus palabras no lo demuestran, su cuerpo sí.

–Yo sí quiero ser tu novio, dime, ¿tú también?

Ahora que me mira a los ojos, veo su inocencia, parece que nunca tuvo que responder a este tipo de pregunta, y no sabe coquetear tampoco. Cuando le dije esto a una novia que tuve, empezó a acercarse y me dejó tocarla un poco. Ella no es así, es diferente, y por eso me gusta tanto. Si bien hay chicas que son igual de inocentes, no creo que ninguna sea tan lista como tú, mi hermosa admiradora.

–Sabes Bo-gum, tengo algo de inseguridad. También quiero ser tu novia, pero pienso en tantas cosas y probabilidades que no puedo emocionarme como debería. Algo no está bien conmigo.

Sus ojos inexpresivos de siempre regresan, su mirada pensativa de siempre también.

–Sabes, creo que deberías intentar dejar que por una vez, tus sentimientos sean a los que escuches.

–Nunca pude controlar mi amor por ti, Bo-gum. Hasta ahora te amo intensamente. Sin embargo, temo no poder ser la pareja que necesites.

Cómo lo hace, cómo puede decir cosas tan tristes sin inmutarse. Aunque noto su voz algo apagada y decaída. Quisiera... Acercarme a ella y tomarla del rostro para poder... Debo reaccionar, debo hablar con claridad, no permitiré que piense que no la tomo enserio.

–Te amo. Me haces sentir cosas que nunca había sentido, si no es amor, entonces no sé qué es. Mírate, eres una persona tan inteligente y bella, no necesitas dudar. Al contrario, yo temo ser lo que no necesitas, he sido cruel contigo, pero fue una estupidez de la que no tengo excusas.

Me mira, está inexpresiva. Espera acaba de... Besarme en la mejilla. Se retira tan rápido que no me da tiempo a intentar abrazarla.

–No pretendía hacerte decir eso, pero gracias. Solo quería expresarme, ser clara con mis sentimientos. Es decepcionante hasta para mí misma sentirme así, pero no es algo a lo que no esté acostumbrada. Sabes, en realidad quería besarte en los labios, pero lo hice tan rápido que no pu...

La besé, la estoy besando. Qué linda, se quedó quieta, no puede mover sus labios. No importa, yo la besaré hasta que no pueda. De pronto hace un movimiento, sus labios me besan despacio e inocentemente. Es agradable, es lindo, no me siento sucio como con las demás. Es como si el aldededor fuera color pastel. Por primera no quiero ir más lejos, solo besarla y sentir su rostro rozando el mío. La abrazo, se siente tan pequeña, su rostro es suave y cálido, su olor es agradable, como si entraras a una florería. Su cabello, tan lacio que tocarlo me agrada. Estoy flotando, estoy flotando en el cielo, volando. Después de todo... Estoy locamente enamorado. 







Historias adictivas "Park Bo-gum"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora