Ya habían pasado varios días desde el accidente que había tenido Satoru. Para Shoko fue muy fácil curar una herida como esa, pero la chica no pasó por alto que a partir de ese día la forma en que convivían Gojo y Geto cambió. El chico de cabello negro seguía invitándolo a iniciar peleas y buscaba diferentes formas de provocarlo que definitivamente antes hubieran funcionado muy fácilmente, pero ahora parecía que Satoru simplemente no tenía ganas de pelear. A veces respondía solo con un gesto y otras simplemente lo ignoraba; eso era bastante raro para la dinámica que habían llevado desde que se conocieron.
—Oye tú —una agresiva Shoko llamó al chico de lentes cuando lo encontró acostado en el piso en medio del patio de la escuela.
—¿Ah? Qué quieres niña, me tapas el sol —fingió que la presencia de Shoko le molestaba, aunque no era así.
—¿Pero qué es lo que te pasa? —comenzó a indagar con el cigarro en la boca, luego se lo sacó y se sentó en cuclillas para estar más cerca del rostro de su amigo—. Has estado actuando extraño estos días, ¿te sientes mal? —preguntó al tiempo que le tocaba la frente para sentir su temperatura.
—Estoy bien —le quitó la mano del rostro inmediatamente.
—Pues no parece —la chica apagó su cigarro contra el piso y se quedó viendo a ese lugar mientras continuaba— no sé si lo sabes pero puedes contar conmigo para lo que sea, ¿ok? Y si está en mis manos te ayudaré —lo miró de reojo mientras fingía seguir apagando el cigarro contra el piso, le era imposible ver los ojos de Satoru con esos lentes oscuros pero quería creer que le estaba poniendo atención.
Hubo un minuto de silencio hasta que Gojo decidió tomarle la palabra.
—Yo… —comenzó a hablar con duda— creo que estoy sintiendo… cosas —soltó esa última palabra casi de manera inaudible por lo que su amiga no le entendió, pero antes de que Shoko pudiera pedirle que repitiera lo que había dicho una pelota cayó con fuerza encima de Satoru y las risas de sus compañeros inundaron el patio—. ¡Ah! ¡Idiota! Vas a pagar —Gojo tomó la pelota y se levantó rápidamente para unirse a sus compañeros más grandes que estaban por iniciar un partido amistoso.
Shoko suspiró y fue a sentarse en una banca cercana para observar el juego. ¿Qué habría querido decirle Satoru? ¿Y si sí se sentía mal? ¿Acaso él también se enfermaba? Torció la boca y pensó si debería esperarlo a que terminara de jugar, se preguntaba si para entonces aún querría contárselo.
Unos minutos después la chica observó como Geto se acercaba a la bolita de estudiantes que jugaban con el balón y lo que vio le preocupó un poco. Al entrar Suguru al juego casi al instante Satoru le pasó la pelota a alguien más y se despidió con la mano para después alejarse de ellos y retirarse de ahí, los demás siguieron jugando como si nada pero Shoko se sintió tremendamente molesta. Se levantó del asiento y se acercó a los chicos que estaban jugando.
—¡Suguru Geto, ven aquí ahora!
Suguru volteó sorprendido hacia donde estaba su amiga, en los meses que llevaba ahí nunca la había visto molesta así que quizá era algo grave.
—¿Ahora qué hice? —preguntó con voz inocente rascándose la parte de atrás de la cabeza. Se acercó a ella sin entender qué pasaba.
—Eso es precisamente lo que quiero saber, ¿qué demonios le hiciste a Satoru?
* * *
Comenzaba a anochecer cuando Megumi se dio cuenta que no sabía dónde estaba. Al salir de la casa de Gojo corrió lo más rápido que pudo, sin ningún rumbo; cuando se cansó dejó de correr pero en ningún momento dejó de moverse, siguió caminando sin poner atención por qué calles estaba pasando. Por su cabeza solo pasaba la idea de que no quería ser abandonado de nuevo, ¿su papá también lo había abandonado por considerarlo débil? Quizá un estorbo, quizá algo que solo estaba complicando su vida… Sus ojos volvieron a ponerse llorosos, no quería que Gojo pensara esas cosas de él también.
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Vacío inconmensurable || Jujutsu Kaisen
Fanfiction¿Cómo se sigue viviendo después de que pierdes un pedazo de tu alma? Un vacío inmenso, que duele hasta el infinito... Satoru intenta desenmarañar el cúmulo de emociones que Suguru produjo en su existencia al mismo tiempo que explora una paternidad p...